𝙻𝚊 𝚍𝚘𝚞𝚕𝚎𝚞𝚛 𝚎𝚡𝚚𝚞𝚒𝚜𝚎|𝙻.𝚂

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 14

Louis pasó la madrugada limpiando el desastre entre lágrimas, no había logrado conciliar el sueño por más de 20 minutos y le avergonzaba que alguien viese los despojos de su corazón roto.

Guardo todos los trozos de sus pinturas en una caja de madera bajo la cama y se prometió que nunca más iba a permitirse acercarse a Harry Styles, era un ser despiadado y lo odiaba con todo su ser pero, si realmente se sentía así ¿Por qué no podía parar de llorar?

A la mañana siguiente su nariz estaba roja y su cara hinchada, la falta de sueño había dejado marcas violáceas bajo sus ojos y no se sentía con las suficientes fuerzas para hacer nada, por lo que agradeció que fuese domingo. Le hubiese gustado expresar su tristeza en un lienzo pero nada se había salvado del enojo del ojiverde.

Su día libre se basó en abrazar las almohadas e ignorar las llamadas de Niall a comer, no quería que lo viesen así, por lo que se justificó con la resaca para poder llenar en paz su cuarto de pañuelos.

A las ocho de la noche ya había dejado de llorar pero su cara seguía siendo un desastre por lo que decidió darse un baño, al salir se miró envuelto en unos joggins enormes y una remera apolillada en el espejo, se negaba a usar cualquier cosa que su jefe hubiese pagado.

Observó la marca de tristeza en sus facciones y tomo la navaja para quitarse el principio de barba que se la adornaba, cuando terminó y se acercó al mueble del baño vio un par de tijeras y levantó los hombros con gesto de cansancio. Tomó su coleta baja y corto su pelo hasta que los ojos estuviesen completamente descubiertos; Necesitaba el recuerdo de su madre más que nunca.

A las doce de la noche pudo conciliar el sueño, pasó la noche entre pesadillas donde un monstro de ojos verdes lo aplastaba hasta convertirlo en una parte más del suelo.

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-Feliz cumpleaños, hijo.- Sonrió su padre, tendiéndole una pequeña bolsa, nunca habían podido permitirse regalos de celebración por lo que frunció el ceño- Espero te guste.

Dentro del paquete había un pequeño relicario con una foto sonriente de su madre dentro, lo tomó como una señal y le agradeció a su padre. Nunca le había gustado su cumpleaños, no es un día especial cuando la comida se vuelve un privilegio. Lo sacó de sus pensamientos el grito efusivo de Niall, que daba pequeños saltos de alegría.

-¿CÓMO QUE ES TU CUMPLEAÑOS Y NO LO SABÍA? AMERITA UNA FIESTA.- Por su cabeza pasaban miles de opciones para festejar el cumpleaños de su amigo, pero algo en la cara de Louis parecía no convencerlo del todo. No entendía qué pasaba, hace una semana apenas salía de su habitación y podía notar como esquivaba a Harry constantemente. Los primeros días se preocupó por sus ojeras marcadas pero a la tercera respuesta cortante del ojiazul, dejó de preguntar.- O podríamos tomar algo en el jardín, sé que te gusta ese invernadero.

Louis ya no sabía si le gustaba, no le gustaba nada de esa casa porque todo le recordaba a Harry y su humillación, pero el rubio parecía tan emocionado que no se negó.

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Harry escuchó el grito de Niall,  ese hombre no podía hablar sin exclamarlo a los 4 vientos. Tomaba un whiskey en su escritorio, lo que se había vuelto costumbre todas las mañanas desde su ¿pelea? con Louis. Apretó el intercomunicador y llamó a su secretaria.

-J'ai besoin d'acheter quelque chose (Necesito comprar algo)