19. Pedacitos revueltos de fortunas y desventuras

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"De lo que sea que estén hechas las almas, la tuya y la mía están hechas de lo mismo".

Esa noche no durmieron juntos, Minho estaba agotado y completamente avergonzado por todo, por lo que Jisung le facilitó las cosas al fingir quedarse dormido en el sillón. Sabía que Minho no podría decirle que no directamente, así que se conformó con una caricia que Minho le brindó en la frente con la punta de sus dedos.

Esa noche fue la única en la que Soonie rascó la puerta del castaño para dormir con él.

Minho había estado pensando en si era demasiado exigente con sus amistades, o si ellos no daban el ancho. A su parecer, era un poco de ambas. Quizá súmenle que no le gustaba estar expuesto a sentimientos reales. Eran muy... volátiles. Las personas explotaban sin razón, o quizá con mucha razón pero lo hacían de repente, asustándolo. Lidiar con emociones ajenas tan intensas le resultaba sofocante y era tan inmaduro que huir era más sencillo que tener una conversación real. Además, él no era quien para hacerse responsable por sentimientos ajenos, ¿no? Las personas deberían aprender a lidiar con los propios.

Todo el día hizo caso omiso de mensajes de sus conocidos de la Academia, preguntándole si estaba bien...

Mucha preocupación, parece falsa.

...miradas indiferentes de Hyunjin...

Muy poco interés, parece falso.

...y ni un mensaje de Jeongin en todo el día.

Mucha indiferencia, parece... cierto.

¿Era cierto lo que Changbin dijo? Probablemente no, se habría dado cuenta de ello antes. Hyunjin nunca dio señales de tener otro tipo de interés, y en caso de que sí, habría sido demasiado obvio.

O tan obvio que Minho lo dejó pasar.

La noche siguiente fue mejor. Ahora estaba con Han, viendo un programa de TV basura. Hasta que el menor sintió que Minho pasaba más tiempo volteándolo a ver que con los ojos en la pantalla.

— ¿Qué piensas?

— Lo bien que me conoces.

— Me es sencillo. — dijo con facilidad, tan simple que hizo reír al mayor. Mantuvo la sonrisa porque Han le sostuvo la mirada y sonrió también.

— No mires de tan cerca.

— ¿Por qué no?

— Puede que no te guste, Hannie.

— Te aseguro que me fascina la vista en este momento.

Minho entrecerró los ojos y se metió una palomita a la boca antes de volver a hablar.

— Vamos a acabar mal.

— ¿Cuál es la diversión en saber que acabará bien?

Minho sonrió de lado y miró a su celular, excusándose por un segundo para atender una llamada. Volvió a los pocos segundos.

— ¿No me vas a preguntar quién era? — volvió a hablar.

— ¿Debería? — Minho asintió — Bien, ¿quién es?

— El chico de la tienda, dice que ya tiene mi nuevo celular listo y puedo pasar mañana por él. Lo tuvo que ordenar y se perdió como 3 veces en el trayecto.

— No me mates, pero realmente no me interesa.

— Finge que sí, me gusta que me tengas bien atado.

— No te irás de mi lado, así que no necesito eso.

Minho le pegó en el vientre, haciendo reír a Han. — Aburrido...

Peace ღ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora