la modelo 3 (Martin Vargas)

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Después del día de ayer, procure levantarme temprano para poder llegar a tiempo al trabajo, saludo a las pocas personas que ya se encuentran en el estudio, voy a los vestuarios para ver cuál era el mío.

-. Yo mismo lo escogí. – menciona una voz a mi espalda, mientras mis dedos recorren la tela, me giro para encontrarme con Martin quien se acerca a mi con dos cafés en su mano.

-. Esto es algún tipo de acoso laboral. – menciono divertida mientras tomo el café que este me ofrece.

-. Tómalo mas como una disculpa por lo de ayer. – dice con gracia, lo miro para sentarme en unos de los sofás que están ahí, este sigue mis pasos y se sienta a mi lado.

-. Como sabes que este es el que me gusta. – interrogo cuando pruebo mi café.

-. Puedo ser impuntual, pero me fijo en todos los detalles. – menciona con superioridad, ruedo los ojos en juego.

-. Cuéntame mas sobre ti mariana. – dice de un momento a otro.

-. Bueno, soy mariana, eso ya lo sabes. – digo divertida provocando una sonría de su parte.

-. Tengo 22 años, estoy terminado la carrera como modelo, me asignaron gnrl, como lugar para mis pruebas, me encanta la moda, desde niña. – digo con emoción, sentido todo el tiempo su mirada sombre mí.

-. Soy una persona amable, pero no me subestimes cuando me enojo soy peligrosa. – menciono divertida.

-. Créeme tengo pruebas de eso. – dice divertido.

-. Creo que eso es todo, y soy muy puntual. – finalizo mirándolo fijamente, una carcajada sale de sus labios.

-. Todos somos puntuales a nuestro modo. – dice divertido, una sonrisa se forma en mis labios.

-. Sabes mariana eres muy linda, y no es acoso laboral. – dice con gracia, el rubor aumenta en mis mejillas, y mi mirada se posa en mis jeans.

-. Mm gracias. – menciono en un hilo de voz.

Su mano toma mi barbilla entre sus dedos, mientras sus ojos recorren cada parte de mi rostro, mi mirada se encuentra con la del, y lentamente me acerco a él, su aliento poco a poco se mezcla con el mío, nuestros labios se rozan lentamente, cierro mis ojos esperando sentir sus labios sobre los míos.

-. Aquí estas martooo. – una voz nos interrumpe, la cual me hace brincar en mi puesto y separarme rápidamente de Martín.

-. Viste villa, estaba ocupado. – menciona un chico de sombrero, el cual deja un golpe en la cabeza del chico que nos interrumpió.

-. Que hacen aquí. – interroga Martín mientras los mira.

-. Buenos días perros, como amanecen, los quiero. – menciona con sarcasmo el mismo chico de sombrero.

-. Veo que ya encontraron a martoo. – una tercera voz se une a la charla, mi mirada se fija en el chico de lentes, el cual me mira sorprendida.

-. Ohh buenos días mariana. – dice con amabilidad, le regreso el saludo.

-. O debería decir cuñada. – menciona ahora divertido, el rubor en mis mejillas aumenta, y me levanto rápidamente.

-. Creo que voy a ver si, ya llego el fotógrafo. – digo rápidamente sintiendo la mirada de todos sobre mí.

-. Mm adiós. – me despido para salir rápidamente de ahí.

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