18. Me quieres.

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"Cuando abras un hoyo en mi cráneo
¿odiarás lo que ves...
cómo yo?"

— Tómate una foto sucia.

— ¿Qué?

— No puedo concentrarme y extraño tu rostro, mi amor.

Jisung colgó el celular justo después de eso, sin importarle cómo Minho estallaba de la risa. Ya podría escucharlo después. Tendría muchas oportunidades de ello, claro que sí.

Le curioseaba la manera en que Minho podía ser así de pelado y al mismo tiempo tan introvertido. Se estaba hartando de a poco, Minho estaba a 3 gotas de rebasar el vaso de la paciencia y permisividad del peliazul que cada vez rechazaba más su tacto. Ya ni le dejaba jugar con sus dedos cuando cenaban, aburridos pues era el momento en el que llegaban del trabajo y sus actividades diarias, con los celulares a 4% y aprovechaban para cargarlos. Así que las cenas eran silenciosas, salvo por el ruidajo que Jisung hacía al comer, a Minho le asqueaba un poco-mucho pero descubrió que si jugaba con los dedos del otro, que usualmente reposaban sobre la mesa, justo al lado del vaso de agua, refresco o cerveza que tuviera en el momento, Jisung parecía reducir el escándalo de las masticadas al menos unos cuantos decibeles, por los nervios tal vez.

El castaño le miró en shock cuando Jisung no puso las manos sobre la mesa. ¿Cómo se supone que tomaría sus dedos, entonces? Tampoco se los iba a pedir, qué mierda. Pero ya se había acostumbrado a comer acariciando algo suave en la palma de su mano.

Jisung volvió su mente a los documentos frente a él, tenía muchísimo trabajo para entonces. Decidió ignorarlo otro rato y le mandó mensaje al castaño que estaba igual de ahogado en trabajo, pero que respondería su mensaje de igual forma. Por supuesto.

¿Cuándo será el día que pueda trabajar sin
estresarme tanto?


Creo que elegiste la carrera equivocada, corazón.


No me digas así.

Ya sé.

Era la mejorcita en ese momento.


Es un poco tarde para cambiar de dirección, vive eternamente con el martirio de tus estúpidas elecciones adolescentes.


Gracias, anciano.

No olvides el jabón para trastes.

Ya me harté de usar el de Hyunjin.

El agua me supo a coco.


Con cacao.

Hoy sin falta. 👍


Te dediqué una.


¿Una qué?


No seas homosexual, te irás al infierno.

Hoy te la muestro.


Con gusto la veo, aunque no sería la primera vez, Hannie.


Tu puta maña de no tocar
la puerta del baño.


Y la tuya de no ponerle seguro.

Esa noche era la presentación de Minho. Jamás había mostrado un lado artístico para nada, sus amigos chismearon entre ellos cuando Minho salió con la novedad de que se había inscrito en una Academia y por milagro del Señor había sido aceptado. Decir que estaban escepticos era... poco.

Peace ღ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora