¿Cómo hubiera sido todo si Lan Zhan hubiera estado al lado de Wei Ying en su peor momento? ¿Esto hubiera cambiado algo o la historia ya estaba escrita, siendo imposible cambiarla?
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Esto fue escrito bajo mí punto de...
Mientras el mundo de la cultivación estaba aterrado de lo que ambos jóvenes serían capaces de hacer, creando cada vez más rumores sobre ellos, dichos jóvenes se encontraban en una de sus peleas diarias.
El pequeño A-yuan, quien había caído una vez más en una de las bromas de Wei Ying, se había refugiado en los brazos de su padre. Mientras que Lan Zhan encontraba alguna forma de calmar al nene, Wei Ying estaba siendo regañado por Wen Qing por haber destrozado parte del cultivo con su broma.
- ¿Cuántas veces tengo que decir que dejes de hacer eso? - preguntó Wen Qing, cansada de lidiar con dos niños a la vez.
- Es divertido ver como A.yuan cae siempre en la misma broma - Ríe - Pero está bien, ya dejaré de hacerla, lo prometo.
- No te creo. Ahora ve a comprar más semillas para que podamos sembrarlas - Ordenó Wen Qing
- Perfecto. Iré a comprar más semillas de papa - Aceptó Wei Ying, estaba por darse media vuelta cuando la voz de Wen Qing lo detuvo.
- Tienes que comprar nabos - Corrigió
- Pero los nabos no me gustan - Se quejo
- Pero son fáciles de cultivar - Responde Wen Qing.
- Lan Zhan, ayúdame - Una vez más Wei Ying busco la ayuda de Lan Zhan. - ¿No es cierto que tu tambien quieres papas?
- Mhn - Respondió Lan Zhan. El nunca fue quisquilloso con la comida, por lo que le daba igual qué era lo que vayan a comprar.
- Lan Zhan, no ayudas - Se quejó Wei Ying.
- Compra nabos, si veo que llegas con papas no te dejaré entrar - Sentenció Wen Qing. - Y lleva a Wen Ning contigo
- No hace falta, Lan Zhan me va acompañar - Respondió. Para este punto no hacía falta que Wei Ying le pregunte a Lan Zhan si iría con él o no, el chico siempre respondía que sí. Ya se hizo costumbre para todos los del clan Wen ver a Wei Ying y Lan Zhan pegados. Donde estaba uno estaba el otro. Y últimamente una tercera persona se les unió.
- Aquí tienes el dinero - Wen Qing le paso una pequeña bolsa a Wei Ying. - Cuidense
- ¿Puedo ir? - Preguntó el pequeño A-yuan, quien seguía al lado de Lan Zhan
- No hace falta que preguntes, siempre estás pegado a Lan Zhan, mocoso - Respondió Wei Ying con fingida molestia.
Siempre se puede ver a Lan Zhan en los lugares en los que está Wei Ying, pero también puede verse a A-yuan estar en los lugares donde esté Lan Zhan. A los ojos de todos los Wen A-yuan ya parecía ser más hijo de ellos dos que un perteneciente al clan Wen.
Claro que ellos no veían esto como algo malo. En realidad era todo lo contrario, siempre le agradecieron a ambos jóvenes el estar a su lado y cuidar al pequeño niño, quien tuvo que presenciar tantas cosas horribles a tan temprana edad.
Los tres juntos bajaron por los túmulos funerarios hasta llegar a la ciudad de Yiling, donde comprarían los nabos que Wen Qing les había pedido.
Las veces en las que A-yuan podía salir afuera eran pocas, por eso siempre se veía emocionado cuando se encontraban fuera de los túmulos funerarios. Fueron muchas las veces que salía corriendo, haciendo que Lan Zhan y Wei Ying tuvieran que correr detrás de él para no perderlo.
Mientras caminaban buscando algún negocio que vendiera nabos, el pequeño A-yuan pareció ver algo que llamó su atención, por lo que emocionado corrió detrás de eso.
- A-yuan, espera - Gritó Wei Ying, aun así A-yuan no se detuvo - Lan Zhan, es tu turno de ir a buscarlo, yo no estoy de ánimo para correr.
Lan Zhan lo miró durante unos instantes, aún no muy seguro de querer dejar a Wei Ying solo, pero al final no tuvo otra opción que correr tras A-yuan.
Wei Ying aprovechó para seguir buscando un negocio, y cuando al fin lo encontró comenzó a negociar. Anoche no había dormido mucho por estar tan concentrado en terminar y perfeccionar uno de sus inventos, así que lo que más quería en este momento era terminar de comprar y volver a los túmulos funerarios para dormir.
Comenzó a buscar a Lan Zhan y A-yuan, había mucha gente en el mercado por lo que esta tarea se volvía un poco complicada.
- Mamá - Escuchó a lo lejos a A-yuan. - Mira lo que me compro papá.
A-yuan se acercó corriendo hasta donde estaba Wei Ying, detrás de él venía Lan Zhan. Ya parecía volverse un hábito que cada vez que salgan A-yuan encuentre algo que le guste y Lan Zhan acabe comprándolo.
- Es muy lindo - Respondió al ver el pequeño juguete que sostenía en sus manos. - Lan Zhan, te dije que no es necesario que le compres algo siempre, ya tiene muchos juguetes.
- Mhn - Fue lo único que respondió.
Wei Ying pudo notar que Lan Zhan estaba cargando una bolsa, solo esperaba que este no tuviera más juguetes dentro.
- Lan Zhan ¿Qué es lo que hay dentro de esa bolsa? - Pregunto. El la acerco hasta mi, abriendola - ¿Por que compraste papas?
- Dijiste que querías comer papas - Respondió.
- Oh sí, es cierto ¿Entonces las compraste solo porque yo quería comerlas? - Pregunto un poco sorprendido.
- Mhn -
- Lan Zhan eres tan amable - Respondió Wei Ying, mientras se acercaba aún más a Lan Zhan. - Muchas gracias.
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¿Que tal les va pareciendo la historia? Realmente espero que les este gustando.
Si encuentran algún error en la trama o de ortografía o lo que sea, pueden decirme.
