Capítulo 21

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El campo de entrenamiento de los Meyer era un lugar bastante aislado del resto de la casa, y no solo porque ahí hacían cualquier desastre cuando entrenaban los integrantes de la familia, sino que sus paredes fueron hechas especialmente para que no se derrumbaran con facilidad y que a la vez fuera fácil repararlas sin tardar tanto rehaciendo toda la estructura, el techo era bastante alto con una forma redondeada como la de un domo para evitar caer al ser alcanzado por algún ataque de práctica, por último el suelo estaba perfectamente cubierto de diferentes materiales que podían servir para practicar cualquier cosa en él. Todo se dividía en diferentes zonas: tiro con arma y arco, artes marciales, parkour, una zona especial para practicar usando habilidades y todo lo necesario de complementos como pesas, lentes, audífonos para el ruido, entre otras cosas.

Al entrar ahí, los mercenarios se quedaron boquiabiertos, no es que nunca hubiera estado en un lugar similar pero siempre estaban más de 20 personas sin contar la arena que tenían para los combates. Los Meyer les permitieron tomar su tiempo para que se adaptaran mientras los veían curiosear de un lado al otro como niños pequeños en una juguetería recién abierta.

Minutos más tarde les explicaron por qué estaban en ese lugar. Querían saber que tan entrenados estaban y saber si necesitaban ser vueltos a entrenar. Drei, Vier, Fünf, Sechs y Sieben se vistieron con trajes de entrenamiento que les habían dado de ante mano y uno a uno se pararon frente a sus respectivos encargados. Drei con las gemelas, Vier con Shar, Fünf con el trío desastroso de la familia, Sechs con Leandro, Noch y Marcel, y por último Sieben con Luz.

—Muy bien, cada uno de ustedes debe acostumbrarse y complementar el estilo de lucha de cada uno de los que están frente a ustedes ya que son los encargados de su 'seguridad' cuando haya eventos sociales y serán su prioridad cuando estén en la mansión— Comenzó a explicar Cati con su típica voz cansada— sus trajes son provisionales y totalmente frágiles en algunos casos— cuando dijo 'algunos' miró detenidamente a Fünf, haciendo referencia a lo que pasó en la pelea con los Tryco— Después obtendrán los adecuados para cada uno de ustedes—.

El trio de mujeres alzó la mano para ser las primeras en hablar y Cati con un asentimiento se los permitió.

—Bueno, bueno. Nosotras nos especializamos en... destruir, básicamente eso— explicó Alis con torpeza— estamos encargadas de deshacernos de forma "accidental" a los que amenacen a la familia, por lo que ser capaces de movernos rápido y causar desorden debe ser nuestra especialidad— en cierto modo tenía sentido lo que decía, Alis era capaz de moverse a gran velocidad sin repercusiones, Alessa podía usar las sombras para ocultarse o atacar y María podía desaparecer el cuerpo sin dejar nada.

Fünf miró a las chicas y entendió en parte cuál sería su papel, una distracción mortal para que todo pareciera un accidente.

–Ahora nosotros— Noch tomó la batuta de la situación— somos los encargados de la defensa de la mansión entre otras cosas, también hacemos cosas tecnológicas para la empresa que manejamos— soltó un bostezo a media explicación.

Leandro continuo con la explicación.

—También somos el equipo de respuesta rápida por lo que llegar del punto A al punto B en la menor cantidad de tiempo posible es una prioridad— era la primera vez en mucho tiempo que Leandro había hablado tanto desde que tuvo que coordinar a un equipo de producción para la empresa tecnológica— al igual que algo más discreto para transportar nuestros productos, perder personal de protección me da dolor de cabeza—.

—Todo te da dolor de cabeza, Leandro— bromeó Alessa.

Muchos soltaron una risa baja, sobre todo los nuevos que no querían ser regañados por burlarse de sus nuevos jefes.

Esta (NO) es otra historia de mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora