Get me out of here

112 18 1
                                    

10 años antes

Era un día lluvioso cuando tocaron a su puerta. Dos oficiales acababan de informarle que su querida hermana y su esposo habían fallecido en un accidente automovilístico; dejando a un niño de 7 años bastante confundido, que no podía dejar de llorar preguntando por sus padres.

Fue a toda prisa al hospital, conduciendo lo más rápido que pudo: no sabía qué sentir al respecto, pero no podía permitirse bloquearse o llorar: tenía que actuar. Una vez en el centro médico se acercó a la recepción.

—Soy Morí Ougai…¿dónde está?   

—Por favor Sígame…— La chica lo guío a una habitación.

Al llegar vio a su sobrino en la camilla del hospital. El niño estaba hecho un mar de lágrimas, estaba destrozado emocionalmente y tenía múltiples heridas en su cuerpo. Al parecer él era lo único que le quedaba a ese pobre infante que no podía dejar de llorar. Lo abrazó prometiéndole que todo estaría bien, aunque no podía asegurarlo trataría de cumplirlo. 

______________๋࣭ ⭑𐙚. ______________



Mori intentó hacerse cargo de su sobrino lo más que pudo, manteniéndolo, pagando su educación, entre otras cosas; más ,nunca fue el mejor de los mentores. Nunca supo cómo dar afecto o escucharlo, realmente necesitaba ser escuchado, aprender a hablar de sus emociones; pero lo hizo crecer en un ambiente donde tenía que guardarlas para evitar verse vulnerable. Todo había sido así, hasta que conoció a Oda: la persona que se convertiría en un padre para él.

Se conocieron después de su primer intento de suicidio a los 13 años, dónde él estaba en una camilla: culpa de haber ingerido una excesiva cantidad de pastillas para dormir. Tenía planeado morir; todas sus esperanzas se fueron abajo cuando despertó en el hospital: a su lado estaba un chico pelirrojo, el cual había visto en ocasiones anteriores: trabajaba como escritor en la empresa de su tío y por qué es pareja de Ango.

—Despertaste. 

—¿Cómo es que?...

—Te encontré en ese estado, Mori no estaba y Ango estaba ocupado me pidió que si podía pasar por ti.

—Puedo preguntar…¿Por qué me salvaste?— La mirada que veía en aquel niño era de alguien completamente roto, sin propósito; denotandolo en unos orbes vacíos: ni siquiera brillaban.

—Eres muy joven aún y aunque no lo fueras, creo que todos merecen una segunda oportunidad ¿No lo crees?

—Pero yo quería morir…

El semblante del pelirrojo se puso un tanto serio, ¿Qué llevaría a alguien tan joven desear la muerte con tanta desesperación?

—Fue tu día de mala suerte, pues yo te encontré y no pienso dejarte morir. — Cruzó los brazos fingiendo desinterés: el castaño volteo a otro lado. —Aunque no te conozca.

Los orbes marrones se giraron a mirarlo mientras una lágrima se asomaba a través de estos. Se quebró: estaba llorando, al final de todo, solo era un niño asustado. Odasaku lo cubrió con sus brazos mientras acariciaba su cabeza, ¿Qué era lo que había pasado para llevar a un niño a ese punto?

Después de un rato, le dijo que iría por café y luego volvería. Dazai no entendía por qué lo cuidaba, ¿Por qué se preocupaba por él si era todo un extraño?, ¿Por qué él, si ni siquiera le importaba a las personas con las que compartía lazos; como su tío?, su cabeza estaba llena de preguntas que no lograba responder.



No surprises - SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora