Confuso. Ittorou

007

—¿¡Así que tu haz hablado de mi con la señorita Hina y por eso me conoce!?

—Ah... Si, claro. ¡Quería que fuera una sorpresa!—soltaba el general un tanto nervioso mientras sólo se preguntaba ¿Por qué había acabado en un problema tan absurdo? —

—¡Eres el mejor!

Sin aviso alguno Itto le dio un fuerte abrazo, que inclusive lo levantó del piso y le hizo dar unas cuantas vueltas.

—¡Itto, bájame! —exclamaba sorprendido por la acción del oni—

—Es que estoy muy feliz, eres un gran amigo

Había algo que Gorou desconocía, pero probablemente no seria algo importante. ¿No?

—¿Entonces cuando me acompañaras a verla? —le preguntaba mientras lo dejaba de nuevo en el suelo—

—No tengo tiempo realmente. ¿Recuerdas que soy un general? 

—¡Oh vamos, podrías hacer un hueco para mi como siempre lo haces!

—No lo creo,pero lo intentaré. Tengo que irme, ¿nos vemos después? 

Los meses pasaron bastante rápidos, cada vez mas la amistad de Gorou e Itto comenzaba a hacerse mucho mas fuerte, aun les resultaba extraño el como se habían logrado acercar tanto en cuestión de poco tiempo. Aunque uno de ellos había comenzado a tener sentimientos más románticos por el otro, aunque claramente no tenia planes de expresar lo que sentía quizá por miedo o vergüenza de lo que podría pasar después de una declaración.

—Yae, ¿Cuándo la señorita Hina se ira de viaje a Liyue? —cuestionaba el de cabello café con algunos mechones blancos—

—Mmmm, probablemente en unos cuantos meses

—¿Meses?, ya no soporto seguir fingiendo ser ella...

—Solo será un poco de tiempo mas y después la señorita Hina seguirá viajando por todo Tevyat. Así que muy probablemente no deberías volver a ser ella

—Pero si la revista no sale de Inazuma

—Eso no lo sabe nadie, más que la editorial —le dijo con una sonrisa en su rostro, haciendo sentirle mas tranquilo—

Gorou se sentiría en completa calma cuando pudiera dejar de vestirse de mujer y  no porque le parecía algo malo, más bien por ese miedo que no lo abandonaba de que lo descubrieran. Era consciente que mayoría de quienes tenía bajo su mando tendrían algunas sospechas todo por el hecho de que había momentos en los cuales desaparecía por completo, pero de igual forma sabía que era un tanto improbable que lo asociaran a la señorita Hina.
Su único problema real era con Itto, sabía que tarde o temprano le descubriría y más por el hecho de algunos detalles que se le escaparon, como aquella vez que le firmó un libro y puso "con amor, para Itto", el problema es que siendo aquella mujer no conocía el nombre de aquel oni. Sabía que podía llegar a ser un tonto, pero también era consciente de que no le tomaría demasiado asociar las cosas y descubrirle. Ese era también uno de sus mayores miedos, temía por la reacción que llegara a tener, lo que fuera a pensar y realmente su mente era un desastre porque le presentaba los peores escenarios posibles.

Tenia un ramo de flores tomado entre sus manos, aquellas flores eran para la mujer que tanto amaba. No estaba en sus planes aun declararse por el sencillo hecho de que debía resolver una cosa. Aunque realmente no sabia donde la podía encontrar, ya que las veces que llegaba a verla por las calles de la ciudad era cuando hacia sus presentaciones y después no podía verla. Se dirigió a buscar a Gorou, seria mucho mas fácil darle las flores a el y que se las diera a Hina.