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Saludamos después
De desparecer tanto tiempo.CAPITULO 3 5
Luciana
El pueblo estaba destruido, todas las casas parecían intentar mantenerse en pie en aquel lugar. Se podía respirar el polvo de los techos que de vez en cuando caían al suelo y ocasionaban un sonido estruendoso en la silenciosa noche.
El señor que teníamos unos pasos por delante no se detenía, sus ropas gastadas lo envolvian y pude notar una venda en su brazo derecho.
Debían ser como las cuatro de la mañana ya, el sol aún no asomaba y el frío me hacía abrazarme, el ligero vestido de boda no me tapaba en nada.
Mi boda.
Cómo estarán los chicos, se habrán casado con aquella mujer que se hacía pasar por mi. Mis manos apretaron en puño la tela blanca, un escalofrío de celos me recorrió la cabeza de solo pensar en ellos sonriendo a otra persona que no sea yo.
- aquí - mis pensamientos se aclararon con las palabras del señor, el hombre entraba en un lugar de dos pisos. No sabía definir que era aquel edificio, en cuento entro el olor a alcohol me golpea y los hombres en la barra me dan una vista nada bonita.
- ¿Una cantina?
- no - el hombre nos voltea a ver - una caverna, aquí pueden hospedarse en nuestras habitaciones. Aquella joven de allá - señaló a una castaña que servía en la barra - los ayudará a acomodarse, deberán pagar el depósito inicial.
- ¿usted es el dueño? - el señor asiente, camine alejándome de la barra y Dante se me adelanta, le sonríe a la muchacha y saca unas monedas de oro que no sabría decir de dónde las saco - Diane - el sonrió y corrió a mi dirección.
- mamá, la señorita nos dará una habitación - las manitas de Dante me agarran las mías, la diferencia de tamaño hace que incluso en esta situación mi corazón se llene de un calor cómodo.
- está bien cariño, vamos.
Aprovecho la situación y cargo a Dante, el mismo que envuelve sus brazos en mi cuello mientras seguimos a la joven castaña.
- está será su habitación, serán tres noches y estará incluído el desayuno, pero no el almuerzo. Eso está fuera del pago - dijo dándome las llaves de el pedazo de cuarto, ni siquiera se si puede llamarse así.
La veo irse y entro a la habitación.
- hay que cambiar nuestros vestidos - Dante sube en una silla cerca de la única ventana de la habitación y se terminó por asomar - no queremos llamar la atención, tenemos que pasará desapercibidos hasta que nos encuentren.
- ¿porque nosostros no vamos hacia el imperio?
El suelta un bufido.
- crees que si se pudiera ir tan fácil al imperio estás personas estarían aquí - señaló a un hombre cansado de construir, hay muchas veces que doy libertad para explotar a mis trabajadoras y solo hay algunos que no me respetan.
.
.
.
Dos semanas y media en este lugar, no había rastro de los chicos ni de nadie.
Había elegido trabajar para la caverna, me hacía cargo de atrás de la barra y justo junto a Penélope. No era una mala chica, habíamos compartido un poco de palabras y Vera me había ayudado a adaptarme también a este puesto de trabajo.
- Diane, puedes ir a tu habitación.
Dije cuando me encontraba más ocupada en mi trabajo, me gustaba mantenerlo junto a mi y así asegurarme de que estuviera bien. Pero el trabajo se había convertido en un martirio tras la cantidad de clientes que habían hoy.
- si mamá.
Lo ví retirarse y me quedé con Penélope trabajando.
- tienes una muy bonita hija, aunque no se parece nada a ti.
- allí donde la ves es el retrato del papá, después de tenerla termino por parecerse al padre - la mentira me supo ácida - pero bueno, como terminaste en esta aldea.
- mis padres eran viajera, mi madre termino por parir aquí en uno de los viaje. Te puedes creer que ni siquiera sabía que estaba embarazada - me impresionó el relato - nací yo y mi hermana, digamos que la belleza de la familia se la llevó todo ella.
- y dónde está.
- Es una meretrix - me miró burlona - como terminaras tu si no te largas de aquí.
- ¡Penélope! - Cindy entro en nuestra conversación - cuántas veces te e dicho que dejes de molestar así a Sofía.
- no te preocupes, se que todo es preocupación de la misma - dije sin querer verlas pelear nuevamente por lo mismo, sabía cómo sería si no lograba salir de aquí antes de que todo se vuelva una mierda.
- lo siento tanto Sofía, pero Penélope tiene razón - dijo colocando el trapo sobre la barra.
Solté un suspiro ¿Cómo saldría de aquí sin ser atrapada?
- no te preocupes, te ayudaremos si vienen esas mierdas - dijo Penélope con una sonrisa - aunque no arriesgaré mi preciada vida por la tuya, afirmó ese hecho.
- ¡Penélope!
Aunque las circunstancias no eran las debidas, me reí a carcajadas sin poder evitarlo. Estás chicas eran demaciado agradables para ser cierto.
- ya ¿porque gritas?
- eres peor que un dolor de muela.
- ja, pero sin mi no vives mujer.
- ya quisieras tu.
Las ví alejarse mientras peleaban, cada una realizando labores diferentes.
.
.
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- si.
- hay una nueva mercancía en la caverna, y esta vez es una muy productiva.
- jajajaja, se te recompensará como siempre señorita.
- quiero más, está chica es muy bella.
- ya veremos, sigue haciendo tu trabajo he informado cualquier otra anormalidad. Haz un buen trabajo.
- siempre lo hago cariño, por algo trabajo en esta mugrosa caverna y tengo que interactuar con estás estúpidas chicas.
- bien, iré en tres días.
Actualización hecho, aunque actualmente me encuentro en un serio bloqueada de escritora.
(༎ຶ ෴ ༎ຶ)
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Luciana ★18
Storie breviSINOPSIS Ella nunca pensó que tuviera una reencarnación tan loca , bueno ni siquiera pensó que tendría una y mucho menos en un mundo donde la poligamia se ve tan normal como el día a día No es que juzgue por sus vidas , pero ella , como noble tiene...