Capítulo 1

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Olor a pólvora en el ambiente, aire pesado por el humo que salía de un edificio en llamas, el sonido estridente de los disparos que se oían a distancia mientras una chica entre adolescente y joven corría zigzagueando por las calles más solitarias para perder a sus perseguidores, la policía. Era una novata en la mafia de la familia Tryco, su primera misión había salido horriblemente mal y ahora debía huir después de haber causado un incendio para eliminar cualquier evidencia de lo que ella estaba haciendo en ese sitio, no entendía que había salido mal pero bueno, solo debía salir de esa zona.

Una sombra la seguía de cerca pero no era detectada por la apresurada castaña que huía sin control, este ser la observaba atentamente, siempre estuvo cerca de ella, midiendo cada uno de sus movimientos, cada una de sus acciones y ahora veía como la policía perdía a esta novata en medio de la conmoción y las personas que salían de sus hogares para observar como la evidencia era consumida, parecía un fuego ocasionado por algún accidente, así que en parte, la chica había hecho bien una cosa pero no dudaba que sería duramente castigada por su superior al reportar la misión, la idea le daba un escalofrío y se llenaba de miedo, la mano derecha del líder no era una persona muy piadosa que digamos.

El fantasma sonrió al ver como su presa sacaba un dispositivo de comunicación, al parecer iba a llamar un transporte para regresar a su base, con sigilo que realmente no necesitaba se acercó más y escuchó parte de la conversación.

―...sí, estoy en el punto asignado, sé que es demasiado pronto pero hubo un pequeño inconveniente― la voz de la chica temblaba, sabía que había metido la pata y muy adentro― No se preocupe, ahí estaré, lo prometo como soy una Tryco― y bingo, ahí tenía la información que deseaba, con eso el fantasma se retiró del lugar, justo antes de que la chica notara que alguien la seguía y volteara en dirección en donde estuvo hace apenas unos segundos, a los pocos minutos apareció una camioneta cerrada color beige con el sello de unas alas en uno de los costados a la que subió apresuradamente para ir a su respectivo "cuartel".

El espectro sonrió y se fue del lugar en el que el caos comenzaba a empeorar ante el escape de la chica, llegó a una zona residencial bastante elegante y entró traspasando la puerta de uno de los apartamentos del quinto piso, en donde estaba recostada en un sillón una joven con el cabello corto color negro de aspecto delicado, parecía muerta por el tono blanquecino de su piel, pero estaba completamente saludable, desprendía una suave brillo dorado que de inmediato absorbió al "alma" y se levantó lentamente algo confundida por su entorno, aun no se acostumbraba a su habilidad, se sentó y después de sacudir un poco su cabeza para despejarse, comenzó a sonreír con alegría y un toque sombrío mientras su cabeza se aclaraba.

―El jefe se pondrá feliz con este reporte, espero que me dé un premio o un aumento por esta información― rió alegremente mientras saltaba como una niña pequeña hacia su habitación a vestirse de forma adecuada, no iba a ver a una persona como su jefe vestida de un camisón blanco, un short bastante corto y calcetas largas con estampado de gatitos. Unos 10 minutos después salió con un vestido ligero y simple de color melón y con unos botines cafés con un ligero tacón, su cabello era bastante conveniente ya que, al ser corto, no necesitaba peinarse demasiado para que se viera bien. Caminó relajadamente hacia la puerta de su apartamento, tomó las llaves de su casa junto a las de su motocicleta que estaban en una mesita que había a lado de la salida y una chaqueta de mezclilla hacía juego con casi cualquier tipo de ropa que se encontraba en el perchero junto a la mesa, salió y cerró la puerta del lugar con llave y se dirigió a su motocicleta, subió y partió hacia un camino oculto que la llevaría a una parte alejada de la ciudad que estaba fuertemente custodiada por personas y robots androides encargados de la seguridad, el aire hacía que su vestido ondeara pero no mostraba su cuerpo en exceso, su cabello corto se enredaba un poco gracias a eso pero de seguro con solo pasar su mano se arreglaría. 

Esta (NO) es otra historia de mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora