Una fiesta de cumpleaños

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Todos se encontraban en el comedor a la hora habitual de la cena.

— Que rico sabe este pudin—dijo Fukuzawa—Edogawa ¿Te gusta? Es un postre que mande a pedir pensando en tu gusto.

"Esta delicioso" —expresó Edogawa muy satisfecho por el postre.

—Lo consientes demasiado—dijo Mori algo molesto más que nada porque en el último minuto Fukuzawa había alterado el menú de ese día.

—También es mi hijo, puedo darle lo que quiera—observando a Mori—Además no soy el único que lo hace, hace unos días mandaste a construir un pequeño kiosco para que Dazai pudiera pintar al oleo y tener un espacio para el solo.

—Pero tú anteriormente mandaste a recolectar quinientas flores para que un perfumista creará una esencia única para Akiko.

—Y se le agradece, nunca me imagine tener mi propia línea de perfumes—dijo Akiko comiendo del pudin.

—Ahora que mencionan lo del kiosko —intervino el castaño—Creo que la pintura al óleo no es lo mio, me quedan cuadros horribles—levantando las manos para tranquilizar a un Mori que lo observaba consternado —Pero lo seguiré usando, incursionare en la música y será un buen lugar para practicar.

—Disculpen —dijo un sirviente entrando al comedor—Su majestad, altezas—dio una reverencia antes de dirigirse a Fukuzawa y le susurro algo al oído.

—¿Sucede algo?—preguntó Mori curioso por la actitud del sirviente, ¿era algo que nadie debía enterarse?, ¿porque susurro?

—No es nada—le dio una señal al sirviente para que se marchara y trajera lo que había llegado al palacio—Solo correspondencia.

—¿Correspondencia?—volvió a hablar Mori—¿Por eso tanta cautela?

El sirviente volvió con dos cajas y una carta, con respeto le entregó las cosas al rey.

Observó una de las cajas y al ver el destinatario no le prestó tanta atención como a la carta—La caja es para Edogawa—el mismo sirviente fue a dejarla en manos del príncipe.

—¿Aún te mantienes en contacto con ese escritor?—Le preguntó Mori a su hijo, no era secreto que Edogawa intercambiaba correspondencia con cierto escritor de otro reino, le alegraba que pudiera tener una amistad.

"Alabo mi buen criterio literario y agradece que su narrativa este mejorando por mis comentarios"

—Tal como esperaba de mi cachorro—dijo Mori orgulloso—Tienes un talento nato y una superinteligencia.

"En su última carta menciono que me mandaría un nuevo manuscrito, iré a mi cuarto a leerlo" —se levantó de la mesa— "La cena estuvo deliciosa" —Y se retiró rápidamente del comedor con la caja en sus manos.

Aunque el intercambio de cartas era sabido por todos en el palacio, el contenido de cada una de ellas sólo él lo conocía . La primera carta fue en tono formal y bastante educado como se esperaría de un escritor a su fan y viceversa, pero poco a poco fueron convirtiéndose en cartas más casuales, si el pretexto alguna vez fue hablar sobre alguna novela en específico se llegó al punto de que eso era lo último de lo que se escribían, ambos se sentían cómodos con el otro, lo suficiente como abrirse aún más.

—La siguiente caja es para ti Ougai—dijo Fukuzawa retomando la repartición de paquetes después que Edogawa saliera corriendo.

A Mori no le importó estar aún a la mitad de la cena para abrir el paquete—Llegaron más rápido de lo que pensé—quitando el papel burbuja y demás de la caja sacó dos cajas más pequeñas —Dazai esta es para ti y la otra para tu hermano—le extendio una caja de color rojo.

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