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"Qué guapo!" "Afortunada bebé" "¿Y la madre?"

Comentarios que escucho estando en la sala de espera en el consultorio del pediatra de Gail.

-"Gail Reings, consultorio uno"- escucho y tomo a Gail para dirigirme allí. 

-Bienvenidos- el doctor nos recibe y se levanta, Gail en mis brazos sonríe abiertamente. 

-Gracias doctor- nos sentamos ambos.

-¿Cómo ha estado Gail en estos días? Disculpe por posponer la cita de los tres meses para hoy- Nos observa, yo coloco a Gail de frente a él. SI, Gail tiene dos pediatras.

-Bien, ha comido más, ya bebe dos biberones- asiente- Ya no duerme tanto y ayer estuvo rudo el día; no paraba de llorar porque quería que la tuviera en mis brazos. 

-Eso se debe a la crisis de los tres meses- alzo una ceja, Gail balbucea- Eso es un momento por el que pasan todos los bebés, en el cuál lloran más, comienzan a dormir menos. Hoy le colocaré una vacuna que le correspondía hace un tiempo pero se me pasó. Esto le provocará algo de malestares y más llanto asi que mucha paciencia hoy Tom.- asiento tragando grueso. 

Se levanta del asiento y verifica que todo esté en orden para pesarla y medirla. La toma de mis brazos y la revisa, Gail solo lo observa confundida. Luego me la entrega.

-Ok Gail está mejor que nunca, mide 56 centímetros lo cuál es completamente normal y pesa 6,2 kg esta un poquito subida de peso pero solo unos mg.- escribe en su hoja, luego se levanta y prepara lo de la inyección, lo observo- Mantenle la comida como hasta ahora y las siestas. Si algo cambia es por ella, si tu la adaptas, debería seguir con sus 3 siestas al día.-asiento- ¿Duerme toda la noche?- coloco a Gail en mi regazo, observo la jeringa y trago grueso- ¿Señor Reings?

-Emm si, si ¿Qué dijo?- respiro agitadamente nervioso. El doctor ríe.

-Qué si duerme toda la noche Gail...-

-Sí, ya duerme completo- asiento sin apartar la vista de la jeringa...-Emmm.. E-EEssso es obligatorio?- asiente acercándose, no quiero exagerar pero veo unas antenas en su cabeza malignas y rayos a su alrededor.

¿Cuándo comenzó a sonreír malévolamente?

-Ok, esta será en la pierna colóquela del lado izquierdo.- eso hago temblando, Gail solo observa a los lados.- Ella solo sentirá un pinchazo, no es nada malo.- asiento rápidamente, acerca la aguja y la detengo.

-¿N-no p-poodría s-ser otro d-día o cuando es-tte m-más grande?

-No, es hoy- el doctor me observa achinando los ojos, yo asiento y volteo a otro lado- Relájese señor Reings, Gail está tranquila.- tomo una bocanada de aire y cierro los ojos, la escucho intentar llorar.-Listo. Sostenga allí- tomo el algodón y presiono levemente la pierna de Gail, esta solo me observa y una lágrima baja por su mejilla, pero no llora, mantiene el chupete en su boca.

-¿Estas bien bebe? Doctor malo- le hablo a Gail, el doctor ríe escribiendo en una hoja, luego me la entrega.

-Aquí están los siguientes cuidados, se mantiene igual, pero se agregan las terapias motoras, recuerde colocar la luz roja en su habitación y la de la bebe para mejorar el sueño y puede comenzar a darle esta fórmula. Es de tres, a seis meses- asiento.- Fue un placer verte hoy preciosa Gail, no llores mucho- Gail le sonríe haciendo que se le salga el chupete de la boca- Es toda una niña fuerte- sonrío igual que Gail, me levanto, coloco el bolso en mi hombro y meto la hoja allí, coloco a Gail en el otro hombro.

-Gracias doctor.- Salgo y Gail llora pero leve supongo que siente el malestar. Ignoro todos los alagos al salir del consultorio y al llegar al auto la coloco en su silla, al instante se duerme, suspiro y conduzco directo a mi casa. 

A penas las puertas del ascensor abren en mi casa un olor a comida exquisito llega a mis fosas nasales, dejo a Gail en la pequeña cuna que tiene aquí, lanzo la pañalera a algun lado y voy directo a la cocina. Mi madre de espaldas prueba lo que sea que ha hecho y hace un sonido de satisfacción.

-Que bien huele- digo y da un salto, haciendo que se le caiga la cucharilla. 

-Hijo por el amor de Dios!- Suspira- Qué gran susto- suelto una risa.- ¿Cómo les fué?

-Bastante bien- me recargo de la mesa- Lo único es que a Gail le colocaron una inyección hoy.- mi madre arruga la cara, parece una pasa.

-Oh ohh- asiento- Estará sensible hoy- muerdo la parte interna de mi mejilla. -¿Quieres comer hijo?- asiento. 

Me sirve la comida y no sentamos a comer, es un pasticho divino (o lasaña); junto a pan de ajo y ensalada césar. Tenia mucho tiempo sin probar comida de mi madre, y recuerdo que siempre ha sido una excelente cocinera, de hecho fué una reconocida chef. 

-Estuvo más que delicioso, voy a mi oficina a finiquitar unas cosas y luego bajo a ver como van los ensayos y preparativos del evento. 

-Ok hijo, si quieres me encargo de Gail, así nos acompañamos ambas.- La observo unos segundos terminando de beber mi jugo, asiento.

-Ok, cuando se levante le toca el biberon que supongo sabes hacer, si quieres lo vas preparando de una vez porque está próxima a levantarse, y la duchas a las siete de la noche con agua tibia, la bañera está en su habitación y ahí mismo regulas el agua- asiente, si tiene alguna duda me dices- Recuerda lo de la vacuna,- le digo señalándola, Vuelve a asentir sonriendo. -¿Qué?

-Recuerda que tuve muchos hijos Tom, sé que hacer- asiento- Me gusta , mucho ver lo buen padre que eres.- sonrío a boca cerrada y voy a mi oficina. 

Arreglo lo pendiente con la inauguración de la nueva sucursal y convoco a los inverisonistas Americanos y Europeos que quieren expandir mi negocio a sus Países a una reunion para la proxima semana. Al terminnar son las cinco de la tarde. Cuando estoy por bajar al bar entra una llamada a mi celular.

*-¿Qué quieres?- digo al responder, colocando el altavoz.

-Recuerda que hoy es la foto de los tres meses de la bebé- ruedo los ojos- Estoy donde tu hermano.

-Agh déjate de tontadas María, no puedo ir.

-Fuiste tu quien me lo sugirió desde el principio, así que tráela- ruedo los ojos. Cuando voy a preguntar me interrumpe- No puede ser otro día.

-Hoy no puedo, estoy muy ocupado, si quieres traes las cosas y se la haces en mi casa, mi madre se quedará con ella; si no, te esperas a otro día*- cuelgo.- María si es pesada.

Recojo unos papeles para verificar que todo esté en orden abajo en el bar y entra otra llamada, ruedo los ojos. 

*- ¿No fuí lo suficientemente claro María? – respondo sin ver quién es.

-Señor Reings- suena apresurado o nervioso mi secretario.

-Eh Carlos, perdón, cuéntame.

- Ha ocurrido un suicidio en el edificio que esta frente a Lux office y no nos dejan pasar.

-Suicidio? - muerdo la parte interna de mi mejilla-  Voy para allá*- cuelgo.

Hoy es el día de todo. Dejo los papeles tirados y salgo a toda velocidad. 

Mi madre se encuentra con Gail en brazos bailando una canción, Gail tiene el chupete y sus largas pestañas mojadas. Me acerco a ellas. 

-Debo irme antes, cualquier cosa me avisas ¿Tienes mi celular, cierto?- niega sin dejar de mecer a la bebé.-¿Dónde esta tu teléfono?

-Ahí en el sofá- lo veo y es un celular muy viejo, frunzo el ceño, registro mi número y lo dejo ahí de nuevo.

-Ya está registrado, mantenme al tanto- me acerco y le doy un beso a Gail en la frente, esta me observa y suspira- Adiós.- me voy, dejando a Gail a regañadientes con mi madre. 


Gail (Novela #6 de la saga "Cigüeñas")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora