Capítulo 3

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Tras tres años desde el fallecimiento de su padre Lincoln llevaba una vida normal junto a su madre, hermana menor y madrina la cual le enseñó muchas cosas importantes sobre la vida en la naturaleza, lo llevaba de campamento donde corrían grandes distancias, cazaban peces, trepaban árboles para saltar entre ellos, escalaban montañas o meditaban bajó cascadas.

Al principio para el pequeño albino esto fue extremadamente difícil, su cuerpo siempre le dolía lo que le impedía moverse durante horas, terminaba sin aire o con varias heridas que aunque sanen rápido le dolía mucho aunque debía admitir que le agradaba cuando ella lo cargaba en sus brazos para luego darle té de hierbas además de pomadas que lo ayuden a sanar o evitar el dolor.

Durante el primer año se había vuelto alguien muy frío o distante únicamente recibiendo cada golpe que le daban ya que sus compañeros no tardaron en enterarse de la mudanza de la chica que le protegía por lo que ahora aprovechaban cada oportunidad que tenían para desquitarse de todo el tiempo que no le pudieron tocar o para hacerlo pagar por las brutales palizas que les daba la pequeña.

Lincoln volvía mucho más lastimado que antes a casa algo que siempre le dolía mucho a su madre, pero Alisha siempre la tranquilizaba mientras curaba las heridas del niño que por su parte no le importaba ya que cuando Rem le contó que se iría sabía que así sería su día a día en adelante, pero con el apoyo de Alisha y el amor de su madre así como la compañía de su hermanita esté poco a poco comenzó a recobrar su sonrisa hasta por fin tras un año de dolor comenzó a sonreír siempre de nuevo.

Por otro lado la pequeña Linka también crecía rápidamente y pronto comenzó a dar sus primeros pasos hasta que finalmente comenzó a caminar para siempre estar junto a su hermano mayor el cual siempre que no estaba con Alisha estaba con su pequeña hermanita jugando, dándole de comer o ayudándola a aprender cosas nuevas.

Ya con tres años Linka era muy animada siempre disfrutando del jugar con su hermano o con el lobo de Alisha o junto a está misma pues se llevaban muy bien y cada vez que el chico se lastimaba ella le ayudaba a la mujer a curarlo, al princio únicamente poniendo una toalla húmeda sobre su herida, luego poniendo varias Banditas sobre su herida una sobre la otra ya que decía que así lo protegían más o era más efectivo que solo una, pero lo malo comenzó cuando comenzó a usar el alcohol y no sabía cuánta cantidad usar al principio solamente virtiendolo sobre la herida sin cuidado causando gran ardor y dolor a su hermano que como podía intentaba no gritar aún cuando tras echarle todo el embase tomaba el algodón para restregar lo sobre la herida.

Naturalmente con el tiempo y ayuda de su madre fue aprendiendo los métodos correctos para curarlo cosa que aunque no lo demostraba por fuera, internamente el albino lo agradecía entre lágrimas.

Ahora Lincoln se encontraba en patio de su casa jugando a los héroes con su hermanita usando al lobo como villano a derrotar. El animal gruñía y acercaba para intentar morderlo, pero esté lo esquivaba velozmente para luego golpearlo con cuidado para no lastimarlo realmente haciendo que el animal cayera derrotado mientras su hermana aplaudía con fascinación y luego uniéndose a él para acabar con tan poderoso villano, era un día maravilloso para los tres hasta que su madre los llamo para almorzar pues luego irían al centro comercial a comprar nueva ropa para Linka la cual estaba muy emocionada y quería el lobo les acompañará porque también quería comprarle ropa, pero ellos le dijeron que no era buena idea lo cual la puso algo triste, pero su hermano para animarla le dijo que hoy la llevaría a su tienda favorita cosa que la alegró bastante mientras su madre le miraba incrédula que sus intenciones de ir sean únicamente para mostrársela a su hermanita más aún porque él no la miraba a la cara aún cuando sentía que ella lo estaba haciendo.

Luego de varios minutos de viaje llegaron para comenzar a recorrer la tienda y no eran los únicos que recorrían tiendas pues en un barrio comercial de Tailandia un mujer morena sonriente caminaba despreocupadamente probando la comida de cada puesto que encontraba acompañada de otra mujer que miraba con asombro todo lo que era capaz de consumir.

No es la fuerza lo que nos mueveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora