Uno

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Cuando ella tenía ocho años y yo dieciséis, estaba tremendamente enamorada de mí

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Cuando ella tenía ocho años y yo dieciséis, estaba tremendamente enamorada de mí. Era fácil de ver en la forma en que me seguía por el vecindario, o en la forma en que siempre se aparecía cada vez que salía de mi casa para tirar un par veces contra el aro de baloncesto que había colocado sobre la puerta de mi garaje.

Todos en el vecindario parecían saberlo y se burlaban de mí de una manera amable. Pensaron que era lindo. No me importaba mucho, siempre y cuando no me molestará cuando una de mis amigas estaba cerca, por lo que, afortunadamente, parecía no estar cerca. 

No estoy muy seguro de cuándo comenzó, parece que un día simplemente apareció. Al principio, no le presté atención, pero ella se mantuvo tan silenciosa en su enfoque que fue difícil de reprenderla.

Después de un tiempo me di cuenta de que parecía tener un agudo sentido de dónde estaría yo, hasta que se hizo más obvio que tenía una vigilancia constante de mi casa, apesar de que vivía al final de la calle, lo que significaba que debió haber pasado una cantidad considerable de tiempo sentada en la acera observando mi casa para observarme salir o entrar.

No desanimé ni alenté a su pequeño enamoramiento. Supongo que no era tan importante para mí, ella solo era una de esas cosas que pasan en la vida. Aunque me afectó un poco, cuando mis amigos comenzaron a burlarse de mí por mi 'pequeña novia'.
Algo que no encontré en lo más mínimo gracioso en ningún sentido.

Mamá un día me dijo que sólo era una niña solitaria, y no había nada de malo en su interés. Así que sonreí en lugar de molestarme.

Fue más sencillo que casi nunca me hablará mucho, y con toda honestidad, realmente nunca invadió mi espacio. Es solo que ella siempre estuvo ahí, en la forma espeluznante de una acosadora que era adorable.

Después de un tiempo acepté su compañía, a veces, incluso me pasaba la pelota que estaba tirando al aro y se iba demasiado lejos.

Sin embargo, sus conversaciones consistían en hola y adiós. Si yo hacía algo más, como mirarla y reír, preguntándole su nombre, salía corriendo de regreso a su casa. Realmente era rara.

Con el paso del tiempo, perdió algo de esa timidez. A veces, la noté estudiándome de una manera extraña con la cabeza inclinada hacia un lado, tenía una mirada que parecía mucho más allá de su niñez.

 A veces, la noté estudiándome de una manera extraña con la cabeza inclinada hacia un lado, tenía una mirada que parecía mucho más allá de su niñez

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Nana ||NaruHina|| ✓Completa✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora