¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El despertador sonó, haciendo que su propósito se cumpliera. Con cansancio, la chica trato de estirar su mano y apagar el sonido irritante, pero para su sorpresa no pudo ni levantar la mano.
Abrió los ojos con algo de pereza para encontrarse con una escena digna de sus pesadillas. Se encontraba pegada en el techo de su habitación y rodeada de una especie de capullo hecho de una sustancia blanca y pegajosa. Toda su habitación se encontraba llena de esa sustancia.
——¡Ahhh!——. No pudo contener el grito que emanó desde lo profundo de su garganta. No dudaba que asustaría a sus padres.
Rápidamente la imagen de la araña del día anterior vino a su mente. Esto no podía estar pasando, no a ella.
Unos golpes desesperados llamaron a su puerta, seguidos de la voz de su madre.
——¡Cindy! ¿Estás bien?¿Qué pasó? Te escuché gritar——. Algo de angustia y alarma eran presentes en su voz.
——Estoy bien mamá, solo tuve una pesadilla. Y aparte me vino mucho el periodo. Por eso mi grito——. Trato de explicar mientras trata a de desprenderse del capullo.
——¿Fue mucho, querida?——. Parecía que le había creído, ya que se notaba más calmada.
——Demaciado, diría yo——. Contestó observando la sustancia pegajosa de toda la habitación, la cuál logró reconocer como telarañas.
