Licor → Frank Morrison x Danny Johnson ©

Capítulo catorce.

La sala, antes en silencio, se llenó del sonido de sus dientes rechinando entre sí. Sin duda, era inentendible la actitud tan "Inmadura" de Ghostface para él, no le entraba en la cabeza como este trataba de interferir en los objetivos del resto.

Herman Carter cerró el radar, en el cual había identificado con las coordenadas que se trataba de Danny por aquél diminuto punto de color verde el cual se movía velozmente entre los reinos.

En su bolsillo llevaba lo que parecía ser una caja la cual estaba compuesta por alguna clase de acero resistente y adentro llevaba sus respectivos cables los cuales llevarían a su dicha función. Este aparato se encargaba de notificar si algo en el reino del Ente estaba siguiendo el camino de lo incorrecto, algo que no anduviera bien, el objeto comenzaría a vibrar y a soltar un pitido en señal de que había un intruso.

Generalmente se trataban de asesinos entrometidos en otras persecusiones o de algún superviviente atravesando la tarea de los portales si se trataba de ser escogidos como la obsesión de un asesino.

Pero nunca imaginó que se tratase de algo tan serio y también, considerando el hecho de que Danny Johnson, en el papel de Ghostface, podría fácilmente colocarse entre los mejores asesinos del lugar.

«Está entre los cinco mejores».

Pensó Herman mientras miraba el papel desgastado que se encontraba pegado con un alfiler en la pared. No era más que nombres tallados en la hoja, con nombres de asesinos que llevaban la mejor racha del mes.

Danny se encontraba en el tercer lugar, por lo cual conllevaría una posible amenaza entre los veintiséis asesinos. Herman suspiró, sin saber muy bien qué hacer, pero primero, debía saber manejar su rabia y manejar con los protocolos adecuados.

Evan MacMillan y Jiwoon Hak se hallaban en el mismo despacho, los dos sentados en una silla, como si estuvieran esperando algo.

Jiwoon, el cual estaba con sus dedos entrelazados y las piernas cruzadas chasqueó la lengua al ver como Herman se aproximaba hacia a él, Hak lo esperaba con una sonrisa e incluso se levantó de su asiento para recibirlo pero su cara giró levemente cuando una bofetada impactó en su mejilla derecha.

El ardor se presentó de inmediato en la zona afectada, llevando a Jiwoon a tocarse la mejilla inconscientemente mientras miraba a Herman con los ojos bien abiertos y trataba de decir algo pero solo unos balbuceos salieron de su boca.

Trató de cuestionar el porqué de esa acción pero otro golpe llegó, una bofetada mucho más fuerte que la anterior y esta llevó a que un líquido rojizo comenzase a derramarse de una de sus fosas nasales.

—Una cosa te pedí, solamente una y ni eso supiste hacer —Demandó Herman— Solo debiste observarlo y cuidar sus movimientos pero no lo hiciste. Todo lo que yo dije te importó una mierda.

Jiwoon no dudó ningún segundo en replicar tal afirmación.

—Se perdió todo de control —Susurró, realmente hablando en serio. Cuando Jiwoon había llegado al bosque rojo por la alarma ya era demasiado tarde, sin importar que hubieran pasado dos minutos tarde o menos, Danny siempre encontraba la manera de esconderse mejor que cualquiera— Herman, te estuve ayudando a ti y a Sally durante todo este tiempo y...

En medio de sus palabras, Herman tomó a Jiwoon del cuello de su gran saco amarillo y lo tironeó hacia él.

—Perro inútil —Le interrumpió— Y tú, eres peor que él, ni siquiera fuiste al lugar —Le habló a Evan, el cual rechistó.

—Se está dirigiendo a Ormond —Dicho esto, MacMillan se levantó de la silla y caminó hacia la puerta que dirigía a la salida del despacho— Si tú quieres perder el tiempo y luego ir de enfurecido por idioteces, hazlo, pero luego no te quejes de ello.