Terminé la reunión antes de lo que esperaba porque el equipo estaba trabajando en un horario de media jornada, algo que me recordó que mañana era feriado. Sentí una punzada de tristeza momentánea por que mis hijas se iban a pasar su primer Día de Acción de Gracias, con un papá no sabe cocinar nada más que espaguetis.
Me derrumbé una vez tan pronto como llegué al auto y saqué mi teléfono para verlas en la cámara. Mi corazón latió con fuerza cuando no las vi en la sala de estar donde las había dejado, pero me tranquilice cuando las vi en la guardería. Parece que les había dado un baño.
Eso no formaba parte de su trabajo, pero lo aprecié. La estudié subiendo el volumen para escuchar lo que estaba diciéndole a mis dos angelitos que las tenía tan cautivadas. Les estaba contando una historia, con voces cambiantes que hacían que sus piecitos patearan de emoción.
Pensé en su madre y en la forma en que había estado con ellas antes de que sucediera todo esto. No recuerdo que las niñas fueran tan felices excepto conmigo y me preguntaba cómo me lo había perdido, cómo pude pasarlo por alto. ¿Fue ayer la única vez que Sarā intentó hacerles daño?
Todavía necesitaba respuestas sobre por qué Hinata había estado en la casa ayer. Algo debió haberla traído allí. ¿Y qué le pasó cuando contestó el teléfono antes? Definitivamente traía una actitud extraña.
Mientras la veía levantar a una de las niñas, el ángulo de su rostro mientras su cabeza se inclinaba hacia atrás hizo que mi pulso se acelerara.
¿Qué diablos fue eso?
Lo sacudí de mi mente y encendí el auto.No tiene sentido estar sentado aquí mirando cuando podría estar en casa con ellas.
Ella estaba de vuelta en la planta baja y las niñas estaban acurrucadas en sus cunas cuando llegué a la casa. Actuó como si no me hubiera escuchado entrar mientras estaba sentada en mi silla favorita leyendo un libro."Hinata" Levantó la cabeza y por un segundo vi un sobresalto de sorpresa.
Sacudí la cabeza y busqué mi billetera. La sonrisa que le di fue un poco tensa y seguí mirándola para ver si estaba actuando de manera diferente. Quería preguntarle sobre su actitud reservada. Ésto no era normal.
"¿Te pongo nerviosa?" No creo que quisiera preguntar eso en voz alta, pero ella ni siquiera reaccionó, no como lo haría una adolescente normal, con una risita y un sonrojo tal vez. Ella simplemente levantó esos ojos lavanda hacia los míos y con una mirada inexpresiva y dijo:
"No, señor Uzumaki, ¿por qué pensaría eso?"
"Nada, no es nada". Estaba teniendo otro de esos destellos de algo que seguía evitandome. ¿Qué era? Me encogí de hombros mientras la acompañaba a la puerta para dejarla salir y cerrarla detrás de ella.
ESTÁS LEYENDO
Nana ||NaruHina|| ✓Completa✓
RomanceHinata Hyuga se enamoró del apuesto adolescente Naruto en el momento en que lo vio por primera vez. Ella tenía ocho años y él dieciséis, no era posible, pero ella sabía en el fondo, que algún día él sería suyo. Y cuando Hinata le dijo audazmente que...