XIV.

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─¿Y?

El peliblanco que recostaba su cuerpo de su motocicleta giró a Takeomi, quien se acercaba con Benkei y algún otro miembro de su pandilla. Esa noche tenían una reunión importante en la cual se les iba a notificar de una posible guerra contra una pandilla que estaba dándoles problemas, surgiendo desde Yokohama y ahora extendiéndose hasta ellos.

─¿Y, qué?

─Ya sabes, ¿cómo te fue con la querida Senshi?

Los miembros de Black Dragons le habían otorgado ese nombre a Zai, el cual significaba "guerrera".

─¿Qué te importa?

─¡Oh, vamos! ─se quejó Benkei.

Shinichiro no tardó en llegar en su motocicleta, deteniéndose no muy lejos de ellos. Así se reunieron los cuatro con el resto de la pandilla. El pelinegro se paró frente al resto, comenzando así la reunión, siendo ésta anunciada por Takeomi.

─Imagino ya todos habrán escuchado hablar de esta nueva pandilla, "Abenjazu". Comenzó a surgir en Yokohama con las personas que quedaron de distintas pandillas derrotadas y crecieron bastante rápido. Recientemente han estado cazando a miembros de Black Dragons acorralándolos en callejones. Aún no sabemos quién lls dirige, pero va con el alías de "Kuro". El veinticinco de diciembre habrá n enfrentamiento al sureste, así que prepárense.

─Es importante que siempre que lleven su uniforme no vayan solos, serían presas fáciles ─Takeomi agregó parándose junto al otro pelinegro ─. Ustedes y todos aquellos que se puedan asociar a Black Dragons estan en alerta roja.

─Estamos juntos en esto, no lo olviden. Ganaremos esta batalla para recobrar la tranquilidad a las calles de Kanto.

─¡Sí!

Ese día dieron varias vueltas a lo largo de Tokio. Al final los líderes terminaron en la casa de los Sano, como era costumbre, aunque ese día se detuvieron en la entrada al notar cinco cabelleras en el jardín de su casa.

Una pelimorada cargando a una rubia sobre sus hombros. Un pelinegro bocaabajo siendo sostenido de su tobillo por otra pelinegra, y un rubio abrazando la pierna de la misma pelinegra. Los cinco observando la entrada con pánico al escuchar los motores.

─¡Hola, Shinichiro-senpai! ─saludó Lys, Emma imitó el saludo. Los cuatro bajaron de sus motocicletas para llevarlas adentro. Zai soltó el tobillo de Baji, dejándolo caer. Sacudió su pierna así dejando caer de igual forma a Mikey. Se veía exhausta.

─Llegó, mi trabajo acabó, mocosos ─señaló a los dos niños que lloriqueaban por el golpe de sus caídas.

─¿Q-Qué hacen aquí? ─interrogó el mayor de los hermanos Sano dejando su motocicleta donde siempre lo hacía, sus amigos repitieron sus pasos en silencio con la misma interrogante.

─¡Verás! ─Mikey comenzó a contar ─. Lys-nee tocó a nuestra puerta preguntando por tí.

─Y luego el abuelo le dijo que no estabas ─continuó la niña sobre los hombros de la mencionada, que solo observaba a los niños con diversión.

─Entonces apareció Zai-san preguntando por Lys-nee, así que el abuelo las dejó pasar a ambas ─esta vez dijo Baji.

─Y el abuelo dijo que debía salir a hacer unos encargos y que porfavor nos cuidara mientras volvía ─fue el turno de Mikey.

─Como ya están aquí, nos largamos, Lys ─exigió la pelinegra con molestia ─. ¡Dijiste que vendríamos a comer! ¡Llevo desde el desayuno por confiar en tí! ─golpeó el hombro de su amiga con rabia. Ella se quejó bajando a Emma de sus hombros, que se mantuvo entre ambas jóvenes.

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