#28

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-Si, mamá. Él viene hacia acá ahora, no te preocupes. Si mamá, sabes que por ningún motivo moriría de hambre... eso jamás- Jungwon observó nuevamente el reloj colgado en la pared de la cocina, mientras sostenía con fuerza el teléfono cerca de su oído. Su madre, quien llevaba un poco más de una semana fuera de la casa por su viaje a Jeju, se escuchaba entusiasmada mientras le soltaba una y otra vez que no se saltara las comidas ni las clases particulares- Si mamá... grabé todos los capítulos de tu drama. Debo irme, comenzarán mis clases. Te quiero, saludos a la abuela. 

Jungwon dirigió, por milésima vez esa tarde, la mirada hacia la manecilla del reloj y caminó de un lado a otro completamente nervioso.  Faltaba un minuto para que fuesen las cinco de la tarde... faltaba un minuto para que llegara Jay a continuar con sus clases particulares.

Una clase no tendría porqué hacerle sentir nervioso, pero lo estaba. Ya que sabía que una vez que Jay se hiciera presente en su departamento... correría peligro. Su madre no estaba en casa ya que se encontraba cuidando a su abuela y el negocio familiar. Eso significaba que si algo llegaba a ocurrir, no tenía nadie que lo protegiese.

Jungwon se golpeó con fuerza en la frente con la puerta del refrigerador, ya estaba comenzando a desesperarse. ¿En qué estaba pensando al dejar a Jay con una erección en la escuela?

No había que ser un genio para darse cuenta de que su profesor buscaría venganza, un escalofrío recorrió el cuerpo del muchacho al recordar aquella monstruosidad que escondía el mayor entre sus piernas. Recordó que estando de rodillas bajo su escritorio casi se había caído por la sorpresa, había luchado por hacerlo sentir bien pero apenas había soportado el dolor y cansancio en su mandíbula una vez que terminó... Ni siquiera pensar en como sufriría cuando el profesor decidiera llegar hasta el final.

"Oh, claro..." Dijo una voz en la mente de Jungwon con un tono burlón "Pero como fantaseas con esa cosa por las noches..."

El muchacho de lindos hoyuelos quiso abofetearse a él mismo por el tipo de pensamientos que estaba llevando. ¿Qué pensaría Jay de él si se llegaba a enterar de la clase de fantasías que el menor llevaba teniendo desde que lo conoció, y que precisamente su profesor era el principal protagonista?

Soltó un suspiro sintiéndose como un completo pervertido, nunca imaginó que en algún momento llevaría a cabo las mismas escenas que leía en sus múltiples comics, libros y manhwas con temáticas homoéroticos. Y mucho menos se imagino tener a Jay a su disposición para cumplir cada una de ellas. El muchacho sonrió levemente al recordar el bello rostro de su profesor y sus hermosas expresiones que lo hacían enloquecer. Pero esa sonrisa se borró al recordar que ni siquiera sabía qué tipo de relación tenía con el mayor, ¿Alumno y profesor que se encontraban a escondidas en el despacho de la escuela? ¿Compañeros sexuales? El muchacho frunció el ceño confundido, además ¿Qué ocurriría si llegaran a descubrir su relación?

El corazón de Jungwon se detuvo al escuchar el sonido de un golpe en su puerta. Tragó saliva, tomó una bocanada de aire y esperó unos instantes que su corazón se calmara, para luego acercarse a esta y abrirla de una buena vez. Temía que su expresión delatara su nerviosismo gracias a los estúpidos pensamientos que había comenzado a tener. 

Alzó la mirada, esperando encontrar la expresión seria que tanto caracterizaba a su profesor, pero lo único que vió frente a él fue la expresión burlesca de Liam, el hermano de Jay. ¿Qué demonios hacía en su edificio? 

-Oh, ¿Esperabas a alguien más?- Liam se cruzó de brazos observando detenidamente al muchacho de lindos hoyuelos que no sabía como reaccionar a tan desagradable visita. Jungwon soltó un suspiro, no podía dejarse pasar a llevar por aquél tipo que solo buscaba hacerlo enfadar. No podía hacerle creer que era una persona débil, así que sonrío de manera cínica.

HEY TEACHER ; jaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora