Cortejo

534 63 17
                                    

El clima de la tarde era fresco y de nubes despejadas, un cielo sereno, libre de cualquier nube de lluvia.

—Ya llegamos —dijo un hombre deteniendo la carreta llena de papas a su polizón

—¿Es aquí?—preguntó el joven —¡Pero si no hay camino!

—¿No sabías?, para entrar a Lykos es a pie—dándole un golpe a su caballo—Seguiré con mi camino, te deseo suerte muchacho—se despidió el hombre tarareando una vieja canción

El joven miró el bosque se alzaba ante sus ojos, dio un respingo , un paso, dos pasos y pronto se adentro en el.

Las aves desde una rama observaron como un joven caía o se atoraba entre las ramas, una que otra ardilla se burlaba de la desgracia ajena, pero eran interrumpidas por un chillido de regaño.

—¿Crees que falte mucho?, llevamos mucho tiempo aquí, ¿y si nos perdimos?

El mapache sobre sus hombros le respondió con un chillido consolador

—Quizás fue un error venir

Karl bajo de los hombros y corrió entre unos arbustos seguido del joven—Oye, ¡no tan rápido!—saltando sobre el mapache rodó y se estampo contra un montón de hojas apiladas, al enderezarse vio un castillo.—¡Llegamos!—dijo emocionado por su logro mientras tenía un poco de sangrado nasal

Camino hasta el castillo y fue directo a la parte trasera.

—Hahahahaha—una mujer de edad avanzada se rompia en risa en la entrada que corresponde al servicio—Repitelo nuevamente.

—Estoy buscando Edogawa, entiendo que quizás esté trabajando pero prometo no quitarle mucho de su tiempo.

La mujer observó de pies a cabeza al joven lleno de barro, con sangre seca de la nariz, un mapache sobre sus hombros y un cabello bastante rebelde.—El príncipe no tiene tiempo para atenderte.

—No pregunte por el príncipe, yo busco a Edogawa—volvió a repetir Poe, pensando que quizás la anciana tenía un fuerte problema de audición—Mire—le mostró el sobre de una de sus muchas cartas.

La sirvienta en jefa miró el sobre e inmediatamente reconoció el sello del príncipe—¿Será?—dijo la sirvienta más para sí misma—Es increíble el príncipe, es como si supiera el futuro—la anciana se maravilló, tomó de los hombros al joven y lo pasó dentro, lo encaminó directo a la cocina—Presten atención, tenemos un nuevo miembro.

Algunas cocineras y sirvientes miraron al recién llegado—Justo cuando nos faltaban manos—dijo la anciana.—Nuestro príncipe seguro vio la falta de personal y nos ha ayudado.

—Espere... no es asi, yo soy un escritor—dijo Poe tratando de resolver el malentendido

—Me parece muy lindo que escribas—le respondió la anciana—pero lávate esa cara y que te den ropa apropiada, primero eres un sirviente y en tu descanso escribes lo que quieres.—dándole unas palmadas en los hombros—Ahora a trabajar, ah y el mapache se queda fuera, nuestro querido príncipe Fyodor es algo quisquilloso con los animales.

Poe sin saber cómo había terminado con un nuevo trabajo, con ropa limpia de sirviente y sin Karl, llevando una charola de frutas y nueces a la habitación que le indicaron sus superiores. —Muy bien, dejare esto y me ire a buscar a Edogawa—se detuvo frente a la puerta y toco dos veces según el protocolo, al no haber respuesta dudo mucho si regresar a la cocina o volver a intentar—Con su permiso—giro la perilla y empujo la puerta, vio a alguien sentado en el escritorio con una pila de libros que cubrían su rostro.—Disculpe, me dijeron que le diera esto—caminó hasta una pequeña mesa junto al escritorio, llena de migajas de panes y galletas, colocó la charola con las frutas y nueces.

Poe sabia que la realeza tenía ciertas aptitudes pero al menos esperaba un gracias —Me retiro—dio una reverencia como sus compañeros le indicaron que tenía que hacerlo en caso de ver a un miembro de la familia real, pero al enderezarse vio unos ojos esmeralda que lo veían sonrientes.

—¿Edogawa?

El joven príncipe asintió feliz

—¿Pero como, no eras un sirviente?—pregunto Poe confundido

Edogawa sin perder la sonrisa le expresó "Nunca me preguntaste", extendió sus brazos y lo abrazo, aunque Edogawa no podía hablar movió sus labios para que Poe pudiera entenderlo con más facilidad "Me alegro que hayas venido"

—En cuanto recibí tu carta que necesitabas mi ayuda no dude en venir, me has ayudado tanto en mis escritos que no sabia como regresarte el favor.—respondió Poe aun sin soltarlo de su brazos.

Ambos jóvenes se miraron sin comprender a ciencia cierta lo que sentían, sus corazones latian con fuerza y sentían una extraña sensación de nerviosismo.

—Lo olvidaba—dijo Poe sacando algo de su bolsillo—No quería venir con las manos vacías así que pregunté en una tienda que sería un buen regalo para alguien que vive en Lykos, dijo que es bastante aceptable dar collares, en especial si son hechos a manos—le mostró una cadena de plata con un dije de un búho con incrustaciones de diamantes—No soy hábil con las manos,  así que diseñe al búho y lo mande hacer, espero que te guste.

Edogawa se sonrojo y después sonrió, aceptando el collar

—Te queda bien—dijo Poe después de haberle colocado el collar.

El ojiverde fue hasta su escritorio y escribió en un papel "Gracias por el collar, pero ¿sabías que en Lykos dar collares más si fueron hechos a manos se considera cortejo?

Poe se sonrojo hasta las orejas —Yo... ah.. no lo sabía—se cubrió la cara con las manos—Eso explica porque el vendedor me deseo suerte y me ofreció un tarjeta de descuento para anillos de boda

Edogawa le entregó otro papel "Demasiado tarde para pedir que te lo devuelva"

Poe enrojeció aún más y Edogawa volvió a acercarse a él y lo abrazó nuevamente, sintiendo el frenético corazón del otro.

—En realidad...no pensaba en pedirlo de vuelta—las manos le comenzaron a sudar—Yo... no se como decirlo, realmente no sabía de la tradición de Lykos, pero ahora que lo se... quiero y no puedo.

Edogawa enarco una ceja

—Tu eres un príncipe, apuesto que ya tienes un prometido y sé muy bien que aunque sea un escritor reconocido no llegaré a lo que necesitas. Pero una parte de mi siente algo, una conexión que nunca había sentido, no se como explicarlo... —soltando una risa forzada—Suena tonto pero es como me siento.

Edogawa jalo del pañuelo de Poe y lo atrajo hacia sí para besarlo. Edgar no dudó en continuar con el beso y sus instintos de alfa se encendieron, su beso era cada vez más dominante.

—¡¿Pero qué haces?!—se escuchó una voz desde la puerta

Ambos miraron en esa dirección y vieron a la princesa Akiko muy molesta—Suelta a mi hermano—se arrojo directo a Poe.

"Alto, alto"—se interpuso el ojiverde— "Estoy bien, Poe es mi novio"

La princesa cerró la puerta con seguro y se dirigió a su hermano —Explícate.

"Poe y yo hemos mantenido una especie de relación a distancia, solo que hasta este momento lo oficializamos"—señalando el collar con el búho.

—Primero Dazai se compromete y luego tu sales con un novio salido de la nada—Edogawa la observó intrigado—Si, justo hace cinco minutos igual me entere, me pidieron que viniera por ti para conocer al prometido de Dazai y a sus futuros suegros.

"Estoy seguro que él tuvo que ver"

—No lo dudes, ya comienza a molestarme—miró a Poe que se había mantenido al margen de la situación—¿Qué hacemos con tu novio?

Edogawa miro a Poe "Perdón, pero voy a necesitar que sigas jugando al sirviente"

—¿Qué planeas?—Akiko cruzó sus brazos

"Nada en especial, solo colocare las cosas en su lugar"

--------

El tema es "Ofrenda" jejeje hoy se me antojo un poco de ranpoe antes de regresar al drama.

Gracias por leer.

LYKOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora