¿Cómo hubiera sido todo si Lan Zhan hubiera estado al lado de Wei Ying en su peor momento? ¿Esto hubiera cambiado algo o la historia ya estaba escrita, siendo imposible cambiarla?
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Esto fue escrito bajo mí punto de...
Ya había pasado poco más de una semana desde que el más joven de los hermanos Lan había decidido abandonar su clan por su persona amada.
Una semana fue tiempo suficiente para que los rumores de esto se esparcieron por todo el mundo de la cultivación, convirtiéndose en el tema más comentado.
Lo que más se rumoreaba era que el joven Lan había sido embrujado por el patriarca Yiling para poder usarlo como otros de sus títeres. También había otras personas que decían que al igual que el patriarca Yiling, el joven Lan se había vuelto un traidor. Incluso algunos pocos dijeron haber visto al Lan usando el cultivo demoníaco.
Con tantos rumores yendo de aquí para allá, muchos comenzaron a temer. Cada persona que conozca al menos lo básico sobre el mundo de la cultivación sabe sobre lo poderoso que es el patriarca Yiling y Lan WangJi por separado, así que el poder que ambos puedan tener juntos es inimaginable.
Por esa razón hubo muchas personas que comenzaron a seguirlos, aunque el número de estas personas nunca era muy grande.
Es de esperar que cuando las sectas más importantes se enteren de esto convocarán inmediatamente una reunión. La cual se está llevando a cabo ahora mismo.
En ella se encuentran los líderes y otras personas de importancia de los clanes Lan, Jin, Nie y Yummeng, entre otros clanes más pequeños.
Todos ahí tenían en alta estima al más joven de los Lan, aseguraban que el chico tendría un futuro brillante y lleno de gloria, por esa razón muchos se habían esforzado en intentar acercar a sus hijos al joven, para que así formarán una amistad que podrían aprovechar en el futuro.
Por esas razones al llegar a la reunión algunos esperaban ver a Lan WangJi presente para desmentir todos los rumores que habían sobre él . Pero cuando vieron que los únicos que entraban era el líder del clan Lan y Lan Qiren, quien de por si tenía una cara que decía todo, muchos entendieron que cada rumor era cierto.
Tal cual pasó con Jiang Cheng tiempo atrás, todos ahí le pidieron una explicación a Lan Xichen. Claro que no faltaron las personas que dijeron que todo esto era obra del Patriarca Yiling, quien estaba desarrollando un plan para asesinarlos a todos y que para esto había secuestrado al joven Lan.
Pero Lan Xichen se encargó de desmentir al instante cualquier rumor sobre esto. Contó como su mismo hermano se había acercado hasta él para pedir ser expulsado del clan por voluntad propia. Así que esas personas no tuvieron más opción que cerrar la boca y volver a tomar asiento, avergonzados.
- Si lo que cuentas es cierto y el joven Lan WangJi decidió dejar al clan por su cuenta, lamento decir que se volvió un traidor al igual que Wei Wuxian - Determinó el líder del clan Jin.
Todos los ojos estaban puestos en el líder del clan Lan y en Lan Qiren, quien apretaba los puños intentando no decir nada. Para él, el tener que dar la cara por este problema ya le generaba demasiada vergüenza. Aun después de tantos días el enojo que sentía hacia su sobrino no había disminuido.
Lan Xichen, en cambio, se miraba tranquilo. El siempre apoyaría a su hermano, y aunque no le gustaba la decisión que había tomado, lo aceptaba. Por primera vez había visto a su hermano tan decidido en proteger a alguien y eso de cierta forma le generaba cierto alivio.
- Lo entiendo - Fue lo último que dijo antes de volver a su asiento.
- Tenemos que hacer algo con esos dos jóvenes antes de que se vuelvan un problema - Hablo uno de los líderes de una pequeña secta
Como era de esperar muchas personas estuvieron de acuerdo con él. En la sala se podía sentir la tensión que todos tenían, incluso algunos dejaban muy en claro el miedo que tenían, otros sabían ocultarlo mejor.
Cada persona allí presente era plenamente consciente del poder que ese dúo tenía, el cual solo se hacía mayor si tomaban en cuenta a Wen Ning. Para estos momentos ya no importaba si Jiang Cheng o Lan Xichen intervenían diciendo que ninguno de sus hermanos pensaba lastimar a alguien, ya nadie estaba dispuestos a escucharlos.
Todas las personas ahí presentes estaban aterradas, no importa que tan bien intentasen ocultarlo. Querían eliminar a ambos jóvenes lo más rápido posible antes de que se convirtieran en una amenaza real.
Por más que quisieran acabar con ellos ahora mismo no podían. Para vencerlos necesitan de muchas personas, además de un plan que asegure su victoria sobre la de ellos. Así que lo único que podían hacer por ahora era prepararse para cuando ese momento llegue.
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