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-María no voy a tardar, cualquier cosa inquietud me llamas inmediatamente.- María rueda los ojos.- Es enserio mujer, te estoy dejando a mi más grande tesoro.

-Awww que tierno.- Alza la manito de Gail que esta acostada en sus piernas- Papito es un tierno solo contigo bebe.- mi niña solo la observa.

-María, es enserio- vuelve a rodar los ojos.

-Te recuerdo Tom que soy yo quien ahora trabaja en maternidad cuidando bebes y deje el trabajo de caza recompensas hace un tiempo- se mueve inquieta en el sofá, me acerco mirándola mal y tomo lo que imagine.

-¿Cuántas veces debo decirte que nada de cuchillos ni armas cerca de Gail?- ríe nerviosa.

-Es solo protección.- entrecierro los ojos. Me acerco cal ventanal y lanzo el cuchillo para la parte derecha el edificio donde solo hay árboles.

Suena mi celular. Lo saco del bolsillo de mi pantalón de gabardina.

-*Si?-

-Señor Tom, lo buscan unas personas llamadas...- habla mi recepcionista- Bella, Frank, Deivid, Jhon, Alex, Sofía... -Dice varios nombre más.- al reconocer tres la interrumpo.

-Sí, son los promotores del evento próximo, acompáñalos hasta el ascensor y márcales el piso de la disco.

-Ok señor-* cuelgo.

-Voy a bajar, ya sabes cualquier inquietud me llamas.

-Tom, sé que es la primera vez que te alejas así de la bebe, pero debes controlarte. Estarás solo a unos pisos de distancia y yo soy la segunda persona en este mundo que ama con su vida a esta gorda.- asiento, la miro mal- Ya no más cuchillos- alza su mano izquierda jurando y sonrío, me acerco y le doy un beso en la coronilla a mi hija.

-Adiós- me alejo antes de arrepentirme, me subo al ascensor y mientras se cierran las puertas observo a María con mi hija en el sofá a unos diez metros de distancia.

Es la primera vez que dejo a Gail así, siento que aún es muy pequeña para cosas así, sin embargo, poco a poco hare que se acostumbre porque mi vida está llena de eventos formales e informales. Veo la pantalla de mi celular que contiene una foto de ella y yo acostados en la que la estoy observando fijamente. Es mi mejor compañía.

Me bajo del ascensor y voy a la entrada del club, abro la puerta me encuentro solo con los invitados en la barra y unas pocas personas, es muy temprano para que este lleno.

-SEAN BIENVENIDOS AL LUX DAMAS Y CABALLEROS... Creo que lo dije al revés- hablo mientras bajo las escaleras y me dirijo a la barra donde se encuentran ellos.- Si quieren algo solo ordénenlo, la casa invita.

-Tom, Tom, siempre tan escandaloso- habla Sofía la dueña de la compañía de modelos. Quien me conoce más allá de todo (saben a qué me refiero). Una dama de unos treinta y tres años, bien conservada y operada, cabello negro liso hasta la cintura y piel morena. Un bombón que disfrute hace un tiempo y ya no disfrutare más.

-Querida Sofía, que guapa estas- le doy un corto abrazo y procedo a estrechar mi mano con los demás.

-Es un placer tenerlos aquí a todos.- me acerco al bartman y le guiño el ojo para que me traiga lo de siempre. – Pueden dirigirse a esas cortinas rojas, que los dirigen a unas escaleras, es para subir a esa área de cristal de allá que, si lo es, pero desde aquí se ve oscuro y tipo espejo, y desde allá más claro que nada. Esa es la zona VIP, ya están próximos a llegar más personas y aquí no podremos hablar.- todos asienten y van hacia allá con sus vasos; el bartman me entrega mi vaso, asiento y reviso mi celular. Le marco a María quien contesta inmediatamente.

Gail (Novela #6 de la saga "Cigüeñas")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora