Licor → Frank Morrison x Danny Johnson ©

Capitulo nueve.

Tal vez lo correcto era saludarlo, pero con qué propósito iba a hacerlo si Danny Johnson, sabía muy bien que Michael Myers nunca iba a responderle ni mucho menos hablarle.

Pero jamás le gustó sentirse incómodo, no le molestaba llevar una buena relación con el hombre pero aún se sentía enojado con este.

Lo más maduro sería pensar que Michael nunca tuvo la culpa, pero Danny, era lo suficientemente terco y egoísta como para admitirlo.

Prefería negar y creer su propia verdad, tomándola como la única y la que debía ser respetada.

En ese preciso instante, deseaba enterrar su cuchillo en el pecho de Michael hasta verlo desangrar ante sus ojos, como una obra de arte sanguinaria para él.

Odio, odio puro desbordaba de su mirada.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó gélido mientras lo miraba con rabia, sintiendo como la sangre de sus venas y arterias, comenzaba a arder— Tu trabajo terminó, no puedes hacer dos turnos por día —Explicó— Considero que deberías volver a Haddonfield, por eso es tu reino, ¿No?

Sus pasos esculpidos en cautela se aceleraron en dirección a Michael, acercándose más de lo debido y en ese proceso, un relámpago iluminó el bosque por un segundo.

«Es mucho más alto de lo que pensaba»

Michael Myers fue incapaz de mover un músculo, ni siquiera cambió su expresión ni tampoco murmuró una posible respuesta.

Quiso golpearlo, golpearlo tan fuerte hasta que comenzara a quejarse bajo sus puños, pero se controló.

Lo primero que se le pasó por la cabeza fue, técnicamente, llamar su atención, pero Danny no conocía algún método para lograr su cometido, tal vez era mencionar algún tema que podría hacer al menos que, mueva alguna extremidad.

Ya mentalmente se imaginaba como Michael alzaba su cuchillo de cocina a la altura de cabeza y lo aterrizaba en dirección a sus entrañas.

Pensar en eso le provocó escalofríos.

Hasta que una bombilla se encendió sobre su cabeza.

—Vi que tienes mucho interés por una persona —Aquello era un claro intento de tocar la parte más sensible de Myers— Y es exactamente un superviviente —Dicho esto, Danny envolvió sus brazos detrás de su espalda y cruzó las manos mientras caminaba alrededor de Michael— ¿Piensas qué puedes engañar a todos? Sé perfectamente que estuviste tratando con el Ente para lograr lo que tú quieres solo por tu buena racha.

Danny sentía que estaba en el medio de una injusticia y que debía hacer que los responsables de ella, paguen por sus actos, sin siquiera mirarse a sí mismo.

¿Por qué reclamaba algo que él también hacía?

Johnson no era precisamente el indicado para hablar y lo sabía con certeza.

Ya era costumbre que todos se estuvieran quejando por algo que era común, solo por el simple hecho de obtener un mérito de parte del Ente o una muy buena reputación. Frank siempre fue de respetar sus relaciones con sus parejas, nunca metiéndose con nadie cuando estaba en ellas, pero con Julie, fue una excepción.

Su palabra cambió repentinamente desde que conoció a Danny, y el interés despertó en él.

—Es una pérdida de tiempo hablarte —Rió bajo, decepcionado de su fallido intento de intimidad a Michael— Ni siquiera sé por qué lo hago, pero el hecho de que siempre estés por aquí merodeando, está empezando a molestarme un poco.

Todo se tornó en un ambiente con una sensación pesada, no solo por el silencio sino por la presencia de ambos asesinos, los dos bastantes reconocidos en el reino del Ente. Michael por su habilidad y Danny, llegaba a alcanzarlo pero nunca a igualarlo ni superarlo, se le conocía por tener un humor que contagiaba de risas a cualquiera y cautivaba con sus técnicas a la hora de cazar.