Capitulo 11

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CONNOR

Suelto aire por mi boca para mirar a Nick. Su cabello luce desordenado, sus mejillas están un poco rosadas y aquella mirada café se encuentra perdida. Me doy cuenta que está muy metido en sus pensamientos. Ahora bajo la mirada a sus manos, las cuales no han parado de temblar desde que llegamos a este edificio.

Cálmate Nick.

El sonido de llamadas y tacones de la secretaria de su padre no dejan de resonar en el ambiente. Si, ya estamos en Nueva York y en estos momentos Nick va a hablar con su padre. Y como dije antes, lo iba a acompañar.. asi que aquí estoy.

Vuelvo a ver sus manos cruzadas encima de su regazo y sin pensarlo mucho pongo mi mano encima de ellas para calmarlo un poco. No se de donde salió ese impulso pero pareció funcionar, ya que él enseguida me mira y deja de temblar.

—Perdón.. eh..—baja la mirada— no me di cuenta que estaba temblando tanto.

—No pasa nada.—me encojo de hombros para darle una sonrisa cerrada— es tu padre, ¿que tan difícil podría ser?

—Demasiado.

No digo nada. Ambos nos quedamos viendo hasta que él quita sus manos de la mía y se levanta al darse cuenta que aquella mujer nos estaba viendo. Me levanto también una vez que nos indica que pasemos al despacho del Señor Campell. Nick toca la puerta con sus nudillos y a los segundos oímos un "adelante". El pasa primero que yo, una que vez que ingreso me quedo viendo la grande oficina. Era increíblemente pulcra y todo estaba en su lugar.

El señor Campell da un leve sonrisa una vez que ve a su hijo. Sin embargo al verme a mi, frunce un poco el ceño. No se por qué pero eso hace que me sienta un poco fuera del lugar así que desvío la mirada hacia la ciudad que se podía observar perfectamente gracias a las inmensas ventanas que se encontraban detrás de él.

—Connor, no sabía que vendrías—oigo que dice una vez que tomamos asiento al frente de él.

Su mirada fría me hace querer tirarme por la ventana.

—Si bueno..yo..—

—El está aquí porque sabe todo.—mi mejor amigo se adelanta en decir sin una pizca de amabilidad en su voz.

—¿Como que todo?—su padre alza una ceja y se sienta en su silla entrelazando sus dedos encima del escritorio.

—Si, todo.—Nick lo mira enojado— ¿sabías que golpearon a su hermana por culpa?

—¿A Ángeles?—su mirada se torna preocupada— ¿está bien?

—Si, por suerte.—respondo.

El señor Campell asiente con la cabeza. A mi lado, Nick no ha dejado de verlo con decepción y enojo. Su padre se da cuenta de eso y se levanta para acercarse a nosotros.

—¿La pasaron bien en L.A?—pregunta metiéndose ambas manos en los bolsillos de su pantalón sin arrugas.

Nick y yo intercambiamos una mirada.

—¿De verdad hablaremos de esto?

El se encoge de hombros y da una sonrisa cerrada.

—Quiero saber cómo les fue en su viaje, Nick.

Suelto un suspiro.

—Bien, señor.—digo ya que su hijo lo mira incrédulo.

—Las playas son geniales.—agarra una pipa para ponérsela entre los labios y encenderla— pero las mujeres son aún más.—guiña un ojo y suelta el humo de su boca.

Soy Nick Campell  (actualizando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora