LYKOS

Vainilla y chocolate

—¡La pareja ganadora es el doble negro!—anunció el organizador del evento, tras una ardua batalla de empujones, agarrones de cabello, patadas, piruetas y unos cuantos lesionados que los dejaron fuera del juego.—Pueden pasar a reclamar su premio—señalando su puesto—Pueden elegir lo que quieran pero recuerden que al ser un juego en equipo y haber ganado en conjunto tendrán el mismo premio.

Dazai en cuanto su pie fue liberado de su compañero pelirrojo salió corriendo directo al puesto de los premios—¡Quiero ese!—señalando un enorme oso de peluche

—¡Hey!, yo no quiero ese oso de peluche—dijo el pelirrojo —Yo derribé a la competencia, es justo que yo elija el premio

—Pero si no fuera por mi instrucciones habríamos perdido desde el primer minuto—volvió a hablar el castaño tomando el oso de peluche—Si no quieres tu oso de peluche dámelo, es cumpleaños de mi hermano y será un bonito regalo.

—Ni hablar, es mío—dijo aferrándose a su oso—Me lo gane

—Hahaha, ¿no que no lo querías?

—Tsk, solo dame el oso—le dijo al organizador del evento

Una vez ambos cada uno con su respectivo oso de peluche estaban por separarse

—Oye—hablo Dazai en voz baja con la intención de que el pelirrojo no lo escuchara—¿Te puedo invitar a cenar?

—¿Ah?—el pelirrojo se giró —¿Invitarme a cenar?

Dazai se sorprendió del agudo oído del otro—Bueno mis padres me enseñaron que debo ser justo y se que el oso de peluche no es un gran premio para lo que hiciste puedo invitarte una comida para recompensarte

—¿Y traes dinero suficiente?—sonrío con ironía—¿No dijiste que el oso era el regalo para tu hermano?, supongo que no tuviste dinero para comprar uno y preferiste entrar a una competencia

—Yo.. yo traigo lo suficiente—señalando un puesto—Para invitarte a comer eso

El pelirrojo se carcajeó —Está bien, no pediré una comida de un rey, esas brochetas de hongos silvestres pueden saldar tu deuda—después de todo el pelirrojo tras ver la humilde vestimenta del castaño prefirió no exigir algo más.

—Aquí tienen—dijo la vendedora entregándoles las brochetas

Las tomaron y fueron a sentarse en la fuente que estaba cerca y no parecía muy transitada, el lugar perfecto para degustar bocadillos tranquilamente

—¿Deliciosas verdad?—dijo el castaño—Nunca había probado algo como esto

El pelirrojo sintió un poco de lástima por el pobre vagabundo —¿Tu hermano las ha probado?

—Aún no, ¿por qué?

—¿No dijiste que era su cumpleaños?, espera un momento aquí, ire por más—señalando con un dedo—Es para tu hermano y solo porque es su cumpleaños

—¿De acuerdo?—Dazai confundido vio marchar al pelirrojo hacia el puesto de las brochetas.

Un grupo de tres personas aparecieron frente a él obstruyendo su visión hacia el pelirrojo

—Oye, no pareces llevar dinero contigo—dijo un chico—¿No te gustaría venir con nosotros y ganar unas monedas?

Dazai que iba a darle otra mordida a su brocheta se detuvo —¿Me hablas a mi?

—¿Hay algún otro omega cerca?—volvió a hablar el mismo chico

Otro del mismo grupo se acercó hasta el castaño y le tocó el mentón—No te preocupes somos alfas, podemos pagarte muy bien , solo tienes que demostrarnos lo que se dice los omegas—haciendo una seña obscena hacia su entrepierna