Capitulo 5

110 10 9
                                    

NICK

Los siguientes días estuvimos paseando por la ciudad y conociendo algunos lugares muy conocidos de Los Ángeles. Mike y Cristina se han comportado increíbles con nosotros. Nos han llevado de compras y no nos han dejado pagar nada, ni una sola cosa. Pero ya es suficiente, no lo permitiré mas sin importar lo que digan.

Dylan parece un niño cada vez que ve una tienda o cualquier sitio en si. Se emociona y no para de tomar fotos con su cámara, siempre me pregunta cual me parece mejor o en cual ángulo se vería mejor la imagen. Lo entiendo, cualquiera estuviera tan emocionado de ver una ciudad nueva y más aún si nunca te has ido de viaje. Ahora mismo ya nos encontrábamos en casa después de un largo día. Decidimos en ir a hacer una fogata en la playa, Mike y Cristina quisieron invitar a algunos de sus amigos cercanos. Teníamos bebidas y algunos snacks para quienes quisieran.

Juego con la arena que tengo entre las manos mientras que observo la fogata que está al frente de nosotros. La risa de Ángeles hace que lleve mi mirada hacia ella y su amiga Margaret, ambas están hablando alegremente. Agarro el vaso con cerveza que tengo a un lado para terminármelo. Una vez que trago, suspiro y me acuesto en la arena para ver aquel tono negro del cielo con las estrellas en el.

—Nick— Ángeles me llama.

Me levanto un poco; apoyando mi peso en mi brazo derecho.

—Angie—respondo.

Desde que la conocí la he llamado así por cariño.

—¿Estas bien?—pregunta y frunce un poco su ceño, al mismo tiempo su rostro demuestra diversión.

Asiento con la cabeza.

—¿Por qué?

Se encoge de hombros,—Es que te vi como un poco distraído..

—Estoy tranquilo,—doy una leve sonrisa—por fin estoy de vacaciones.

—Lo sé, todos lo estamos—suspira aliviada para luego levantarse de la arena— iré a buscar algo de comer, ya vuelvo.

Dicho esto se aleja de nosotros.

Los demás chicos que nos acompañan están hablando entre ellos. Cerca de mi está Margaret quien se encuentra en silencio y de vez en cuando me observa. Me rasco incómodamente el cuello y volteo hacia los lados para no tener que verla.

No es que no me agrade, pero siempre está pendiente de todo lo que hago y algunas veces me aterra..

Me levanto de la arena y decido caminar hacia la orilla de la playa. Una vez que llego, el agua salada moja mis pies y hago un quejido por lo fría que se encuentra.

—Mierda..—me alejo del agua.

Oigo una risa detrás de mi y enseguida volteo mi cabeza.

Connor está parado al frente de mi, tiene puesto su típico suéter gris. La capucha la tiene puesta; haciendo que solo se vean algunos mechones de su cabello rubio —el cual ahorita mismo se ve oscuro—, me doy cuenta que tiene una sonrisa de medio lado.

—Solo a ti se te ocurre mojar los pies a esta hora—comenta con tono burlón.

—No me di cuenta que estaba tan cerca.

Se coloca a mi lado para luego ver hacia la luna, la cual se encuentra justamente arriba de nosotros.

—Aún me arrepiento por dejar que Ángeles trajera a Margaret—dice luego de algunos segundos— bueno, en realidad fue mi padre quien le dio el permiso, y yo no tenía mas remedio que aceptarlo.—suspira.

Soy Nick Campell  (actualizando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora