Epílogo

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Ashly

Bajo a cenar cuando escucho que me llama mi madre varías veces y no puedo evitar bajar con el ordenador a cuestas.

Mi madre cuando me ve se enfada porque esté con el ordenador todo el día y solo por su mirada la logro entender. Somos casi iguales, a pesar de que yo tengo los ojos de papá, un marrón hipnotizante, en cambio mi hermano tiene los ojos azules de mamá.

-Ashly por dios deja el ordenador y cena, ya tendrás tiempo para escribir más tarde. -

-De acuerdo mamá aunque debo decirte que ya he terminado de escribirlo y estoy pensando un titulo ya. - le digo mientras una amplia sonrisa aparece por mi rostro.

La verdad, escribir había sido un proceso bastante difícil, aunque me gustara escribir desde que apenas era consciente de ello. Quería plasmar algo importante y dejar mi huella en el mundo, sabía que era el primer libro que escribía y que apenas se haría "famoso", pero no me importaba en absoluto, había disfrutado de todo el proceso metiéndome en la cabeza de los personajes y de ponerme en su lugar como si me pasara a mí. En realidad seguro que sería una fantasía de lo que me gustaría vivir a mí, pero al fin y al cabo es un libro, sí, te hace desaparecer del mundo durante largas horas pero al final vuelves a él dándote cuenta de que lo que viviste mientras leías no era real, era ficticio, todo estaba en tu mente y en cada palabra que leías.

-Dime Ashly cuál es ese título que anda por esa cabecita tan terca? -

-Mm no sé, lo estoy pensando, pero creo que se llamará "Todo lo que pudo haber sido". -

-¿Porque ese nombre? -

Y mientras pienso en que decirle veo como ambos se abrazan y se dan un beso antes de cenar y se quedan mirando por la ventana que tenemos en la gran casa de Nueva York. A veces no estamos juntos debido al trabajo y a que yo esté en el instituto y mi hermano trabajando pero cuando estamos juntos lo pasamos muy bien, sobre todo acompañados de los tíos y de mis abuelos, ellos son mi casa y mi familia. Cuando los vemos siempre solemos cenar o comer juntos mientras reímos y luego nos vamos siempre a dar un paseo por Central Park.

Instintivamente miro a mi hermano mayor Joshua, aunque lo solemos llamar Josh la mayoría del tiempo. Mamá siempre nos dijo que debíamos de ser agradecidos con la gente y sobretodo con la familia, y lo estoy, estoy muy agradecida de tener a la familia que tengo pero más agradecida de tener a Josh como hermano mayor. Todavía recuerdo el día que le dije a Josh que iba a escribir un libro, no estaba segura pero me apoyó desde el principio y me hizo amar todo este proceso hasta llegar aquí, el final.

Siempre dicen que todo tiene su fin, que todo se acaba, pero se que aunque se acabe aquí, siempre estaré presente para ellos.

-Me parece un título muy interesante Ashly, estoy deseando leerlo y ver lo que ha escrito mi pequeña escritora. - me decía mi padre mientras se acercaba a mi a darme un beso en la cabeza.

-Déjame decirte papá que he sido el afortunado de leerlo completo. Y es una maravilla, es fantástico desde el inicio hasta al final, puede que no te hagas famosa todavía pero sé que llegará un día que lo serás y espero que te acuerdes de mí y de esta conversación pequeña. - hablaba mi hermano mientras me abrazaba y me susurraba que estaba orgulloso de mí.

-Gracias Josh, sabes, eres el mejor hermano del mundo. -

-Vamos pequeña no me hagas la pelota, soy el único hermano que tienes por eso soy el mejor.-

Mientras que iniciábamos una pequeña discusión por quién era mejor hermano y empezábamos a meter a mamá y a papá en la discusión sonó el timbre de casa. Era muy raro, un miércoles a las nueve de la noche no suele llamar nadie, salvo esos amigos macarras de Josh, creo que nunca me caerán bien salvo uno o dos.

-Mamá, es tarde para que llamen al timbre esperáis vosotros a alguien? -

-Que yo sepa no cielo, tu Ash esperas a alguien? -

-Yo eh no para nada Aly cielo. -

-Papa se te da fatal mentir, eres igual que yo. -

-Cierto Ashly, intentaré no delatarme más. -

No nos habíamos enterado pero mientras Josh intentaba ayudar a papá a mentir mamá fue derecha a abrir la puerta y estaba sujetándola cuando nos dimos cuenta todos y dejamos de medio gritar.

-Tío Adri, tía Adi. Nia! ¿Como es que habéis venido? - comenté mientras iba corriendo a abrazarles, hacía dos años casi que no los veíamos porque no podían venir a visitarnos por el trabajo y nosotros tampoco.

-Hola Ashly cielo, algún pajarito me ha contado que has escrito tu primer libro y sabes que trabajo en una editorial así que ya que venía a visitarte que más da un motivo más. - me decía la tía Adi mientras cogía el ordenador y se iba derecha a leer lo que había escrito mientras se ponía sus grandes gafas.

Llamamos a Venus y a Enzo para que vinieran y trajeran a Ariel y así estar juntos. Lo que no esperábamos era que cuándo vinieran trajeran al mejor amigo de Ariel y de Josh, Jack.

-Hola Stevens. Me han contado tú hermano y tú Primo que has escrito un libro. ¿Es cierto eso? - me decía Jack y su peculiar manera de llamarme.

-Eh, sí, lo he hecho. ¿Hay algo de malo? - le decía mientras intentaba que no me notara que su simple presencia me ponía nerviosa.

-No, no lo hay Stevens no te enfades. -

Definitivamente iba a matar a esos dos que los tenía por familia, sabían que Jack me ponía nerviosa y lo usaban siempre en mi contra pero esta vez no iba a dejar que pasara eso como otras muchas.

-Genial Jack me alegro, ¿te quedarás aquí a cenar? -

-Si no hay ningún problema sí, ¿para que lo quieres saber? -

-Nada simple curiosidad, solo me gustaría conocer al mejor amigo de esos dos tontos en profundidad. - creo que me arrepentí en ese mismo instante de haber dicho la palabra profundidad ya que Josh soltó una carcajada que hizo que mamá y papá se dieran cuenta de la escena que había montado por su culpa y empezaran a reírse salvo papá que miraba a Jack de una forma un tanto asesina.

-Me encantaría Alysa. - y eso fue lo que hizo callar a los chicos ya que era la primera vez que me llamaba por mi nombre en tanto tiempo y lo decía totalmente en serio.

Al final, acabamos cenando todos juntos y charlando animadamente, sintiéndome en casa como esas veces que también venían y nos lo pasábamos tan bien.

Al fin y al cabo los finales no son tan malos ni buenos como los pintan, siempre ponen la excusa de que se acaba, pero en realidad se acaba porque el destino lo quiso así o porque tú decidiste acabar con ello. En ese momento había acabado yo con ello cuando me fui a por el ordenador y pude escribir esa palabra que tanto miedo me daba, que tanta inseguridad había tenido de intentar ponerla tantas otras veces, pero tenía que suceder, había acabado bien sin que yo lo planeara simplemente dejándome llevar y por suerte o pura coincidencia había terminado más que bien.

FIN

Todo lo que pudo haber sido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora