Capítulo 21

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Alysa

El tiempo lo cura todo, eso suelen decir, puede que sea verdad o mentira. En mi caso no sabría que decir, puede curar la mayor parte pero nunca se llegará a curar del todo lo que un día existió.

Ojalá volver al día en que nos conocimos, los dos más jóvenes que ahora, más entusiasmados por estar juntos y por vivir las cosas día a día. De pequeños siempre soñamos en formar una familia, tener a esa persona a tu lado, esa que te saca unas sonrisas en los peores momentos. Soñamos con cumplir esas cosas que nos proponemos, pero una vez que pasan ¿que nos queda por hacer?

La vida depende de momentos efímeros, esos que pasan rápido y no son para nada duraderos. Esos son los momentos que realmente importan porque cuando pasan siempre suele ser por algo especial.

En mi relación con Asher cambiaría muchas cosas, cambiaría la forma que tuvimos de hacer las cosas y decidir cosas importantes en momentos aun más importantes. Pero a la vez tampoco cambiaría cosas, si pasó así tuvo que ser por que tenía que ser así. Pasamos por cosas buenas al igual que por momentos bastantes malos, pero supimos seguir adelante y aunque no hubiéramos acabado como a los dos nos gustaría no nos odiamos como esas personas que lo hacen, nunca podría odiarle, hiciera lo que hiciera, al fin y al cabo todos cometemos errores.

Iba de camino a casa después de salir de las prácticas de medicina cuando me encontré a la pequeña Nia junto con Adriel. Y sí, seguía llamando pequeña a Nia porque siempre lo sería para mí.

-Hola tía Aly, vamos a ver al tío Asher vienes con nosotros?-
-Venga Aly hazle caso a la pequeña Nia y vayamos a ver al tío Asher.- Sabía que el estúpido de Adriel lo decía con esa intención, lo conocía bastante bien.
-Eh papá yo no soy pequeña, ya soy grande.-

Adriel y yo nos reímos por lo bajo y nos quedamos un rato hablando. Les dije que no iría y tuve que poner bastantes excusas. Estaba cansada después de las prácticas por lo que cuando llegue a casa hablé y cené con mis padres y me fui directa a la habitación a dormir. Tenía que independizarme de una vez, quería empezar a ser independiente y hacer las cosas por mi cuenta sin tener que depender de nadie ni algo.
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Al día siguiente me desperté y fui a casa de Adriel, me aburría bastante en casa así que iba a tocarle un poco las narices.

Estuvimos hablando sobre independizarme y habló con varios compañeros de trabajo. Fuimos a ver una casa que estaba cerca de la playa y la verdad me encantaron las vistas. Se podía ver la playa desde el salón ya que tenía unas paredes de cristal para que entrara bastante luz y se pudiera ver la playa. Con solo tener la playa delante sabía que me la tenía que quedar, ver esa playa todos los días al despertarme sería algo maravilloso y especial. Aunque lo sería más si estuviera él aquí.

Hablamos con los dueños de la casa y llegamos a un acuerdo y al fin podía decir que la casa era mía, me iba a independizar y era un paso muy grande en mi vida. Nunca había pensado mucho en eso, pero sabía que llegaría el momento en que lo hiciera, como estaba ocurriendo en esos momentos.

Pase toda la mañana junto con Adriel comprando cosas para la casa y poniéndola a mi manera. Después de tenerla más o menos llamamos a los chicos para contarles la noticia y para que vinieran a conocer la casa está noche.

Estaba tan emocionada que cuando llegue a casa para contárselo a mis padres lloré de la ilusión que me hacía y en parte por tener que dejarles ahora a ellos solos, pero se lo merecían. Ellos merecían estar solos después de aguantarme tanto tiempo, habían criado a una chica estupenda y ahora ya se había echo mayor, esa chica tenía que aprender de sus errores a partir de ahora. Y no había mejor momento que este.

Antes de que vinieran los chicos fui rápido en coche a una tienda para comprar un banco de madera y ponerlo en la entrada para poder ponerme fuera algún día a leer o simplemente a mirar la playa.

Cuando llegaron los chicos se quedaron sorprendidos y estaban muy emocionados por mí. Estuvimos cenando mientras nos reíamos y luego decidí enseñarles el precioso banco que tenía a la entrada.

-Dios Aly es precioso, ya eres toda una independiente.- Esa que hablaba era Venus, con su enorme panza pidiendo comida a todas horas y llorando sin razón.

Estaba emocionada por ella, les había costado mucho trabajo estar tan bien como están ahora. Ojalá poder estar yo así con Asher, pero sabía que todo llegaría en el momento correcto, sólo teníamos que esperar que sucediera.

Los primeros en irse fueron Venus y Enzo, se tenían que ir porque Venus estaba muy cansada, y la verdad que la entendía aunque no sabía cómo se sentía. Luego se fueron Adriel y Adara junto con la pequeña Nia, estaba muy cansada y se había dormido varías veces en el sofá mientras nosotros cenábamos. Por lo que me había quedado sola en Asher, literalmente sola y estaba entre nerviosa e impaciente.

No sabía que decir por lo que decidí salir fuera al banco y el vino detrás, sabía que lo iba a hacer pero no que iba a tardar tanto en hacerlo.

-Este banco es muy bonito Aly, me alegro de que estés bien.-
-Gracias Asher, yo también me alegro de estarlo, me lo merecía.-

Estuvimos alrededor de una hora o un poco más mirando solamente la playa, sin decir absolutamente nada, disfrutando del silencio, nuestro silencio.

-Aly siento mucho lo que pasó y como fueron las cosas ese día, solo quiero que lo sepas.-
-Lo se Ash, yo también siento que hayan ido así las cosas después de todo.
-Mmmm Aly te puedo hacer una pregunta?
-Adelante, lo que quieras.
-Podremos ser amigos después de todo y empezar de nuevo?

La pregunta me tomó por sorpresa, tenía que decirle que si, quería que por lo menos fuéramos amigos después de lo que pasamos.

-Claro que si Ash, podremos empezar de nuevo.
-Genial, aunque siempre serás mi chica de ojos azules.

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Hola hola!!!! Espero que os haya gustado este capítulo.
Muy pronto vais a tener noticias de Clevab (cuando las estrellas vuelvan a brillar) y también algún capítulo más sobre Asher y Alysa.

Mil gracias y os quiero.❤️‍🩹

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