Bandidos

529 74 5
                                    

Fukuzawa se encontraba ordenando todo el papeleo, Mori había hecho un buen trabajo si de documentos se trataba pero desde que tuvo a los cachorros todo su atención se desbordó en ellos.

—Su alteza—dijo una sirvienta con un carrito lleno de bocadillos y té

—No he ordenado bocadillos—dijo sin despegar la mirada de un contrato de terreno

—Su alteza Mori nos pidió que le preparemos esto mientras trabaja, fue una orden antes de partir

Fukuzawa sonrió, Mori lo tenía todo calculado, sabía que se viviría en la oficina los próximos días y por ellos había ordenado tales servicio y encima los bocadillos que son de su total agrado

La sirvienta le preparo un té de manzana y una canasta con galletas de mantequilla.

Se levantó del escritorio y tomó su té mirando a la ventana imaginando que pronto estaría con su familia.

De pronto se escuchó un golpe en la ventana, algo había golpeado el cristal rompiéndolo, los pedazos cayeron sobre la alfombra carmesí de la oficina, Fukuzawa dejó a un lado su té, y miró lo que había llegado a su oficina de manera abrupta.

—¡Pero que!—sorprendido vio al búho de Edogawa, que se retorcía de dolor en la alfombra, después de un momento miro Fukuzawa y empezó a volar alrededor de él y a ulular.

—¡Su alteza!—grito la sirvienta señalando hacia fuera de la ventana

El paisaje era el bosque de Lykos pero a cierta distancia se podía ver un humo, un humo que era usado por sus guerreros en caso de peligro, el humo verde de ataque sorpresa, justo en el camino que Mori y sus cachorros tenían que haber seguido.

Fukuzawa corrió a las caballerizas, ordenó a un escuadrón de guerreros salir con él rumbo a llamada de auxilio, fue a todo galope seguido del búho.

Después de que una flecha se incrustara en la puerta del carruaje volvió adentro de este, tomó el cunero de los bebés y lo colocó en el piso —Edogawa, ¿recuerdas que papi dijo que tenias que ser un buen hermano mayor?—el ojiverde asintió respondió con un sutil Si—Escucha atentamente, pase lo que pase no te separes de tus hermanos, quedate junto a ellos. —Enseguida quitó los cojines de los asientos, debajo de ellos en gavetas ocultas se encontraban diferentes tipos de armas, de ahí sustrajo algunas dagas y una espada.
Al fondo vio una daga demasiado pequeña para el uso de un adulto, en ella estaba atada una nota que tras leer Mori pareció responderle a remitente —Yukichi, debería de molestarme contigo por pensar que nuestros hijos usarian armas antes de poder leer o escribir pero me estas salvando—se giró para ver a sus hijos —Edogawa, toma esto y escúchame bien—le dio la daga señalando la hoja—Esto sirve para cortar, úsalo para cortar a los malos—El niño miro un tanto asustado el arma—Descuida, tiene magia no podra cortarte a ti o tus hermanos, solo sirve para los malos—dandole un beso en la frete—Solo es en caso de emergencia, estare aqui cuidandolos, solo usala si alguien quiere lartimarte a ti o a tus hermanos.

El carruaje se sacudió y alguien arrancó la puerta del carruaje, un hombre fornido con el rostro cubierto, observó el interior del carruaje—Es un omega con sus cachorros—grito a todo pulmón

—Plan B—le respondió alguien

Al no haber una puerta los sonidos del exterior se escucharon con suma intensidad, espadas chocando, gritos y golpes.

—Si te arrodillas, dejaré a uno de tus cachorros vivo—dijo el hombre corpulento en la entrada del carruaje—Niegate y matare a todos

—¿Crees que soy débil?—Mori se lanzó sobre de él , clavándole la espada y con una patada volvió a liberar su espada del enorme cuerpo—Es un error subestimarme

—Prometo no hacerlo su alteza—dijo la voz que había dado la orden de Plan B

Mori esquivó uno de los golpes de aquel hombre, lo principal era alejarlo del carruaje así que saltó fuera de este

—Si sabes que soy un noble quedara claro que no habrá perdón para ti y tus compañeros

—Hahahaha, ¿no has visto a tu alrededor?—Mori dio una mirada rápida y lo que veía era algo imposible de creer, el escuadrón de guerreros de Lykos estaba siendo suprimido por un grupo de bandidos, claramente el número enemigos los sobrepasaban—Ahora, volviendo a lo nuestro.

Mori volvió a esquivar el golpe del bandido pero su suerte se estaba acabando en cuanto su contrincante empezó a descifrar sus movimientos y posturas, haciéndolo predecible, pronto terminó de rodillas con uno de los hombros heridos y varios cortes en el rostro.

—Jefe, ¿qué hacemos con ellos?—dijo otro bandido bañado en sangre sosteniendo con una mano a Edogawa y en lo otra el cunero de los mellizos

—¡Dejenlos!—grito Mori y enseguida les gruño

—¡Woow!—se burló el hombre que había sometido a Mori—Nunca había visto un omega que gruñera, debes estar desesperado por tus cachorros—miró a su cómplice—Mátalos, después daremos explicaciones.

Edogawa se columpió con su propio peso y con la daga se la clavó en uno de los costados del hombre que lo sostenía, del dolor el hombre lo soltó y arrojó el cunero lejos.

—Maldito niño,¡Te mataré!—grito el hombre sacandose la pequeña daga del costado, Mori en un intento desesperado se puso de pie y corrió directo a Edogawa, en un abrazo lo cubrió del ataque, recibió cada una de las patadas y golpes en lugar de su hijo esperando que alguien de los guardias se haya dado cuenta del cunero que fue salvajemente arrojado.

---

El tema de hoy fue "Gruñido"

LYKOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora