Gail (Novela #6 de la saga "Cigüeñas")

_14._

Al llegar me encuentro con un desastre de personas, y policías en el lugar, ruedo los ojos y me estaciono en la calle frente. Me bajo de la camioneta y voy hacia mi secretario quien al verme parece haber visto a Dios.

-Señor- dice al verme, y solo asiento.

-Ya voy a resolver.- paso entre la gente levándome por medio a todo el mundo hasta que llego a la escena, el cuerpo está cubierto por una manta blanca y hay policías a su alrededor tomando fotos y escribiendo en un papel.

-No puede pasar- me dice un policía, lo observo y señalo a uno que va caminando.

-Ese de allí me llama- alza una ceja y paso. Que fácil. Me acerco a uno de ellos.- Hey oficial.- me observa de pies a cabeza y alza la ceja.

-¿Usted es?- alzo una ceja igual.

-Soy el dueño de aquel edificio- señalo frente.

-Aja.. ¿Y?- Su mirada va del piso a su papel.

-Mis empleados no pueden pasar porque tienen toda la calle cerrada.- me cruzo de brazos, ni me observa.

-Pero como ve, hay una persona tirada en la calle y estamos investigando.- dice sin mirarme.

-Mis empleados necesitan trabajar, ninguno tiene nada que ver en esto- muevo mi pierna inquieto.

-Eso no está demostrado, por eso debemos investigar.- comienzo a irritarme.

-¿Qué tanto investigan?- alzo un poco la voz- Una persona se lanzó de un piso de aquel edificio feo porque... no se debía dinero, su esposa o esposo lo o la dejo, perdió una apuesta, no quería trabajar más, estaba aburrido de la vida, quería llamar la atención, quería volar, se creía ángel...- cuento con los dedos, no me ve y eso comienza a inquietarme- ¡QUE SE YO!- Ahora si me ve, hablo entre dientes- Pero necesito que mis empleados trabajen porque todos tienen necesidades y tenemos una empresa que mantener al margen.- alza una ceja.

-No tiene derecho de hablarme asi.- dice entre dientes fulminándome con la mirada, llamamos la atención de todos.

-¿Tu si tienes derecho de ignorarme?- frunzo más el ceño.

-Oficial Dave- rompemos contacto visual al escuchar una voz femenina, el hombre frente a mi voltea y yo copio su acción.- Le dije que le corresponde...- su mirada choca con la mía y deja de hablar, mueve su cabeza a los lados Y observa al idiota a mi lado- Le corresponde otro caso, este es mío, y deje de hacer espectáculos- rio dentro de mí pero sin dejar de observarla.

Diooosssss.

-Detective, el sargento mayor me envió aquí.- la rubia rueda los ojos verdes que me hipnotizaron y no puedo dejar de mirar.

-Espera aquí- toma su celular y se aleja un poco, el idiota a mi lado me observa de reojo, yo cruzo mis brazos sin moverme de allí.

-Debe irse- me susurra a mi lado, sin dejar de mirar a la rubia me encojo de hombros.

-Por lo que veo ella tiene más autoridad que tú.

-Usted- me interrumpe.

-Puedes tutearme, no tengo problema y si me dices usted me siento más viejo.- suspira.

-Me refiero a que- la rubia llama su atención interrumpiéndolo.

-Debe ir a la estación, lo necesitan allá.- lo observa a él y luego a mí.

-Ok- se va chocando su hombro con el mío. La rubia frunce el ceño observándome.

-¿Usted es?- y dale con el usted..

-Tom Reings, el dueño de ese edificio- señalo detrás de ella, se acerca un poco para estrechar su mano con la mía.

-Ok señor, ¿en que le puedo ayudar?- en mucho... pienso pero muevo mi cabeza a mis lados, para despejar esos pensamientos que no son míos, o si, pero no del Tom de ahora.

-Ok detective..- giro el rostro para ver el nombre en su placa- Benson; mis empleados no han podido entrar a laborar porque tienen toda la calle cerrada, y estamos en unos días muy importantes en la empresa- digo sin romper el contacto visual.

-Señor Reings; cuando sucede algo como esto- señala la persona cubierta y suspira- es necesario tomar medidas como esta para descubrir que sucedió, no podemos hacer como si no ha sucedido nada.- observa su reloj.

-Es de gran importancia detective- me observa, luego al edificio.

-Toda la gente que está allí son empleados de usted?- asiento viendo que se refiere a los que están alrededor de la escena pero fuera del acceso.- Le sugiero un trato solo porque me dijo que es de gran importancia.- asiento- Interrogare uno a uno y a medida que lo hagan pueden ingresar a su edificio, si encuentro algo novedoso tendrán que permanecer aquí afuera.

-Perfecto- le sonrío esta se mantiene seria y asiente. Doy media vuelta y esta me detiene.

-Otra cosa- la observo- Necesito la lista de todos sus empleados.

-Perfecto.- vuelvo a decir y asiente.

Dios que Diosa.

Paso la mano por mi rostro mientras llego donde está mi secretario y le informo lo sucedido.

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Pasaron una, dos, tres, cuatro horas hasta que los interrogaron a todos y logramos iniciar a trabajar. Trabajamos solo unas pocas horas y tuve que pagar horas extras porque no podiamos dejar el trabajo a medias y todos culminaron a las 9 pm y cuando fue hora de irnos la detective llega a mi oficina.

-Ya me interrogaron- digo desde mi asiento sin dejar de ver esas perlas verdes.

-Lo sé, vengo a mostrarle esto- me entrega unas fotos donde se logra ver fotos de un hombre que fue mi secretario hace un año.

-¿Qué sucede con Luis?- alzo la mirada esta me observa seria, como siempre.

-Él fue el hombre que se lanzó del edificio, o fue arrojado.- alzo una ceja.

-¿Y yo que tengo que ver?

-Solo vengo a hacerle pocas preguntas sobre el.- asiento, esta toma un lápiz y papel y escribe- ¿Cómo o por quien lo conoció?

-El llego aquí en búsqueda de empleo y vio mi anuncio de que necesitaba personas.- asiente y escribe.

-¿Y qué le llamo la atención para contratarlo?

-Su determinación, era muy serio como usted- me observa alzando una ceja.- Como sea, trabajo para mi dos meses pero me robo un dinero transfiriéndoselo a su cuenta bancaria y lo despedí. Eso es todo. Desde que lo despedí no volví a verlo.- asiente escribiendo.-¿Algo más?- asiente.

-¿Alguien de aquí ttiene contacto con el, que usted sepa?- toco mi barbilla pensativo y niego.

-Era muy reservado- asiente.

-Entonces es todo, señor Reings, gracias por su tiempo- se levanta y copio su acción para estrechar nuestras manos. Paso por su lado y le abro la puerta de mi oficina. Asiente y sale.

-En mi vida he visto una mujer tan hermosa.- niego- Gail Gail Gail. Concéntrate Tom.

Busco el número de mi casa y marco, después de seis timbres sin responder se cuelga. Ruedo los ojos y lo intento de nuevo. Esta vez con éxito.

-*Hijo, estaba en el segundo piiso y no sabía donde estaba el teléfono- asiento caminando a la gran pared de vidrio que me facilita la vista de la ciudad.

-Ok, ¿cómo va todo?

-Bien, Gail sensible pero tranquila. Se bebió dos biberones y medio- abro la boca- Vió caricaturas, lloró un rato y se durmió- Asiento- Me recuerda mucho a tí, cascarrabias- tuerso los labios.

-Ella bebe dos biberones, quizás tenía mucha hambre- evado el tema.- A penas salga de aquí voy para allá. 

-ok hijo no te preocupes*- sonrío y cuelgo. 

Termino de hacer unos papeleos, ya casi solo en la empresa, y salgo cuando son las 10 pm. Aún hay policías en la zona pero ya el cuerpo no está, ni la hermosa detective. Me subo a mi auto y me marcho, directo a casa muy exhausto.