Prólogo

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El día se notaba bastante melancólico para el ojiazul, si tan solo esos orbes tan rotos no se hubieran fijado en él, el chico de sus sueños, probablemente ahora no estaría con ese vacío en el pecho y esas ganas incontrolables de deshacerse en lágrimas hasta dejar de sentirse de esa manera. Ahora el se había ido, no estaba con él, había vuelto a Japón, dejándolo solo. Aunque lo externo muchas veces, odiaba Londres por los días nublados y ese aspecto tan grisáceo en la atmósfera, era normal que quisiera dejar a su amado pelirrojo en ese clima tan deprimente para volver a esos días soleados que tanto extrañaba, sin importar que Chuuya lo amaba como a nada en este mundo.

Al final solo quedaban recuerdos, los cuales dolían más que el día en que le dijo que volvería a Japón, se amaban pero era demasiado tarde para decirlo.

No surprises - SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora