Hinata Hyuga se enamoró del apuesto adolescente Naruto en el momento en que lo vio por primera vez. Ella tenía ocho años y él dieciséis, no era posible, pero ella sabía en el fondo, que algún día él sería suyo. Y cuando Hinata le dijo audazmente que...
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Los siguientes días, fuimos como dos niños que acababan de descubrir algo nuevo y emocionante. Para su familia, estaba teniendo un semana ocupada en el trabajo de niñera. Gran mentirosa. Ella estuvo en mi casa todas las noches después de la escuela, yo siempre la esperaba.
Pasábamos un par de horas jugando con las niñas, pero una vez que las alimentabamos, las bañabamos y las acostabamos en la noche, solo estábamos ella y yo. Entonces la anticipación que se generó, los pequeños toques robados mientras las niñas estaban dormidas me puso casi primitivo cuando la derribaba, o ella a mí.
Sabía que la intensidad era la novedad de nuestra relación, pero esperaba que el sentimiento durara al menos un par de años. Por otra parte, el tipo de excitación que despierta en mí tiene que ver con algo más que sexo.
No puedo explicar cómo se había metido, no solo en mi corazón sino debajo de mi maldita piel. Me encuentro pensando en ella en los momentos más extraños, y honestamente puedo decir que nunca había estado así antes.
No voy a mentir y decir que no tengo sentimientos por ella, pero lo que pensé que era amor era una pálida comparación con lo que tengo con Hinata. Algunas noches me despierto con un sudor frío después de tener un sueño malo sobre Hinata yéndose de mi lado, es algo que me mantiene despierto anhelando por ella.
Hasta ahora, Hinata y yo no hemos hablado de nada demasiado fuerte. Parece que quiere disfrutar de la novedad de la relación sin ningún defecto, y al estar tan cerca de las vacaciones, he decidido dejarla experimentar más. Pero pronto, muy pronto, tendré que hablar con su papá.
Ella es lo suficientemente mayor y, por lo que he llegado a entender, su fondo financiero hace que el mío parezca limosna, y mi fortuna no es nada despreciable. Pero digo esto para dar a entender que definitivamente puede pararse sobre sus propios pies.
Es inteligente, dulce, genial y amorosa, y adora a mis hijas. Gané el maldito premio gordo. Aunque todavía me asusta un poco cuando pienso en nuestra historia y el camino largo que viajamos para llegar a donde estamos ahora. Es casi espeluznante notar que es la reina en el tablero. Nunca he dejado que una mujer me controle, ni siquiera a Sarā. Con ella preferí dejar que pensará que se salía con la suya para que siguieramos como si nada y me funcionaba.
Hinata me convenció para que la follara duro y en crudo, lo que no le había costado mucho esfuerzo. Después de tenerla piel con piel, la idea de usar una goma para follarla no era atractiva. De hecho, creo que tengo ese sentimiento grabado en mi cerebro de por vida.
Cada vez que volvía a mis sentidos y mencionaba el peligro de no usar protección, ella tenía una expresión extraña en su rostro y me decía que no me preocupará por eso. Estaba empezando a pensar que tal vez no podría quedar embarazada, tal vez algún tipo de condición médica de la que no me había hablado.
El pensamiento me inquietó y me di cuenta de que era porque quería tenerlo todo con ella. Quería pasar por un embarazo con ella, verla crecer con mi hijo o hija. No ahora, por supuesto, pero en algún momento, cuando ella lo quisiera, me gustaría tener eso.