Supermercado (juan pablo Villamil)

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especial navideño 

Odiaba tener que salir en época de navidad al supermercado, siempre estaba lleno de parejas y niños llorando por juguetes que sus padres no les iban a comprar, tomo un carrito y comienzo a buscar las cosas de la lista de mi madre para la cena navideña.

Intentaba encontrar las cosas rápido para poder irme rápido de aquí, solo me falta una sola cosa, aceite de oliva extra virgen, un bufido sale de mis labios cuando veo las especificaciones de la nota de mi madre. Camino hasta la sección en donde veo los aceites, me acerco y comienzo a buscar.

En el mismo pasillo veo a un muchacho muy raro, pues este tiene un abrigo muy grande y gafas de sol, una pequeña carcajada sale de mis labios, haciendo que el chico me mire rápidamente, me acerco a las repisas hasta que veo el dichoso aceite ante de que pueda tomarlo alguien lo hace primero.

Dirijo mi mirada al chico de gafas quien me mira

-. Lo siento, pero es mía. – menciono refiriendo a la botella en sus manos.

-. Creo que yo la tome primero. – menciona con gracia.

-. Deberíamos hacer esto por edades, evidentemente yo soy menor así que. – digo con gracia, mientras estiro mi mano esperando la botella.

-. Prácticamente es el respecto a los mayores, así que creo que yo gano. – dice con superioridad, lo miro sorprendida.

-. Enserio señor que usa gafas de sol, en la noche dentro de un supermercado, yo la necesito. – digo con sarcasmo. Este retira sus gafas y puedo observar sus bellos ojos verdes.

-. Ohh lo dice la chica que sale en pijama. – menciona en el mismo tono, el calor sube a mis mejillas cuando recuerdo mi vestimenta.

-. Disculpe señor, pero hay mas aceite. – escucho que pregunta a uno de los trabajadores que pasa.

-. Lo siento señor Villamil, pero esa es la última botella, quien pensaría que treinta cajas se acabarían en una tarde. – dice para retirarse

-. Señor Villamil, se supone que eres alguien importante. – digo con gracia para mirarlo.

-. Enserio no sabes quien soy. – dice sorprendido.

-. Debería de saberlo. – interrogo cruzando mis brazos sobre mi pecho.

-. Al menos que vivas en una piedra o enserio seas una persona tan despistada que estas peleando un aceite de oliva, cuando en realidad debería estar buscando de trufas. – menciona sin importancia, mi cara refleja sorpresa tomo la nota que esta en mi mano y reviso esta en todo lo correcto.

-. Eres un presumido. – digo para buscar el aceite correcto, pero solo queda uno y ya una anciana lo llevaba en la mano, escucho una carcajada.

-. Enserio tienes mala suerte con los aceites. – dice entre risas, ruedo los ojos con molestia para dirigirme hasta la caja, paso todas las cosas que compre.

-. Espere falta esto. – una voz nos interrumpe, y veo al mismo muchacho del aceite, dejar una botella de aceite de trufa negras.

-. Este te servirá. – dice en mi oído, le doy una pequeña sonrisa mientras pago la cuenta.

-. Muchas gracias chico de las gafas. – menciono para tomar la bolsa y salir del lugar.

-. Buenas noches, me puede llamar un taxi por favor. – pido a uno de los guardias de la salida.

-. Lo siento mucho. señorita, pero por el día, los móviles no están disponibles. – dice apenado, genial lo que me faltaba.

-. Ohh gracias. – digo para comenzar a caminar buscando un taxi.

-. Necesitas que te lleve. – menciona el chico del supermercado, quien me mira desde su auto, lo dudo un tiempo, pero al final acepto y subo al asiento del copiloto.

-. No deberías subir a autos de desconocidos. - dice de un momento a otro.

-. Es cierto, pero el señor del supermercado se dirigió a ti como señor, no creo que seas un asesino. – digo con diversión

-. Además, eres cantante. – agrego para sentir su mirada sorprendida sobre mí.

-. Dijiste que no me conocías. – dice confundido.

-. Y es cierto, pero al salir, me encontré con unas niñas que decían, vamos Villamil tiene que estar aquí. – digo imitándolas. – fue un poco raro tenían tu cara en sus camisas.

-. Porque deduces que soy cantante. – interroga mientras me mira.

-. Simple, en sus camisetas decían Morat, y acabos de pasar un cartel, que dice que Morat se estará presentando en el movistar arena. – digo con sencillez, su mirada refleja sorpresa.

-. Además, existe el chiste que, si Morat son cantantes solo con sus ohhh, cualquiera puede serlo. – finalizo para sentir su risa.

-. Eres muy buena. – menciona divertido

Una carcajada sale de sus labios, después de darle mi dirección, llegamos a mi casa.

-. Enserio muchas gracias por esto. – quedo pensando que no se su nombre.

-. Juan pablo. – dice para estirar su mano.

-. Valeria. – menciono para tomar su mano.

Abro la puerta para poder bajar.

-. Muchas gracias chico de las gafas. – digo con diversión.

-. De nada, chica del aceite. – menciona divertido.

-. Sabes me gustaría conocerte y tal vez te puede explicar la diferencia entre los aceites. – dice divertido, una carcajada sale de mis labios, para escribir mi número en su mano.

-. Adiós. – digo para cerrar la puerta y entrar a mi casa.

Morat one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora