2 años

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—Sengu, ¿jugamos?

El pequeño Senku de dos años y medio levantó la vista de sus autos de juguete para mirar a Kohaku, su vecina y mejor amiga, aunque ellos no entendieran del todo estos términos.

Le frunció el ceño y dejó sus autos.

—Senku —la corrigió, señalándose a sí mismo.

—Eso dije. —Ella hizo pucheros—. Sengu.

Él infló una mejilla, pero decidió no decir nada más. Podría hacerla enojar, y ella daba miedo cuando se enojaba. Una vez le dijo tonta y ella le mordió el brazo, antes de ponerse a llorar a gritos mientras él sollozaba por el dolor. Al final los dos terminaron regañados y obligados a darse besos en la mejilla para pedirse perdón.

—Sengu, ¿jugamos? —siguió insistiendo ella, brincando en su sitio por lo inquieta que era.

Él no dijo nada, pero le dio uno de sus autos, uno con luces. A ella le gustaban más los que tenían luces.

Byakuya y Lillian entraron a la sala donde los pequeños jugaban en ese momento.

Lillian era prima de la mamá de Kohaku, y a veces los visitaba, pero últimamente empezó a visitarlos más seguido y se volvió la cuidadora oficial de su sobrina más pequeña.

Al verla, Senku la señaló.

—Mamá.

Lillian chilló de sorpresa, enrojeciendo de golpe, mientras que Byakuya se fue de espaldas.

—Se-Senku, ya te he dicho que no me llames así. —Lillian se arrodilló a su lado, acariciando sus cabellos parados con dulzura, todavía pareciendo un tomate con peluca rubia—. No soy mamá, soy tía Lillian.

—Mamá —repitió sin dudar, mirándola con aburrimiento, porque no entendía nada de lo que ella decía.

Claramente era su mamá, ¿por qué decía cosas raras?

Lillian enterró el rostro en sus manos, prácticamente echando humo por las orejas, y Byakuya se paró de golpe y también se arrodilló al lado de su hijo.

—¡Se-Senku, no debes llamar así a Lillian si ella te dijo que la llames tía! E-eso es ser grosero.

—Pero tía Lillian es mi tía, no puede ser tía de Sengu —Kohaku se sumó a la conversación y Senku asintió a cada palabra que decía, totalmente de acuerdo.

—Bu-bueno, supongo que realmente no hay nada malo en que un bebé me llamé mamá, no es como que él entienda. —Lillian finalmente cedió, incapaz de soportar la ternura de los ojitos curiosos del niño.

—Sí no tienes problema con eso... —Byakuya rio nerviosamente, frotando su nuca, también enrojecido.

—¡No, no, ningún problema! —Acarició las mejillas regordetas del pequeño—. Pero no es justo, Senku, en unos meses tengo que irme y harás que eso sea lo más difícil de mi vida. —Sonrió con tristeza.

—¿Mamá se va? —Frunció el ceño, confundido.

Lillian sintió un flechazo directo al corazón.

—Incluso si me voy, vendré a visitarte cada vez que pueda, no te preocupes por eso. —Lo abrazó amorosamente y él le correspondió el abrazo, sonriendo relajado.

Si su mamá le decía que no debía preocuparse, debía ser verdad.

—Hmm, a mí nunca me correspondes los abrazos —Byakuya hizo pucheros, lloriqueando, pero nadie le prestó atención.

Senku y Kohaku siguieron jugando mientras Byakuya y Lillian conversaban, sin tocar el tema de lo que acababa de pasar, pero aprovechando cada oportunidad para rozar sus manos debido a lo cerca que estaban sentados el uno del otro en el mismo sofá.

Continuará...

Holaaa :D

Aquí un nuevo cap lleno de diabetes xD Y un poco de Byakuya x Lillian porq los amo *-*

Ojala les haya gustado! Muchas gracias por todo su apoyo y no olviden q se les ama!~ :3

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Sueños CompartidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora