Capítulo 13

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Exactamente como dijo el médico, dos días después A-yuan volvió a abrir sus ojos. A su lado se encontraba Lan Zhan, quien solo se separa del niño para comer o dormir.

Una vez A-yuan abrió sus ojitos, Lan Zhan estaba expectante de lo que diría. Pero para su sorpresa no dijo nada, Lan Zhan no sabía si sentirse preocupado o aliviado, ya que él pensaba que apenas lo viera A-yuan comenzaria a llorar.

- A-yuan - Lo llamo Lan Zhan. Pero el niño ni siquiera parecía recordar su propio nombre. Algo de miedo entró en Lan Zhan.

El niño lo miraba, él también parecía algo confundido, sin saber dónde estaba o con quien estaba. Aun así, al ver la hermosa cara de Lan Zhan sonrió. Sus duras facciones parecían ablandarse inconsciente cuando estaba con A-yuan, algo que hacía desde la vez en la que se conocieron por primera vez con el niño, quien al verlo comenzó a llorar del miedo.

- Es posible que haya perdido la memoria por la fiebre - Informó el médico.

Definitivamente era eso. No importa cuantas veces Lan Zhan le haya dicho el nombre de Wei Ying, o el suyo propio, incluso el de su abuela biológica, aun así el niño no parecía reaccionar de ningún forma. 

Una vez más Lan Zhan no sabía cómo sentirse. De alguna forma esto era bueno, A-yuan apenas tenía 3 años, sería muy difícil y doloroso para él tener que afrontar tantas pérdidas de un día para otro.  Pero, el hecho de que haya olvidado a todos tampoco era la solución, a pesar de lo complicado que fue para todos el vivir en los túmulos funerarios, se que todos quisieron y protegieron a A-yuan con sus vidas.

Como A-yuan ya había despertado, y fuera de su falta de memoria no tenía ningún otro problema grave, la hora de marcharse ya había llegado. Una vez que el médico le aseguró a Lan Zhan que A-yuan ya se encontraba bien, fue que él decidió irse.

Como la última vez, su tío no se acercó a despedirlo, algo que ya se esperaba. Quien sí se acercó fue Lan Xichen quien aún no podía aceptar que su hermano vuelva a irse una vez más del clan, mucho menos sosteniendo a un niño en sus brazos.

- Si lograse convencer al tio ¿Te quedarías? - Pregunto, ambos ya estaban en los límites del territorio. El ya sabia cual era la respuesta que su hermano daría, aun así no pudo evitar preguntar.

- No - Respondió seguro.

- Aquí tienes - Le entrego una bolsa, Lan Zhan la tomó con su única mano libre - Es un poco de dinero.

- Gracias - Agradeció, inclinándose levemente.

- Cuidate, y si puedes ven a verme cada tanto, para que al menos sepa que estás bien - Una sonrisa de nostalgia lleno el rostro de Lan Xichen. 

- Lo haré - Respondió Lan Zhan.

Ninguno de los hermanos tenía otra cosa que decir, por lo que se saludaron, permitiendo que Lan Zhan comience su camino. Lan Xichen lo vio por unos minutos, antes de que desapareciera de su campo de visión.

Un leve suspiro salió de sus labios, antes de volver a adentrarse en su clan.

Por otro lado Lan Zhan comenzaba a recorrer un nuevo camino, el cual no tenía fecha o lugar de llegada, simplemente era un sendero que él y A-yuan recorrerán solos, esperando que este algún día vuelva a cruzarse con el de un chico sonriente y juguetón.

Estos días le habían servido a Lan Zhan para pensar y calmarse un poco, ahora podía pensar todo de una forma más racional. Aun así el dolor persistía, este nunca se había ido, y estaba seguro que nunca lo haría.

Pero ahora no solo estaba su vida, sino que también estaba la vida del pequeño niño, quien estaba dormido en sus brazos. Podía sentir como sus manitas se agarraban a su túnica, como si tuviera miedo de que Lan Zhan se vaya.

Por el debía mantenerse cuerdo y racional, si él también llegaba a perder la cabeza por el rencor, el dolor y la venganza, tal cual había hecho Wei Ying, este niño quedaría solo.

Es por eso que intento borrar cualquier sentimiento negativo que llegase a su cabeza, lo cual no era algo fácil, sino todo lo contrario.

A veces, durante las noches solitarias, en donde a su lado no hay nadie, pensamientos oscuros llegan a su mente. Los recuerdos de sentir el cuerpo de Wei Ying a su lado, la calidez y tranquilidad que este le transmitía, y como todo esto le fue arrebatado le hacían pensar de más.

Quería buscar culpables y castigarlos, tal como le enseñaron toda su vida, tal cual hicieron ellos con Wei Ying. Quería hacerlos sentir lo mismo que ellos le hicieron sentir a Wei Ying.

Pero, luego recordaba al pequeño niño a su lado, quien mucha veces necesitaba dormir junto a él para estar tranquilo, que esos pensamientos acaban yéndose por sí mismos. 

Controlarse era difícil, pero él ya lo había hecho toda su vida, se había acostumbrado. Eso también fue de gran ayuda, sino tal vez hace mucho hubiera sucumbido a esos pensamientos.

Intente escribir una especie de carta, como si Lan Zhan le estuviera escribiendo a Wei Ying durante los años en los que el estuvo muerto

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Intente escribir una especie de carta, como si Lan Zhan le estuviera escribiendo a Wei Ying durante los años en los que el estuvo muerto. Hice mí mejor esfuerzo en intentar demostrar lo que el sentia, pero es algo complicado ya que nunca experimente un dolor tan grande.

A continuación lo publicaré.












De tu lado - WangxianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora