XXIX.

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─Pero... ¿cuál es Yin y cuál es Yang?

Seiju comenzaba a ser un poco más integrado por los líderes, cosa que lo ponía de los nervios y al mismo tiempo le hacía sentir bien considerando que jamás tuvo amigos cercanos. Ese día se ausentaba Benkei, por lo cual solo estaban ellos cuatro jugando a las cartas en el patio de los Sano.

─¿No conoces la historia del Yin y Yang? ─Takeomi cuestionó con tono burlesco.

─¿No...?

─Tampoco me sorprende ─Waka comentó, ofendiéndolo.

─ El yin y yang se utiliza para mostrar dualidad, como opuestos que se complementan ─explicó Seiju tirando su carta ─. El yin es el principio femenino y representa la oscuridad, el yang es el principio masculino y representa la luz.

─¿Entonces soy Yang?

─Obviamente, Shin ─Omi soltó colocando el cigarrillo en sus labios ganando otra mirada ofendida del pelinegro.

─Pero, ¿por qué la comparación? ¿Por qué soy la luz y ella la oscuridad?

Un silencio se formó entre los cuatro chicos. Seiju suspiró rebuscando en su cabeza la respuesta correcta para evitar decir algo inapropiado.

─Verás, Sano-san...

─Solo Shin, Sei ─le recordó por octava vez en el día.

─Sí, lo siento ─rió nervioso ─. Es bastante sencillo de ver. Tú eres más... calmado, por así decirlo. No te metes a enfrentamientos amenos que no haya de otra, siempre tratas de resolverlo todo de una forma conveniente y que no afecten ni tu gente ni la de los contrarios. La luz, el héroe, ¿entiendes?

─Eso es vergonzoso ─protestó el nombrado con sus mejillas rosadas y un puchero en sus labios.

─Un héroe bastante llorón ─opinó Waka.

Ninguno de sus mejores amigos había aportado nada que no fuera para molestarlo, lo cual lograban con extrema facilidad.

─A callar ─se quejó tirando su carta ─. ¿Y qué con Zai? No encuentro nada que pueda describirla como oscuridad.

─Yo pienso lo mismo ─el otro pelinegro con el cigarrillo comentó siendo su turno para lanzar su carta.

─¿N-No lo han... notado?

Los otros tres giraron al chico con confusión, interrogante en sus facciones.

─¿Notado?

─Ya saben, Zai ─comentó él sintiéndose nervioso otra vez por las fijas miradas en él ─. Aunque no la conocen desde hace mucho, ¿no?

─¿Tú sí? ─cuestionó Shin aún confuso y curioso.

─Estuvimos en escuela media juntos, también ─contestó ─. Ella llegó un día repentinamente, toda la escuela hablaba sobre ella. Tenía muchas heridas y miraba a todos con odio, nadie se atrevía a dirigirle la palabra... Shin, ¿qué harías si vieras a alguien golpeando a Omi-san?

─Intervendría, me pondría en medio si es necesario y trataría de detenerlos ─contestó seguro el pelinegro aún sin comprender mucho, los tres sorprendidos por la reciente información.

─¿Harías lo mismo por un desconocido?

─Sí.

Seiju asintió dejando caer su carta, aunque el juego no iba a ir a ningún lado mientras la atención estuviera sobre él.

─Zai vió a siete chicos de secundaria molestar a una chica. Ella no intervino, no se puso en medio y no trató de detenerlos ─las palabras solo los confundían más y más ─. Zai... los destruyó uno a uno. Los golpeó hasta que se cansó con rabia. Dejó a esos siete chicos en el hospital para defender a una desconocida, la desconocida era Lys.

umbrella➨ wakasa i.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora