—¿Odalia? ¿Qué fue todo ese escándalo?
—Era Amity, atrapó a esta cosa en mi oficina —Odalia levanta la jaula frente a Alador, quien la observa como si le costará demasiado esfuerzo mantener los ojos abiertos— ¿Sospechoso? ¿No lo crees?
—Pero si es un pequeño búho, debió haber entrado sin querer por la ventana —Alador se da la vuelta y se cubre por completo con las mantas, dispuesto a seguir durmiendo—. Siempre tan exagerada, cariño.
—¿Exagerada? ¿Te das cuenta de lo que acabas de decir?
—Si, ahora acuéstate y deja de hablar que tengo sueño.
—Pero... ¡El pajarraco puede ser un espía! No podemos confiarnos tan fácil.
—Shh... estoy intentando dormir.
Odalia refunfuña palabras apenas inteligibles. Coloca la jaula en el piso y la cubre con una tela. Ahora Luz no puede ver absolutamente nada, sin embargo, eso no es lo que más le preocupa. Está atrapada dentro de la habitación de los padres de Amity, y cualquier movimiento que haga puede transformar todo esto en un absoluto desastre.
Un par de minutos pasan y Luz piensa que es hora de actuar, necesita idear un plan para escapar. Pero algo la detiene, algo que absorbe toda su atención.
—Alador, ¿crees que lo estamos haciendo mal?
—¿Uh...?
—Con Amity, quiero decir, en las últimas semanas ha estado actuando diferente —Odalia toma una respiración profunda—. Parece que vuelve a comportarse como antes. Nada de lo que hago funciona con ella.
—Sabes que nuestra pequeña puede ser difícil de tratar. Además, estoy seguro de que esto es solo una fase de su edad —responde Alador unos segundos después, su voz baja, aturdida por las mantas.
—¿No piensas que hemos sido muy duros?
—Odalia, nos esforzamos por educarla de la mejor forma. El próximo año ya será mayor de edad, si ella decide que nuestras maneras no son de su agrado, será libre de buscar su propio rumbo.
—¡Cómo se te ocurre decir algo así! —El ruido de pisadas, le dan a entender a Luz que alguien se levantó de la cama—. Por esa misma razón alejamos a la humana de ella. No podemos darnos el lujo de perder a nuestra hija, ella es el futuro de nuestra empresa. Es el futuro de nuestra familia.
—Solía pensar lo mismo. Pero sabes, si seguimos haciéndola infeliz, de todos modos la terminaremos perdiendo.
—Ella no es infeliz.
—Odalia, ya estamos viejos, no vale la pena mentirnos. —Alador hace una pausa, su voz se quiebra al final—. Puedo contar con mi mano las veces que entré a su habitación y no la encontré llorando. Ella aún sufre por la humana, creo que eso es lo peor que le hemos hecho.
—¡No! Nunca te cuestiones eso, hicimos lo mejor para ella. No podíamos permitir que Amity se enamorara de esa chica. La humana la alejaría de nosotros, la llevaría a su asqueroso mundo, o quien sabe que. —Las últimas palabras temblaban en la garganta de Odalia—. No soportaría perder a mi pequeña. Hicimos bien Alador, hicimos lo mejor por nuestra hija.
—¿Lo mejor para ella, o lo mejor para nosotros? —respondió Alador después de una pausa—. Necesitamos arreglar las cosas con Amity, Odalia.
—Tengo miedo, cariño. No podría soportar que mi propia hija me odiara. —Odalia solloza, y por un segundo Luz desea no tener una tela sobre la jaula—. Cuánto desearía que fuera una niña otra vez, tan adorable, tan obediente.
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Tú eres la bruja, yo soy tu gata (Lumity)
RomanceEl tiempo de Luz en las Islas Hirvientes había terminado de forma abrupta. Buscando desesperadamente la forma de sanar su corazón, recibe la ayuda de una pequeña amiga felina, la cual la ayuda a superar sus momentos de tristeza y anhelo de su tiempo...