HEY TEACHER ; jaywon

#08

Sunoo y Niki cargaron en sus brazos al chico de lindos hoyuelos hasta el baño de varones y lo dejaron caer en uno de los inodoros.

-¿Qué haremos con él?- Dijo un muy alterado Sunoo mientras caminaba de un lado a otro- Si lo llevamos ebrio, ¡Su madre me matará! No sabe que lo traje a este club de baile.

-Te recuerdo que ninguna de nuestras madres sabe que hemos venido a este lugar... - Dijo Jake mientras deslizaba sus delgadas manos por su cabello.

-Mi madre cree que estoy en casa de mi novia- Dijo Niki entre risas nerviosas- Pero ni siquiera tengo novia...

Mientras los chicos estaban preguntándose que hacer con el ebrio que estaba intentando mantener el equilibrio en aquél inodoro, Jungwon sacó a duras penas su teléfono móvil mientras esperaba a que los demás se tranquilizaran. Observó durante unos minutos sus redes sociales (aunque su cabeza daba demasiadas vueltas como para poder ver la pantalla con claridad) e incluso pensó en llamar a su madre para decirle que no se sentía bien, de todas formas odiaba mentirle. Pero en el segundo en que ingresó a sus contactos, un número telefónico recientemente agregado llamó su atención. Recordó la fotografía que había visto y que había acabado con todas sus alocadas fantasías. 

"... Me dijo que te diera su número telefónico" Las palabras de su madre regresaron a sus pensamientos y no pudo evitar hacer un pequeño puchero mientras sentía como de sus ojos caían gruesas lágrimas. Ahora ni siquiera podría fantasear con su profesor, se sentiría demasiado culpable al saber que era un joven enamorado de su novia. 

Ni siquiera había tenido la oportunidad de llamarlo...Con aquella noticia, no quería mirar saber nada de él que no fuera sobre las clases. Probablemente tendría que comenzar a controlarse y buscar excusas para apenas intercambiar palabras con el mayor para no seguir torturándose a si mismo. Odiaba ser un adolescente hormonal sin experiencia alguna que se ilusionaba hasta con una simple mirada. En su mente, él y Jay  ya hasta vivían juntos con dos hermosas mascotas en una casa en la playa. 

Soltó un leve lloriqueo mientras observaba nuevamente la fotografía en su perfil. Fue entonces que perdió el último poco de consciencia que le quedaba y junto con ello...su dignidad.

Con su mano sudada presionó el botón de llamada, no pudo evitar reír bajito. Si tendría que olvidarse del mayor, al menos quería hacer una última cosa antes de sacarlo para siempre de sus pensamientos. Fue entonces que una voz grave se escuchó al otro lado de la línea. Tragó saliva y no pudo evitar reír. ¿Era ese realmente Jay? Su voz sonaba tan diferente por llamada telefónica. 

-H-hola...mi lindo profesor- Soltó cuando pasaron un par de segundos. Un silencio se hizo presente en la línea pero fue interrumpida por un leve suspiro.

-¿Jungwon? ¿Estás bien? ¿Dónde estás?... ¿Estás ebrio?- La poca consciencia que quedaba en el muchacho hizo que soltará un risa demasiado fuerte, su sexy profesor particular lo estaba escuchando y a pesar de su ebriedad, eso lo hacía sentir nervioso y ansioso al mismo tiempo.

-N-no- Dijo cortando la llamada. Pero su teléfono sonó nuevamente a los pocos instantes- Hola...estoy ebrio- Dijo Jungwon entre risitas.

-Lo sé, es demasiado obvio. ¿Estas solo?- Preguntó Jay, el menor observó a su alrededor y asintió. Aunque era obvio que el universitario no estaba ahí para verlo- Dime donde estás- La voz de Jay sonaba más autoritaria, Jungwon hizo un pequeño puchero mientras intentaba ponerse de pie y observaba a sus amigos que aún discutían desesperados por quién sabía que. En aquél momento tan solo le importaba el poder tener por primera vez una llamada telefónica con Jay.

-He sido un niño malo... ¿Vendrás a castigarme?- Jungwon soltó una risita maliciosa. Apenas lograba mantenerse de pie.

-Además de las muchas cosas que te haré cuando te vea... también te daré el castigo que te mereces. Ahora, por favor, dime donde estás- Jungwon abrió los ojos sorprendido por las palabras del muchacho ¿Había escuchado bien?, por un segundo rogó al cielo que Jay se hubiera referido a algo sumamente erótico y no a más cuadernos con oraciones en Inglés. A pesar de todo, el menor volvió a sonreír.