Capítulo 19

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Luz ni siquiera tuvo mucho tiempo para pensar. La puerta ya estaba por completo abierta, lo que significaba que ya era muy tarde para dar marcha atrás. En el momento exacto en que puso un pie en la entrada, su madre habló.

"¿Quién era ella?" preguntó con un tono de voz tranquilo, sin embargo su postura tensa y los brazos cruzados contra su pecho daban a entender todo lo contrario.

A su cabeza vinieron muchas formas de responder a esa pregunta. Aunque, estaba casi segura de que para su madre, todas las respuestas se escucharían como locuras, y ahora mismo, eso era lo último que necesitaba escuchar. Había ocultado todo esto en su interior por tanto tiempo, que sacarlo fuera y que su madre no le creyera era una posibilidad demasiado dolorosa.

Deseaba que todo fuese tan fácil como lo fue con la señora Margaret, pero ahora era diferente. No era importante lo que pensaran los demás sobre ella, no le interesaba la opinión de los vecinos, ni los maestros, ni muchos menos de sus compañeros del instituto. En cambio, su madre, era la persona más importante en su vida. Mientras ella comprendiera, todo estaría bien en su vida.

Pero existía la gran posibilidad de que no lo hiciera, y eso la llenaba de tanta inseguridad y ansiedad que le daban ganas de llorar. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando su madre se aclaró la garganta, deseosa por escuchar alguna respuesta.

"¿Y bien? ¿Acaso el gato te comió la lengua?"

"Ella es Amity" respondió con un hilo de voz, odiando sentir el miedo que invadía su cuerpo. Sus manos temblaban y de pronto el aire parecía más difícil de respirar. Es solo tu madre, quien te ama y quiere lo mejor para ti. Trato de repetir en su cabeza intentando tranquilizarse.

"¿Es tu amiga?" preguntó su madre en un tono falso, que claramente se entendía como una insinuación a algo más. "¿Y por qué no la invitaste a entrar?"

¿Era una broma? Estaba segura de que su madre lo había visto todo. El beso, el portal y la despedida. ¿Por qué finge que todo está bien? Era imposible que no lo hubiera visto, a pesar de que amaba a su madre, sabía que el chisme era su pasatiempo favorito. Ella por nada del mundo se perdería la oportunidad.

"Tenía que irse, ya era muy tarde" respondió con inseguridad, sabía que era la oportunidad perfecta para explicarlo todo. Pero un repentino ataque de cobardía le impidió decir más.

Los segundos pasaron y su madre no decía palabra alguna, su expresión era inmutable y no dejaba entrever nada. El aire se sentía más asfixiante que antes, y su cuerpo le rogaba por moverse y evitar continuar con la conversación.

"Es una lástima" expresó su madre con decepción "Podrías invitarla otro día, me encantaría conocerla." Y sin agregar más, se dio media vuelta y regreso a la cocina, actuando como si nada hubiera pasado.

¿Entonces eso era todo? ¿Tanto miedo por nada?

Pero no podía ser, ella vio el portal, estaba segura de eso.

¿Por qué ahora actuaba así?

Su cabeza era una maraña de pensamientos confusos e ideas que no encajaban en ningún lado. Le parecía demasiado extraño que su madre no preguntara más, que no exigiera explicaciones, cuando siempre parecía preocuparse por todo lo que ocurría durante su día.

Cuando su mente y cuerpo volvieron a conectar, se acercó a la cocina, ahora más confundida que asustada. Su madre estaba allí, revolviendo un recipiente con gesto ausente.

"La próxima vez te la presentaré" prometió con voz tímida, esperando escuchar cualquier cosa que le diera alguna pista de lo que estaba pasando. "¿Necesitas ayuda con algo?" preguntó, pero los segundos pasaron y su madre no contesto, continuaba quieta en la misma posición.

Tú eres la bruja, yo soy tu gata (Lumity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora