Soy Nick Campell (actualizando)

Capitulo 6

(Arriba podrán ver una foto de Connor)
Ahora si, Continúen leyendo :)

NICK

Sus ojos grises me observan, lo noto un poco nervioso y no entiendo por qué.

—No pasa nada.

Arqueo una ceja.

—¿Entonces por qué estaban discutiendo?

El toma asiento en la cama de Dylan.

—No es nada importante—responde para encogerse de hombros.

Si es importante, estaban alterados.

—Se que hablaban de un chico—me cruzo de brazos y me apoyo de la pared— ¿Celoso?

Connor alza enseguida su mirada y frunce el ceño. Me mira como si fuese una cosa rara parada al frente de él.

—¿Qué dices? No.

—Claro..—respondo con sarcasmo— mira, sea lo que sea, no te guardes tus sentimientos—esta vez me mira con su ceño relajado—. No es bueno para nadie, créeme.

Y vaya que lo sé..

Connor se levanta y camina hacia la ventana para quedarse observando el atardecer en el horizonte. Es una vista increíble desde aquí.

—No quisiera guardarlos..—comienza a decir sin despegar la mirada de allá— pero debo hacerlo.

¿Connor.. está enamorado?

¿De Margaret?

—¿Por qué?

Voltea a verme.

—Porque no vale la pena ya que es algo imposible para ambos.

Frunzo el ceño,—No hables así, sabes que nada es imposible.

El suspira para comenzar a caminar hacia la salida.

—Algunas cosas si lo son—su mirada se encuentra apagada, me gustaría hacer algo para ayudarlo.—debemos ir a cenar, nos esperan abajo.

Dicho esto se va en silencio.

¿Por qué no me había enterado de esto antes?

(...)

—Y de la nada Cristina no paraba de reír,—continúa diciendo Mike mientras todos lo observamos divertidos— yo le había dicho que no era buena idea.

Los sietes estábamos sentados en una gran terraza del restaurante a donde habíamos ido. Todo el lugar estaba ambientado con cosas árabes; la música, las paredes, los mesoneros.. era bastante cool.

—Pero admite que fue divertido—le responde su hermana con una sonrisa. El ríe y asiente con la cabeza.

—Yo fumé una vez—comenta Dylan para tomar un sorbo de su cerveza.—amanecí en la azotea de mi edificio, no fue muy bonito.

—Me imagino que no lo fue—comento para meterme un pedazo de pan con hummus en la boca. No podía parar de comer esto, estaba delicioso.

—¿Podrías dejarnos un poco?—habla esta vez Ángeles mientras me observa con diversión— yo también quiero hummus.