capítulo 4

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Camine por los pasillos seguida de cinco sirvientas , según mi madre eso daría más impresión , pero yo sabiendo a quien elegirían , ya estaba cansada y solo ahora mismo estaba pensando en mi suave y cálida cama

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Camine por los pasillos seguida de cinco sirvientas , según mi madre eso daría más impresión , pero yo sabiendo a quien elegirían , ya estaba cansada y solo ahora mismo estaba pensando en mi suave y cálida cama .

Cuando llegamos a las puertas de la gran sala que muy pocas veces se utilizaban se abrieron las puertas , el salón era enorme y exagerado podía decir , en el habían muchos guardias y estoy seguro que eran de diferentes reinos , eran cuatro de cada reino , lo sé porque aunque estaban vestidos iguales , tenían espadas con patrones diferentes

En los asientos estaba mi familia entera y en la parte contraria estaban sentados cuatro hombres desprendiendo un aura opresiva, era tal y como describía en el libro. Eran tan atractivos que te quitaban el aire, yo como toda persona normal los imaginaba sin camisa y sus perfectos abdominales en cuadritos y su entrepierna venosa profundizando mi caliente cuerpo, por Dios que imágenes.

Realice una reverencia.

_ saludo a los príncipes de los cuatro reinos, en un honor tenerlos en nuestra humilde casa _ que de humilde no tenía nada, pero comparada con sus castillos, estoy segura que la palabra humilde queda perfecta.

Ellos asintieron al saludo y me senté junto a mi madre que tomaba té mirándome y sonriendo, ella sabía lo que me había imaginado al entrar, esa mujer lo sabe todo.

mi padre le estaba dando una casi conferencia aburrida a los príncipes , les podía jurar que no entendí ni carajo de los que hablaron, pero tenia algo que ver con las ventajas de el matrimonio.

Mire a mi hermana en una esquina sonrojada, me reí por lo bajo y seguí el ejemplo de mi madre, el té estaba muy bueno.

_ compórtate _ dijo y me senté recta como ella, el sueño me estaba haciendo olvidar hasta mi nombre _ prohibido que duermas en la maña apartir de hoy _ mi tos salio por lo bajo pero logré llamar un poco la atención, mi padre continuó después de que me disculpara.

_ mamá _ el susurro término después de su mirada asesina, porque las madres son así.

Con mi cara de "odio al mundo" continúe tomando el calentito té, el no tenía la culpa.

Una criada entró en la habitación y realizó una reverencia.

_ el jardín ya está listo Márquez _ tras eso mi padre sonrió y nos mandó a mí y a mi hermana a las mesas de té junto a los príncipes.

El lugar era silencioso y hermosos en realidad, pero estábamos rodeados de guardias, me hacía sentir mal eso.

_ y podemos conocer los nombres de tan hermosas jóvenes _ mi hermana se sonrojo.

_ Marieta Güell Matilde, un gusto conocerlos _ dijo con la mano en su pecho y bajando un poco la cabeza.

Yo sonreí forzadamente y hablé, no quería estar aquí, me sentía como un condón usable entre ellos.

_ Luciana Güell Hillel _ dije simplemente, no era ningún gusto y no quería mentir.

Uno de los cuatro príncipes alzó una ceja en mi dirección.

En realidad no les e descrito a los príncipes, verdad. Ahora que los miro mejor puedo decir que son casi parecidos.

Dos de ellos tienes ojos rojos y su pelo negro y aún así son increíblemente diferentes. Uno es más tosco, fuerte y el otro tiene menos complexión física, tiene un atractivo increíblemente sexual. Miró al de ojos dorados, hace que recuerde a las panteras, parecía una animal que leía el ambiente antes de atacar y su presa era yo mientras mantenía esos dos destellantes ojos sobre mi. El último aunque tiene una expresión aburrida y más relajada de los demás, esos ojos grises llama demasiado la atención , llegas a querer violarlo y quitarle esa cara aburrida y es algo gracioso que de a notar que a la escritora le gustan los pelinegros , todos son de pelo negro aunque uno más oscuros que otros , pero yo soy muy tímida para decir lo que pienso.

_ cuales son sus gustos _ mi hermana como siempre contesta antes que yo y dice una cantidad de cosas aburridas y me sorprende que diga que sabe cocinar sí nunca a entrado a la cocina en su vida , valla valla ...

_ y usted _ la ronca voz de el de ojos dorados me saco de mis pensamientos y deje de mirar a mi hermana para sonreírle con demasiada falsedad a los dioses sexis que tenía delante de mi.

- bueno, no se hacer la mayoría de las cosas que hace mi hermana, pero me gusta montar a caballo y dormir, también me entretiene la lectura y toco un poco el piano, pero entre todos creo que dormir es mejor _ siento como el que más sonreía de los cuatro príncipes suelta una risa y los otros me miran con la ceja alzada.

El que se rió es uno de los ojos rojos , el más delgado, este negó después de reír y dijo.

_ y que es lo que tanto le gusta de dormir _ lo miro directamente y contesto con la mayor franqueza posible.

_ que no tengo que hacer nada y solo cerrar los ojos y respirar, nada de eso agota mi energía _ el asiente aceptando mis palabras y traen unos pastelitos de fresas, hablando específicamente los favoritos de Marieta.

Ella come como si no hubiera un mañana y miro a los cuatro príncipes mirarla, esta está tan concentrada que se olvida de la existencia de ellos. Típica escena de novela romántica.

En esta parte Luciana se molesta por que Marista le está robando la atención y se burla de ella por comer como un cerdo, a mi me importa un carajo la trama.

Solo suelto un suspiro y cierro los ojos esperando que se desarrolle esta trama sin mi interrupción y siento el aire soplar mi larga cabellera y el  canto de los pájaros, es tan relajante que estaba comenzando a quedarme dormida cuando.

_ roja _ doy un salto en mi lugar y volteó a ver a la bola de pelos corriendo a mi dirección, solté un suspiro, el estaba acompañado de un hombre en gafas, cuando llegaron el hombre saludo con la mayor reverencia a los príncipes y a nuestra dirección.

_  roja, traigo al mejor científico para probar que tus palabras son falsas _ arrugo el entrecejo.

esto no podía ser verdad.

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Luciana ★18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora