¡Maldición, no puedo concentrarme en nada!
¿Por qué no puedo dejar de pensar en ella? ¿Por qué la necesito tanto?
Todo estaba afectando demasiado su vida cotidiana. Durante todo su día, mejor dicho, durante todos los últimos meses lo único que podía pensar era en ella.
No entendía por qué Luz era tan inevitable para ella. La necesitaba tanto, y necesitarla tanto la hacía rabiar.
Nada de esto estaba bien. Ella era Amity Blight, no podía seguir siendo un desastre andante, tenía que solucionar esto de una vez por todas.
Lamentablemente solo tenía dos opciones.
Tomo entre sus manos la última poción que Eda había fabricado, el líquido espeso de color ámbar golpeaba las paredes de vidrio.
Podía tirarla y tratar de olvidarse de todo. Esperando de milagro que Luz nunca se enterara de la estupidez que había hecho.
La otra opción era simple, tan simple como ser sincera y confesar toda la verdad.
Pero eso le costaba tanto, tanto que tan solo pensarlo la hacía temblar.
Era una cobarde en todos los sentidos de la palabra.
Bueno si ella te odia, ¿No serían las cosas más fáciles?
Decir la verdad tenía un cien por ciento de probabilidades de terminar en catástrofe, y eso lo sabía desde el momento en que se metió de lleno en todo esto.
"Luz, lo siento, decidí espiarte por que te extrañaba demasiado. Sin embargo no fui capaz de responder a ninguna de tus cartas, ignorándote durante casi un año porque soy una completa estúpida y egoísta"
Que absurdo y ridículo sonaba todo eso en su cabeza, peso a eso, todo era verdad y esa frase resumía todo. Sus acciones no demostraban nada lógico y lo sabía.
Imagino varias escenas más en su mente, en algunas, Luz era comprensiva y aceptaba todo lo que había hecho. En muchas otras, Luz era sensata y literalmente la mandaba a la mierda, rompiendo su corazón en pedacitos. Esa opción era la más factible y también la que más temía.
Eso es lo único que te mereces.
Respiro hondo por última vez y se bebió la poción de golpe, el líquido le hizo cosquillas al bajar por su garganta, mientras unos leves temblores recorrieran su cuerpo, un instante después ya se encontraba sobre sus cuatro patas.
Está sería la última vez que engañaba a Luz. Lo había decidido, y no podía seguir mintiendo.
Luego le escribiría una carta contándole absolutamente toda la verdad, prometiendo que nunca más volvería a invadir su vida de esa manera.
Si termina odiándome sería lo mejor para ella.
Había tomado una decisión, y estaba dispuesta a asumir las consecuencias de sus actos.
Miro por última su habitación y con absoluta determinación en sus cuatro patas, entro al mundo humano.
El sol ya estaba casi ocultándose, le había tomado todo el día tomar una decisión y esperaba que no fuese demasiado tarde. Una brisa fría erizo los pelos de su cola. El cielo estaba cubierto de nubes, lo que causaba un paisaje demasiado deprimente, totalmente acorde a todo lo que sentía en su interior.
Se acercó lentamente a la ventana, para su buena suerte estaba abierta a pesar del mal clima. Apenas ingreso pudo ver que estaba Luz sentada cerca de la ventana con el libro de Azura entre sus manos. Lo cerró de golpe a penas la vio.
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Tú eres la bruja, yo soy tu gata (Lumity)
RomanceEl tiempo de Luz en las Islas Hirvientes había terminado de forma abrupta. Buscando desesperadamente la forma de sanar su corazón, recibe la ayuda de una pequeña amiga felina, la cual la ayuda a superar sus momentos de tristeza y anhelo de su tiempo...