Me levante del piso y sacudí el polvo que ensucio mis pantalones cortos, camine a paso apresurado hacia la mansión en busca de la raíz de los gritos. ¿Quién podía estar armando tanto escándalo? Frene en seco en la entrada del patio trasero para escuchar mejor así que cuando descubrí que aquellos gritos venían del despacho de Danton me asuste, ¡joder! ¿y si está torturando a la pobre? Apure más el paso hasta casi correr, entre sin tocar la puerta y vi a una chica simpática, alta, castaña. La chica se encontraba gritándole a Danton exaltada y expulsando coraje con cada palabra de soltaba.—¿Qué está pasando aquí? — Los mire desorientada, ¿Quién es ella? Ahora que veo mejor; Danton no está torturando a nadie y aquella chica le reclamaba con tanta confianza, que parecía que se conocían desde hace mucho tiempo.
Danton se le ve mal humorado como si la presencia de aquella chica le desagradara en todos los sentidos ¿Quién demonios es ella? Arruino mi mañana a base de gritos.
Danton
Minutos atrás.
Sali del baño, y mire a mi alrededor en busca de mi Alexandra, al parecer no está en la habitación, arrugue el entrecejo y concentre mi olfato para intentar detectar su olor, está aquí pero no me voy a centrar para saber en dónde.
Esta mañana me hizo mucha gracia sus preguntas imprudentes e infantiles, joder, estaba tan centrado en ella y en ordenar que no entre a ninguna manada si logra escapar, todavía me pregunto porque diablos la dejaron pasar a la manada de sus padres —sin darme cuenta ya estoy sonriendo con lo de hace una hora —me ha tenido vergüenza al principio, pero creo que ya se está acostumbrando ya que la pregunta que me hizo acerca de la medición de mi miembro me dejo un poco descolocado. Ya vestido salgo de la habitación y voy directo a la cocina, lugar favorito de Rosita, mi nana.
Es mi mate, mi pareja, pero esa niña no ha experimentado nada, desde que la vi pude darme cuenta al solo mirarla que era virgen, es un poco inmadura en el sentido de aceptar que yo soy su pareja, nadie más, quiere una "libertad" que no creo que vaya a conseguir, está atada a mí por todo su tiempo de vida y vaya que si es un tiempo largo.
Ella es tan pequeña y joven, tan acuerpada por proporciones perfectas, es tan baja para mí, yo como hombre lobo Alpha tengo una altura de casi dos metros y ella tan solo medirá como el metro setenta y algo casi para el ochenta, tengo más de doscientos años, exactamente doscientos ya que ayer fue mi cumpleaños y este fue el mejor regalo que la diosa luna me ha podido dar.
No sé y tampoco tengo idea de cómo será mi relación con ella, no puedo decirle le quintuplico la edad porque eso es muy poco, ella me grito a la cara pedófilo y lo sentí más que cualquiera de otros de sus insultos, no es mi culpa que ella sea una enana menor de edad que se ve como una sexy muñeca.
—Rosita, ¿Sabes dónde está, Alexandra? —le pregunto cuando entro a la cocina.
—¿La niña Alexandra? No, pero tiene que estar por ahí —responde tranquila mientras pica una zanahoria.
—Nana, eso no es una respuesta. ¿ella desayuno? — le pregunté.
—Si, mi niño.
Rosa me preparo el desayuno así que me senté en una de las butacas de la isla de la cocina y me dispuse a desayunar. Después de eso salí directo al despacho y me senté en la silla de mi escritorio para trabajar, tengo tantos papeles que debo revisar y quero deshacerme de mucho trabajo para poder dedicarle tiempo a mi bella pareja.
Abrí la y de ahí me concentre en cada tratado y problemas, mi atención estaba tan fija en la pantalla y en cada papel que leía que me fije muy tarde de ese aroma diferente que venía hacia este despacho, ¿ahora quien mierda osa interrumpir mi tiempo? Esto es una desgracia, Tyler, mi beta rey, no está para ayudarme, esta con la atención puesta al cien por uno en su pareja.
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MI ALPHA TIRANO [#1]
LobisomemPor qué no tenemos elección de quien amar? ¿Y si mi mate es un gordo, gruñón y viejo? Soy una Alpha y quiero gobernar no ser una mujer trofeo. Pero la vida es tan jodida que me manda a un hombre sexy, cuerpo de dios, cara perfectamente tallada con...