Zach.
La discusión que había tenido hace unos momentos con Max me preocupa en serio, yo sabía y tenía claro que no lo hice con intención de herir a Lia.
Jamás lo haría.
¿Entonces con que intensiones lo hiciste querido Jones?
Mi mirada cayó al piso cuando ví a Lia caer lento y recibir un golpe algo fuerte en la cabeza. Trate de sostenerla antes de que cayera pero no pude.
Max no se inmutó lo más mínimo, y comenzó a soltar insultos para ella y para mí con palabras demasiado groseras.
— Es que joder ¿ya te callas? —.
No dejaba de hacerlo y me estaba desesperando.
— Mirala que indefensa se ve Lia ahí — señaló con el dedo dónde estaba tirada Lia.
— Mira Max —. Lo agarre del cuello de la camisa — Ahora por tu culpa Lia cree que no la quiero pero no es verdad yo la amo —.
Se soltó de mi agarre y hablo — El idiota de Zach Jones ya se enamoro, el chico más codiciado de la preparatoria —.
Me di la vuelta por qué no podía dejar que estuviera inconsciente por más tiempo.
La cargue en mis brazos acomodándola para que no se lastimara y me dirigí hacia la sala. Los sillones no eran tan amplios como los míos y estaba seguro de que no la podía dejar ahí.
— ¿Su habitación? Dónde está —. Le pregunté al idiota que era su mejor amigo.
Camino lento hacia mi, quedando a unos cuantos pasos de nosotros.
— Oh ya entiendo — hizo como si estuviera pensando — la ves en ese estado y piensas en follarla — sonrió burlón.
— Idiota si quisiera follarla lo haría cuando estuviera despierta y consiente de lo que haríamos — me quería mover pero no sabía dónde había una habitación.
Por último decidí hablar — No soy un hijo de puta como tú — tome una respiración pesada.
— Subiendo las escaleras la primera puerta del lado derecho —.
Sin más subí las escaleras y entre en la habitación. La coloque en la cama con mucho cuidado de que no se fuera a lastimar.
En la habitación había un sanitario que pensé era de uso personal para ella, en la parte baja del lavabo había un mueble de madera donde supuse que habría algún botiquín de primeros auxilios. Y así fue hallé uno lo saqué con cuidado para que las demás cosas no cayeran.
Salí de ahí. Me senté al lado de la cama en un sillón poff que se situaba a lado de su colchón. Puse la caja sobre mis piernas y la abrí saqué el alcohol y un par de algodones. Deje caer el líquido sobre el algodón y me acerque a Lía.
Acerque el algodón a su nariz para que lo aspirará y reaccionara.
A los pocos segundos ella comenzó a moverse y a dar unos quejidos de dolor. Cuando ya estuvo conciente decidí hablarle.
— ¿Te encuentras bien?.
— Si.
Aún se sobaba la frente y tenía los ojos cerrados.
— ¿Segura?
— Si.
— ¿Por qué te desmayaste entonces?
— Tiendo a desmayarme cuando estoy muy preocupada o nerviosa o cuando no he comido nada.
— Está bien pero creo que deberíamos ir a el doctor.
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Te Amo Tres Millones
RomanceGracias a un balón de baloncesto, estos dos se conocen sus miradas chocan... ¿ambos se enamoran? O uno de los dos ya estaba enamorado desde hace mucho tiempo siempre has sido tu...