Parte 11: Chavo, Team Racing

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Ciudad de México.

Al salir de la corte, el defensor de los derechos de los niños se quedó con una duda que no lo dejaba de molestar. Sabia que sus argumentos eran suficientes para convencer a juez. Saliendo Don Ramón, el Sr. Barriga y Dr. Chapatín, pensaban en algo que se les hacia muy raro.

Don Ramón: Oiga, doctor. ¿ese juez si nos perdono?

Sr. Barriga: Tiene razón, yo conozco muy bien al Juez Fernando Ramiros. Y aplica la ley sin importar nada.

Dr. Chapatín: Ah excepción de cuando lo sobornan.

Sr. Barriga: (sorprendido) . . .¿Disculpe?

Dr. Chapatín: Entiendo por la situación en donde estan. Ustedes fueron mis pacientes preferidos cuando los conocí, al igual que a los de la vecindad. Ahora su deber es traer de vuelta a ese pobre muchacho que lo mandaron al país gringo.

Don Ramón: (feliz) Wow doctor, gracias. Pero, ¿Cuánto le dio al juez?

Dr. Chapatín: Yo no debo decir secretos a mis pacientes. (risas)

Sr. Barriga: Bueno, Don Ramón, vamos al aeropuerto en este instante.

Royal Woods, Estados Unidos.

En el aeropuerto de Royal Woods, los adultos apenas bajaban del avión, esperar encontrarse con sus hijos, que ni siquiera estaban ahí.

Doña Florinda: (preocupada) Profesor Jirafales, ¿Cree que mi hijo y los otros estén esperándonos aquí para buscar al chavo?

Jirafales: Tranquila Doña Florinda. Los niños saben que no deben andar solos. Es posible que estén en algún lugar esperándonos.

Jaimito: Pues yo no los veo por ningún lado. O creo que es mi mala vista.

Gloria: Mi sobrina es muy lista, deben de estar en la sala de espera.

Doña Clotilde: Espero que esos niños no vayan a hacer una travesura en este lugar.

Pero por más que los buscaban por todo el aeropuerto, jamás los encontraron. Y con las desesperaciones cada vez mas elevadas, preguntaron a los guardias del aeropuerto para que les digan alguna información sobre ellos. El Profesor Jirafales, quien habla algo de ingles, pudo preguntarles, Doña Florinda veía al profesor con mucho afecto al estar escuchando como hablaba el ingles. Pero las malas noticias fueron que no sabían nada los guardias, y buscaban otras alternativas para encontrarlos.

El día anterior, los niños habían aterrizado en el centro comercial. Nerviosos al ver a los policías, escaparon del centro comercial. Corrían por las calles, hasta llegar a una casa al azar. Y los salvó una anciana llamada Aldonza. Así que se quedaron con ella, hasta que las cosas se calmaran. El encuentro en el ático del chavo, puso a Lincoln en sorpresa al ver a Sid.

Lincoln: (sorprendido) Sid, ¿Qué haces aquí... cuando llegaste?

Sid: (nerviosa) Pues... yo, llegue cuando se regresaron aquí.

Lincoln: ¿Acaso te colaste en la camioneta?

Sid: . . .si.

Chavo: (sorprendido) Chanfle.

Lincoln: Nunca me di cuenta Sid, ¿pero, por qué te subiste, es por el chavo?

Sid: (nerviosa) Eh... si.

Chavo: Ah con razón.

Lincoln: Ok, no hay problema... Ah, chavo te iba a decir que habrá una competencia de Go Karts.

Chavo: Ah... ¿Y que es eso?

Sid: (ríe un poco) Es una carrera de autos, pero carros pequeños.

Lincoln: (emocionado) Exacto, y el premio serán 500 dólares !!!

La Nueva Vida Del Chavo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora