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-¿D-diga?-

-Dios al fin contestas, ¿Dónde diablos te has metido? Has faltado una semana al trabajo-

¿Había pasado una semana? ni siquiera me había dado cuenta, había perdido la noción del tiempo por completo.

-I-iré...mañana t-temprano-

-En serio me debes más que un almuerzo, no sabes todo lo que hice para que el jefe no te despidiera-

-Gracias K-kazutora, a-ahora...uhm...no p-puedo...hablar aahhh-

-¿Que pasa, te encuentras bien?-

-Corta la llamada, concéntrate en mí- Ran habló cerca de mi oreja, dando una profunda embestida haciéndome temblar todo el cuerpo.

-M-me...tengo...que ir-

-Esper- corte abruptamente la llamada.

Perdóname Kazutora te lo compensare.

Me encontraba en posición de perrito, Ran agarró mis caderas fuerte y firmes embistiendo profundo mi intimidad.

Ran se encontraba con el cabello suelto decir que no me prendía verlo así estaría mintiendo.

Estaba malditamente cansada pero Ran se movía tan bien que no paraba de gemir su nombre, me encontraba completamente mojada.

-Quiero que toda tu atención solo sea para Rindou y yo ¿Como puedo lograr eso?, incluso si nos das toda tu atención quiero más- Ran agarro mis brazos jalandolos hacia él, mi cuerpo quedó sentado encima de Ran aún con su miembro dentro de mi, Ran comenzo a moverse -¿Soy egoísta por querer eso? Quiero tener todo de tí-

Durante esta semana los Haitani estuvieron muy posesivos conmigo es por causa del celo ¿O es que siempre fueron así realmente y recién lo sacan a la luz?.

Ran dio unas cuantas embestidas más y se vino dentro de mi, hace mucho que los condones se habían acabado, Ran poco a poco salio dentro de mi podía sentir toda su esencia salir de mi vagina bajando por mis piernas.

Me tape con las sabanas cubriendo mi cuerpo con ellas.

Ran se dirigió a la mesita de noche abrio el cajón sacando el frasco de pastillas anticoceptivas, cuando tuvo en sus manos las patillas sirvió un vaso con agua y se dirigió a mi.

La puerta del cuarto fue abierta apareciendo Rindou solo con bóxer en sus manos traía una bandeja de comida.

-Paren todo es hora de comer, ooh de todos modos ya terminaron- Rindou dejó la bandeja de comida en la cama.

-Se que por ahora no quieres bebés así que abre la boca cariño- Dijo Ran.

Obedecí y abri, él puso la pastilla dentro de mi boca y luego me dio el vaso de agua para beber.

-Prepararé el baño para tí, ahora vengo para recogerte- Dijo Ran besando mi frente para después dirigirse al baño.

Rindou se sento a mi costado agarro la bandeja de comida poniendola encima de él, pude apreciar que había Udon junto a bolas de arroz y de postre un mochi, agarro los palitos y enrollo los fideos.

-Di "a"- Dijo Rindou haciendo una mueca con la boca tratando de decirme que haga lo mismo que él.

-Esta bien puedo comer sola- Dije, la verdad es que me daba vergüenza.

-Dije que digas "a"- Volvió a decir -No tienes que sentir vergüenza, me gusta cuidarte-

Hice lo que Rindou me pidió, él llevó los palitos con fideos a mi boca.

𝐒𝐎𝐘 𝐁𝐄𝐓𝐀 | 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora