Love Pills || TicciMask

04

— Tim... ¿Que haz estado tomando?

Tim que ahora estaba en el suelo tratando de reunir todas las pastillas subió la mirada con ojos llorosos, no podía hablar.

Brian se acercó a el y le ayudo a recoger las pastillas, pero Toby solo los miraba desde arriba

— ¡Que haz estado tomando?

Brian le dirigió una mirada llena de irá — ¡Deja de gritar, maldita sea! –

Sorprendido por el regaño, lo domino el silencio, siguió viendo a su pareja recoger pastillas del suelo. Pero había algo mal con el, le veía con asco. Su mirada paseo hasta aterrizar en la botella de dichas pastillas, se acercó de cuclillas y la tomo entre sus manos para leer la etiqueta.

Tim estaba tan concentrado en recoger sus pastillas que no se percató de las acciones del contrario, en cambio Brian si lo hizo e inmediatamente le arrebato la botella de las manos.

— Si no nos vas a ayudar, espera a que Tim quiera hablar contigo.

Toby le hizo una mueca de desagrado, y sin más se fue a la cabaña.

Casi al instante en el que el chico se alejo, otro de ellos empezó a llorar con más fuerza, su amigo solo le daba palmadas en la espalda tratando de consolarlo.

— Tim, es momento de que hables con el... Y le expliques todo, antes de que acabe peor

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Sabía que el chico de los tics lo esperaba enojado al otro lado de la puerta, y por eso era incapaz de abrirla. No estaba listo, pero ya no podía evitar el tema.

Luego de mucho debate interno, finalmente entro a la habitación. Tobías estaba ahí, sentado en la cama y viéndole directamente. No podía distinguir que había en su mirada, pero no le gustaba.

Hubo un silencio lleno de tensión, Tim no quería hablar pero Toby esperaba que el fuera el primero en dar explicaciones.

Tim no sabía cómo empezar, así que dijo lo único que debió haber dicho desde un principio.

— Tengo alexitimia.

— ¿Que mierda es alexitimia?

Tim suspiro, dirigió su mirada al suelo para dar la repuesta.

— un padecimiento en el que soy incapaz de reconocer emociones, en mi o en otras personas... Brian me dio esas pastillas para ayudarme

— ¿Ayudarte a qué? – su voz sonaba dominante, y hacía sentir a Tim como un cachorrito regañado.

— a sentir lo que tú...

Toby se levantó de la cama y se acercó a el, a pesar de ser el más bajo entre los dos, había algo en su mirada que lo hacía lucir intimidante para el contrario.

Ambos compartieron miradas, Tim esperaba que le gritara o regañara. Pero no esperaba que el contrario lo abofeteara con lágrimas en los ojos.

— ¿Nunca sentiste lo mismo que yo? ¡Tu necesitabas esas malditas pastillas!... ¿Para quererme?

Tim se dispuso a responder, pero Toby hablo antes que el.

— ¡No!... No vuelvas a acercarte a mi, Timothy– tras decir eso, salió de la habitación dejando a Tim triste, confundido y adolorido.