Cuando está en el destino de una persona algo en específico, no hay circunstancia que lo alejé de aquello e impida que suceda.
Algo confuso y difícil de explicar, y por ello la invitación es a disfrutar de la historia de Tom Reings; un hombre millon...
-¡Ya estoy aquí Tomas!- llamo la atención de mi hermano que me cito hoy muy temprano al bar.
-Mejor tarde que nunca- dice en un tono cansado. me siento.
-Lo de siempre- le ordeno al barman. Y no ordeno nada para mi hermano porque tono tu vaso de gaseosa en la encimera.-¿Que quieres?- Digo mirándolo directo a los ojos.
-¿Por que no fuiste anoche?- Frunce el ceño, el barman llega con mi pedido y bebo un sorbo.
-Estaba muy ocupado ¡CARAJO SI QUE QUEMA ESTO! ME ENCANTA JUUUU- saboreo mi bebida.
-¿Ocupado durmiendo?
-SI, en eso ¿Algún problema?
-La verdad si Tom, te estas alejando mucho de la familia. ¿No te importa tu sobrino?
-Si me importa, pero tenia cero ganas de salir, es todo.
-Pues- saca de su bolsillo un papel y me lo entrega- Lee eso, quizás te ayude a cambiar un poco.- tomo el papel y lo leo en vos alta.
-Clínica Florida blablabla, día martes ayer blablabla prueba de paternidad 99,9% blablabla... Espera ¡QUE! ¿Qué es esto?
-María converso conmigo hace unos días y em comento sobre tu hija, al notar que tenias cero importancia hacia ella decidimos tomar una muestra de ti y hacer eso para que notaras que si es tu hija. Y procedas a reconocerla y criarla.- habla entre los dientes esto ultimo.
-Esto tiene que ser una broma.- paso una mano por mi rostro- Tomas, nunca me he entrometido en tu vida ni pienso hacerlo, para que tu hagas lo mismo ¡Es mi vida! No quiero criar a esa niña, Ok es mi hija pero no tengo ni puedo ni quiero criarla ¿ok?- Mi hermano se levanta de la silla.
-Eres irremediable, solo quedan dos días para que le den esa niña a otras personas y tu ni te inmutaras. Cuando veas a Charlie grande notaras lo que te pierdes por no querer aceptar a esa niña que solo te tiene a ti.- Dicho eso, se va furioso dejándome aquí con esta prueba en la mano y un fuerte dolor de cabeza.
Subo las escaleras con el papel en la mano y me asomo en el balcón recibiendo aire fresco en mi rostro.
Es mi hija, si que lo es. Pero no puedo cuidarla, no se como hacerlo ¡Ni se como cuidarme yo!
Busco mi celular en mi bolsillo y le marco a la única que puede ayudarme.
*-¿Donde estas?
-En casa con tu sobrino.
-Voy para allá. Urgente.*- Me subo al ascensor y voy directo a la casa de mi hermano.
Al llegar estaciono y tomo la hoja para bajarme del auto, toco el timbre y camino de un lado a otro. Al abrirse la puerta es mi cuñada y psicóloga Lila.
-Hola Tom imagino tu urgencia, pasa- se hace a un lado y entro, me siento en el sofá y ella se sienta frente a mi.
-¿Mi hermano esta?
-No, esta trabajando- asiento.
-Imagino que ya sabes porque he venido-a siente cruzando sus piernas- No se que hacer, es decir; si se que no la criare pero me siento un poco mal.
-A ver Tom. Nadie nace preparado en esta vida, ni yo nací psicóloga y ni madre; en esto segundo soy muy nueva como sabrás tu sobrino ayer a penas cumplió su primer mes de vida y aun no me acostumbro pero poco a poco.
-Para ti es fácil porque eres mujer.
-La verdad no, es mas difícil de hecho. Pero al ver su hermoso rostro y sus ojitos que brillan al verme a mi y a tu hermano se que lo estoy haciendo bien ¿Sabes lo hermoso que es saber que tengo a alguien que es mío y que pronto me dirá mama? La vida esta repleta de retos, tu mas que nadie lo sabe; es cuestión de que te atrevas a experimentarlos.
-¿Que quieres decir con eso?
-Que si no la crías tu, y dejas que otra persona lo haga habrás desperdiciado la oportunidad mas grande de tu vida y cuando es aniña crezca te tendrá muchísimo odio.- la observo y a la hoja.
-No se, es muy difícil eso.
-No puedo hacer mas nada, ya dije lo que tenia que decir.- se levanta con algo de molestia y va a la cocina a hacer no se que.
-Gracias Lila- grito un poco para que me escuche y salgo. Voy directo a la clínica.
-¿Pueden llevarme a ver a los bebes?
-Debe tener un motivo o un permiso señor.
-Bueno soy...- me interrumpe nada mas y anda menos que María vestida de enfermera.
-Es mi primo, déjalo pasar.- la chica de recepción asiente.- ¿Qué haces aquí?- me dice cuando iniciamos a caminar.
-Vengo a ver a la niña, es todo. Y me debes una por mandar a hacer una prueba sin mi consentimiento.- se encoge de hombros.
-Soy enfermera ahora, y he estado con ella todo el día, es una guapura de bebe.
-Como digas, cada día me sorprendes mas. Recuérdame no dejarte mas sola en mi casa.- rueda los ojos.
-Si claro como digas amargado- llegamos al área y observamos por el vidrio.- Es esa, la de gorro morado. No tiene ropa la pobre y yo le compre ese gorrito.
Dejo de escuchar a María que inicia a hablar de sus cuidados porque quedo anonadado con la niña. Ahí esta, durmiendo muy tranquila respirando rápidamente. Es muy pequeña e indefensa. De pronto me surge un fuerte dolor en el pecho que me hace jorobarme un poco pero no aparto la mirada de la bebe.
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-Su.... Suficiente, m...me voy.- camino rápidamente con maría pisándome los talones.
-¿Que sucede?
-Nada maría solo déjame solo- digo sin dejar de caminar, e incluso bajo por las escaleras. No se que me esta pasando.
