HEY TEACHER ; jaywon

#31

Jungwon deslizó su mano por la cama en busca del cuerpo de su profesor, pero solo sintió las sabanas frías y el vacío en estas. Asustado, se levantó con brusquedad intentando acostumbrar su vista a la luz que comenzaba aparecer por un pequeño espacio que había quedado entre sus cortinas.

¿Dónde estaba Jay? El temor se apodero del muchacho de lindos hoyuelos, ya que a pesar de la inolvidable noche que había vivido junto al mayor, su inseguridad seguía viva y latiente en el interior de su ser.

¿Qué ocurriría si solo lo había utilizado como un juguete? ¿Y si se había saciado con su cuerpo puro y virginal sus deseos carnales y ahora lo abandonaba? ¿O que ocurriría si lo dejaba embarazado y luego se marchaba del país?

Jungwon se llevó una mano al pecho al sentir que este comenzaba a subir y bajar demasiado rápido, ¿Qué le diría a su madre? ¿Qué pensaría de él si llegaba a enterarse de que estaba en riesgo de embarazo? ¿¡Como demonios cuidaría de un bebé si apenas lograba cuidarse el mismo!?

-¡Noooo!- Jungwon lanzó un grito desesperado el cual se detuvo cuando vio la puerta de su habitación abrirse. Jay apareció tras ella, vestido solo con sus pantalones ligeramente arrugados, dejando expuesto su trabajado abdomen y con una bandeja en las manos de lo que parecía ser el desayuno.

-¿A qué se debió aquél grito?- Preguntó el mayor con una divertida expresión en el rostro. A pasos tranquilos se acercó a la cama donde se encontraba Jungwon sorprendido por la llegada de su profesor, quien se sentó junto al menor y depositó la bandeja entre los dos la cual tenía dos tazas de té, unas cuantas tostadas con mermelada de naranja y un platillo de fruta picada.

-Pensé que te habías marchado...- Jungwon quiso abofetearse por los estúpidos pensamientos que había cruzado por su mente y las ridículas ideas que lo habían asustado tanto. ¿En serio había pensando en quedar embarazado? Apretó los labios sintiéndose un completo idiota, aunque prefirió culpar a la falta de horas de sueño- Muchas gracias por el desayuno...

-¿Cómo podría marcharme?- Jay le dedicó una mirada confundida y alzó una de sus perfiladas cejas, el mayor negó con la cabeza y tomó una tostada para darle un mordisco- No puedo abandonar al chico que dejé con dolor de espalda... Supongo que tendré que ayudar a bañarte. 

Jungwon entrecerró los ojos y negó con la cabeza. La verdad era que solo estar sentado sobre el colchón le producía un desagradable malestar en la espalda baja, lo había asociado a una mala posición al dormir... pero tenía más sentido que el dolor viniera de la brutalidad con la que había sido dominado la noche anterior. 

Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando recordó las palabras de su profesor la noche anterior: "Tu zona parece haberse acostumbrado, mira como entra todo" Le decía con los ojos brillantes, mientras se acercaba para morder su cuello y clavículas, una y otra vez. 

-Tendrás que ayudar a bañarme, vestirme y llevarme a la escuela. Solo de esa forma estaré satisfecho...- Respondió Jungwon, tomando un pequeño trozo de manzana para llevarlo a la boca del profesor. 

-Lo que tu quieras y necesites, pequeño Yang. 

-O podríamos quedarnos en casa por hoy... 

-No te aproveches demasiado. 

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

Jungwon infló sus mejillas como un niño pequeño mientras observaba a Jay a su lado, probablemente este se había dado cuenta de la expresión del muchacho pero había preferido ignorarlo. Luego del maravilloso desayuno que ambos habían compartido, el mayor le había ayudado en alistarse para la escuela y 30 minutos después ya se encontraba sentado en el auto, en dirección de la preparatoria.