Ataque

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La pelea entre los guerreros de Lykos y bandidos se estaba alargando pero desafortunadamente el bando enemigo a cada minuto aseguraban su victoria

—¿Qué quieren?—preguntó Mori aun protegiendo a su cachorro de los golpes—¿Hacen todo esto por joyas y oro?

—Eso es algo que no te incumbe —gritó el hombre que sin parar daba patadas a las costillas de Mori, la última fue directo en la nuca.

—Sorprendente que aun tengas energía y las ganas de querer obtener información—dijo el bandido que parecía ser el líder, tomando una hacha en el suelo—Pero es una pena que todo fue en vano—la blandió para asegurar su agarre y apuntó directo al cuello de Mori—¡Que viva el rey!

El hacha cayó a unos centímetros de Mori, el bandido que la había sujetado se retorcía de dolor, una flecha había atravesado la palma con la que sostenía aquella arma.

Entre los arboles salieron mas guerreros de Lykos y en un caballo negro a la cabeza venia Fukuzawa con el arco que recien habia usado. Aun con el caballo en movimiento dio un salto y en un solo movimiento eliminó al bandido más cercano a Mori

Fukuzawa bajo la mirada y vio a su esposo cubierto de sangre y severamente herido

—No te preocupes, Edogawa y yo estamos bien—dijo Mori con una gota de sangre escurriendo de la frente con Edogawa en los brazos—Los mellizos buscalos y dime que estan bien

El albino los cargó y los llevó a un lugar seguro.

—Quédate aquí, iré por los niños—se quitó su capa y se la colocó, sabía que cualquier prenda con su aroma podía tranquilizarlo a él y a su cachorro.

Regresó al campo de batalla donde pronto los refuerzos lograron recuperar terreno y se deshicieron de los bandidos, no muy lejos encontró el cunero.

Entre unos matorrales estaba una pantera negra que tenía el hocico dentro del cunero. Fukuzawa sin pensarlo dos veces le disparó y mató al animal. Se acercó al cunero y vio a uno de sus bebés que tenía sus manos salpicadas de sangre, pero el otro cachorro no estaba.

Miro y en el hocico de la bestia se podía ver un trozo de la ropa del babé faltante.

Tomó al bebé y tras limpiarlo se percató que la sangre en las manos no le pertenecía, un pequeño respiro en esa tormenta de infortunio.

Al volver vio a Mori que había quedado inconsciente junto con su cachorro, ambos fuertemente abrazados a la capa de Fukuzawa.

—Su alteza, ya eliminamos a todos—dijo uno de los guerreros.

—Asegúrense que nadie quede vivo y quiero una investigación exhaustiva, quienes eran y si localizan sus antecedentes y si familiares  eliminenlos.

—Si

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—El ataque fracasó—dijo un hombre vendado y con un parche en el ojo—De todos solo yo pude escapar, nos hicimos pasar por bandidos como usted lo pidió—agachando la cabeza—Pero dentro del carruaje no estaba el Rey Fukuzawa, nuestro informante mintió, en el interior estaba el omega con sus cachorros

El hombre frente ladeo la cabeza—Supongo que aplicaron el plan B

—Así es, seguimos el teatro de que éramos bandidos e íbamos por las joyas, nadie sospechara de usted

—Perfecto—chasqueo los dedos y una espada cortó el cuello del único testigo de aquel ataque

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Hoy el tema fue "Protección-pelea"

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